Entorno

La ‘edad de oro’ del deporte en Reino Unido: la asistencia a los eventos alcanza su récord histórico y supera el año de los JJOO

Las competiciones deportivas movieron 1.900 millones de libras (2.219 millones de euros) en Gran Bretaña en 2018, con un total de 74,6 millones de espectadores acumulados.

Álvaro Carretero

26 mar 2019 - 04:57

Las competiciones deportivas movieron 1.900 millones de libras (2.219 millones de euros) en Gran Bretaña en 2018, con un total de 74,6 millones de espectadores acumulados.

 

 

De los Juegos Olímpicos a los Mundiales y Europeos. Del desembarco de la NBA y la NFL, a la prolongada tradición futbolística. Reino Unido vive la edad dorada del deporte, al menos en lo que a presencia en recintos deportivos se refiere. Las venta de entradas generó un impacto de 1.900 millones de libras (2.219 millones de euros) durante 2018 y se superó el récord histórico de asistencia, con un total de 74,6 millones de espectadores, gracias a la presencia de grandes eventos mundiales y competiciones internacionales, como la Champions, la NBA y la NFL, entre otras. 

 

“Durante esta Edad Dorada que está viviendo el deporte británico, se han mejorado notablemente la calidad de las experiencias gracias a las inversiones en los estadios, los atletas y los servicios”, argumenta Gareth Balch, consejero delegado de Two Circles, la empresa que ha elaborado el informe donde se recogen estos datos.

 

Pese al enorme desarrollo de los dispositivos multimedia y la oferta cada vez más amplia de plataformas digitales de entretenimiento, la asistencia a los campos deportivos continúa siendo una de las formas de ocio más extendidas por el país. El deporte ya no compite únicamente con otras disciplinas por la atención de la sociedad, sino que lo hace con el total de una industria del entretenimiento global, “en una era de formatos breves dominada por los smartphones y la conectividad, lo que hace aún más reseñable la salud del deporte británico”, ha recalcado Balch.

 

 

 

 

Sin embargo, los británicos acusaron la fatiga producida por los Juegos de Londres 2012, y en 2013 la asistencia a los estadios decayó un 17%, hasta 61 millones de espectadores. Desde entonces, el sector ha ido en aumento durante los últimos cinco años, hasta cerrar 2018 con el récord histórico del país, superando el año olímpico.

 

Pese a no contar con el impulso de unos JJOO, Reino Unido respiró deporte en 2018, un año en el que uno de cada tres habitantes asistieron a algún tipo de evento deportivo profesional en directo. En agosto se celebraron los Campeonatos de Europa en Glasgow, una de las citas más relevantes del panorama internacional, donde se disputan disciplinas como el ciclismo, el golf, la gimnasia, el triatlón y todas las modalidades del atletismo y los deportes acuáticos.

 

Glasgow también ha sido la ciudad escogida por la Unión Ciclista Internacional (UCI) para la primera edición de su campeonato del mundo. La prueba debutará en 2023 y abarcará a todas las disciplinas, lo que la convertirá en la capital del ciclismo. De hecho, la ciudad se ha convertido durante los últimos años en uno de los enclaves deportivos más relevantes de Europa, ya que también ha acogido a los Commonwealth Games y la Ryder Cup en 2014.

 

 

 

 

Pero Escocia no es la única región que ha apostado por los grandes eventos. Si el país británico se ha especializado en pruebas al aire libre, las grandes competiciones norteamericanas como la NFL y la NBA han encontrado en Londres la ciudad en la que afincar sus sedes en Europa. Precisamente ambas competiciones son las que más han crecido en asistencia durante el último lustro en Gran Bretaña, aunque aún se sitúan lejos del fútbol, que acumuló un total de 49,8 millones de espectadores, e incluso de las carreras de caballos (5,9 millones de asistentes) y del rugby (5,3 millones de aficionados).

 

Este crecimiento del interés se debe principalmente a que cada año ambas competiciones trasladan su operativa a Londres para disputar un encuentro oficial en mitad de la temporada. En el caso de la liga estadounidense de baloncesto lo hace en el O2 Arena, un recinto con capacidad para 18.689 personas que vende todas sus entradas en cada encuentro. Todo ello pese a que el país no tenga relevancia en las competiciones internacionales en esta disciplina.

Sin embargo, el de Londres es el único partido oficial que disputa la NBA en suelo europeo, por lo que atrae la atención de los aficionados de todo el continente, convirtiendo a la capital británica en el epicentro baloncestístico del continente durante varios días.

 

La NFL, por su parte, decidió emular los pasos de la NBA y llevar las Series Internacionales a la capital británica, donde se disputan entre tres y cuatro partidos anualmente. De hecho, el año pasado la propia liga invirtió 12,8 millones de dólares (11,3 millones de euros) en la construcción del nuevo estadio del Tottenham para habilitar sus instalaciones y adecuarlas a las necesidades de los partidos del fútbol americano. Los encuentros se han disputado también en otros campos como Wembley, tiñendo con los colores del Arsenal con los de los Seahawks o los Chiefs y llenando sus más de 61.000 asientos.