Entorno

La Federación de Ciclismo prevé beneficios en 2021 tras superar el plan de viabilidad del CSD

El regulador, que este año convocará elecciones coincidiendo con los Juegos Olímpicos, tendrá un presupuesto de seis millones de euros en 2020. La mitad de los fondos proceden de los patrocinadores.

Álvaro Carretero

19 feb 2020 - 04:59

La Federación de Ciclismo prevé beneficios en 2021 tras superar el plan de viabilidad del CSD

 

 

Año uno para la Real Federación Española de Ciclismo (Rfec). A las puertas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y tras un ciclo de intensos ajustes para equilibrar sus cuentas, el regulador de este deporte ha logrado que el Consejo Superior de Deportes (CSD) suelte la cuerda del control económico. El organismo superará el plan de viabilidad este año y prevé entrar en beneficios en 2021, como consecuencia de eficiencias en la gestión y la llegada de nuevos patrocinadores.

 

“Cuando llegamos a la federación en 2012 nos encontramos un déficit de 3,6 millones de euros y una fractura territorial”, explica a Palco23 José Luis López Carrión, presidente de la Rfec. En su primer ciclo se definió la hoja de ruta para ponerse al corriente con las instituciones y se enfatizó en la necesidad de volver a tejer el ecosistema de las federaciones autonómicas.

 

Desde entonces, la entidad ha estado intervenida por el CSD y obligada a pagar 250.000 euros anuales hasta saldar el préstamo que el ente gubernamental le había concedido para saldar la deuda con Hacienda. Otras federaciones como la de rugby también se acogieron al denominado plan de viabilidad, que abandonarán al término de este año, como la Rfec.

 

 

 

 

“Durante estos años no hemos podido hacer grandes gastos, pero hemos cumplido escrupulosamente con los pagos”, admite López. La rigurosidad en sus compromisos ha sido una de las claves en el desarrollo de su actividad durante los últimos cuatro años: “Hemos de reconocer que el CSD siempre han sido flexibles y nos ha dado luz verde a todas las propuestas y proyectos porque sabían que íbamos a cumplir con el calendario y los objetivos económicos”, indica.

 

De hecho, si una de las federaciones nacionales no cumplía con el calendario de pagos, se descontaba esa partida de las subvenciones que reciben del CSD, que en el caso de la Rfec representa en 50% del presupuesto, que en 2020 asciende a seis millones de euros. Durante los últimos años la federación también ha logrado rebajar el peso de las instituciones en sus ingresos: “Cuando llegamos a la federación los ingresos eran sólo de 3,5 millones y dependían en gran medida de las ayudas de las instituciones”, subraya López.

 

La otra mitad del presupuesto procede de los recursos propios de la federación, que se deriva de las licencias federativas, el canon de las competiciones y la aportación de los patrocinadores. En su cada vez más extensa lista de empresas se encuentra Cofidis como patrocinador principal, Inverse, Movistar, LaLigaSposrtsTV y Loterías del Estado. En la categoría de espónsors y proveedores también se sitúan Skoda, Joma, Ridley, Ozone, B the travel Brand, Elite, Infisport, Morgan Blue y Sierra Cazorla agua mineral.

 

 

 

 

Este año no se dará entrada a nuevos patrocinadores, ya que desde el organismo se buscan acuerdos multianuales que cubran cada ciclo olímpico. “Hemos tenido contactos con algunas empresas, pero ya teníamos cerrados los espónsors principales, así que será en vistas a los siguientes cuatro años”, indica López.

 

Todos finalizarán su actual contrato el último día de 2020 y el presidente de la Rfec asegura haber recibido “más interés”. Los motivos, apunta, no sólo están en el la mayor repercusión de este deporte, sino también a “la mejoría en las labores de márketing y comunicación y el trabajo realizado por las federaciones territoriales como motores tractores”.

 

Esta labor es “un gancho para los patrocinadores”, a menudo incluso por encima de los propios Juegos Olímpicos, donde no pueden lucir sus marcas debido a las políticas del Comité Olímpico Internacional (COI). “El año olímpico llama más como escaparate, pero sólo entra el espónsor para la ropa, ni Cofidis ni Movistar pueden estar presentes, pero de cara a este tipo de compañías somos un patrocinio barato en comparación a otros deportes y eso les compensa”, añade.

 

 

 

 

Una de las formas de compensar el déficit olímpico es la visibilidad constante que generan las diferentes modalidades del ciclismo, que se disputan casi los 365 días del año. “Algunas corren de forma simultánea y si no, cuando no es el Mundial de ciclocrós, como a finales de enero, es el ciclismo adaptado, o en ruta, o el femenino…”, apunta López.

 

De hecho, la partida presupuestaria de 2020 apenas ha variado con respecto al año anterior por dos motivos. El primero, los presupuestos prorrogados del Gobierno, que ha impedido ajustar las partidas que destina el CSD a las federaciones en año olímpico. El segundo es que para una federación como la de ciclismo, preparar los Juegos requiere incluso más recursos económicos que la propia cita.

 

“El año anterior necesitamos incluso más dinero porque tenemos que enviar a todos los ciclistas a competir y coger puntos para clasificarse; eso implica expediciones por todo el mundo y cada vez más costosas, porque se hacen en países más lejanos como Canadá, Hong Kong, Australia…”, afirma el ejecutivo. “La UCI hace el calendario, pero luego somos las federaciones las que cargamos con todos los gastos”, añade.

 

 

 

 

De hecho, con la nueva iniciativa de crear un Mundial unificado en 2023, la UCI también ha puesto en jaque a gran parte de las federaciones nacionales. “Desde un punto de vista logístico es especialmente complicado, porque es una expedición mucho más grande de lo habitual”, sostiene. “Para cada Mundial llevamos un equipo de fisios, mecánicos, entrenadores y vehículos de asistencia, pero si compiten a la vez, no podemos cubrir a todos con las mismas personas, lo que implica una mayor inversión”.

 

Para este año, López espera revalidar su mandato como presidente de la Rfec, aunque desconoce si habrá más candidaturas. De salir elegido, cumpliría su tercera y última legislatura, ya que los estatutos de la federación establecieron la limitación a tres ciclos. Con la sostenibilidad económica al alcance de la mano, el actual dirigente espera que se puedan acometer “las ideas y proyectos que no hemos podido poner en marcha” y, sobre todo, dinamizar el ciclismo femenino y nuevas modalidades urbanas como el BMX y el freestyle.

 

En el caso del ciclismo femenino, la Rfec lanzó la Copa de España hace años, en la que no se cobran tasas a deportistas ni clubes, además de correr a cargo de los gastos de los árbitros y el resto del personal. Aunque inicialmente se habilitó para 200 corredoras, en 2020 se ha abierto a tres mangas para cubrir las nuevas demandas de participación. “El crecimiento es el reflejo del despegue que están experimentando todos los deportes femeninos actualmente; igual pensamos que es escaso, pero hace 25 años no podían ir ni en el coche escoba”, subraya.