Entorno

La ‘fuga’ de patrocinadores le cuesta diez millones a la Rfef

La Federación regateó en 2016 a las pérdidas, pero no a los problemas de credibilidad y de resultados deportivos, que han provocado la salida de diversas marcas en dos años.

Marc Menchén

27 jul 2017 - 05:00

Los problemas de credibilidad provocaron un menoscabo en los ingresos de la Fifa durante los últimos años, y la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) no ha sido una excepción, menos aún ahora, con su presidente durante los últimos 28 años, Ángel María Villar, en prisión. Las cuentas del ente, a las que ha accedido Palco23, revelan que en 2016 se lograron eludir las pérdidas (se ganaron 2,1 millones), pero también que la continua pérdida de patrocinadores que ha sufrido desde 2014 se ha trasladado a la cuenta de resultados.

 

Los ingresos por este concepto se desplomaron un 22,3%, hasta 32,2 millones de euros. El problema es que, en las cuentas que deben aprobarse la próxima semana, se anuncia que para este 2017 se estima que la facturación por las marcas asociadas sufrirá un nuevo e importante batacazo, ya que retrocederá hasta 25 millones, cifra que supondría volver a niveles de 2012 pese al momento alcista de la industria.

 

En la actualidad, los únicos patrocinadores con contrato hasta 2018 son Pelayo; Telefónica, que paga unos 6 millones y se encargará de digitalizar la Ciudad Deportiva de Las Rozas; Cruzcampo, y Sanitas. Iberdrola, por su parte, ha decidido dejar de apoyar a la Selección masculina, con el coste de 12 millones que tenía cada año, y centrar su apoyo en el femenino, en línea con su plan de acción a través de Universo Mujer. Aunque en la nota no se mencionan, también siguen todavía Air Europa, LG, Emidio Tucci y GLS.

 

Adidas, que con 18 millones al año es clave en la viabilidad de la Federación, es la única marca que ha confiado a largo plazo, después de que en 2015 renovara su patrocinio técnico que vencía en 2018 hasta 2026. A cambio abonó una generosa prima de 10 millones de euros que ayudó a Villar a inflar los resultados del ejercicio con cierta polémica, aunque en 2016 se ha decidido rectificar y periodificar los pagos de este tipo siguiendo el criterio de devengo, como ya advertía la auditoría de BDO que encargó el Consejo Superior de Deportes (CSD).

 

 

Por el contrario, los problemas institucionales y la ausencia de resultados deportivos han provocado que desde 2014 no se haya logrado renovar a marcas como Chevrolet, Banesto, Bimbo, Nissan, Gillette, ASM, Continental, Cepsa o Cabreiroá.

 

Precisamente la falta de resultados es la que también ha hecho que los estadios en los que juega la Selección nunca se llenen. Un problema por partida doble en 2016, ya que ni siquiera se cumplió la previsión inicial. Los ingresos por taquilla se desplomaron un 45,7% interanual, hasta 5,3 millones (se esperaban 6,5 millones), debido a que había Uefa Euro 2016 y por lo tanto menos partidos propios organizados. Para este año, se confía en sí cumplir objetivos y estar en 6,7 millones, con el partido del 2 de septiembre en el Santiago Bernabéu contra Italia como gran salvavidas.

 

La tercera partida vinculada al negocio comercial que cayó es la vinculada a las retransmisiones, que se esperaba que rebasara por primera vez los 30 millones y finalmente sufrió una caída del 6%, hasta 25,75 millones. La disminución de ingresos coincide con la adjudicación a Mediaset de las retransmisiones de las finales de Copa del Rey y Supercopa de España, así como de los amistosos de la Selección. También la asignación de B4 Capital como agente en el extranjero, en un acuerdo que la operación Soule ha puesto en cuestión.

 

Sí mejoran los derechos que ha pasado a gestionar la Uefa por partidos oficiales, como son la televisión y la publicidad. También lo hacen gracias al acuerdo por el que la explotación de la U televisiva ahora está en manos de Up2You Sports Marketing. En total, esta partida batió expectativas con 14,3 millones, 5,3 millones más de los previstos.

 

Está por ver cuál será el comportamiento a futuro, ya que La Roja evidenció en la última Eurocopa que está lejos de su mejor nivel, cuestión que se traduce en menos ingresos pero que, paradójicamente, evitó que la Federación entrara en números rojos. La eliminación en octavos de final de la Uefa Uero 2016 hizo que el gasto para competiciones de selecciones fuera de 32,38 millones (21 millones menos de lo previsto), mientras que la caída de ingresos prevista por este torneo sólo fue negativa 12,19 millones.

 

En el negocio más propiamente federativo, como el servicio de arbitraje, expedición de licencias y demás, el volumen de ingresos ha sido estable, con La Liga como gran cliente: 16,45 millones en arbitrajes (se incluye la parte de la LNFS) y 11,6 millones por derechos de televisión que le comercializa. El cobro de licencias se situó en 7 millones de euros.

 

Por el lado del gasto, se ha provisionado finalmente la indemnización que le reclama Mediapro por impagos, como adelantó este diario, y se ha tenido que afrontar indemnizaciones por más de medio millón de euros, en un año en el que entre otros se despidió al entonces secretario general Jorge Pérez. ¿Volverá a intentar asaltar la presidencia para cambiar el rumbo?