Entorno

La catalana de tenis reduce sus ingresos pero asegura su viabilidad tras la venta del Tenis Cornellá

El organismo dejó atrás las pérdidas de los últimos ejercicios y, aunque su negocio cayó un 4% hasta 4,3 millones de euros, los gastos lo hicieron un 12% interanual y firmó un beneficio antes de impuestos de 27.863 euros.

P. López

18 abr 2019 - 04:57

La catalana de tenis reduce sus ingresos pero asegura su viabilidad tras la venta del Tenis Cornellá

 

 

El equilibrio salta a la pista de la Federación Catalana de Tenis (FCT). El organismo, que a cierre de 2017 acumulaba unas pérdidas superiores a cuatro millones de euros, ha puesto rumbo a la rentabilidad. La entidad cerró 2018 con unos ingresos de 4,3 millones de euros, un 4% menos que el ejercicio anterior, pero gracias a la reducción de los costes, que fueron un 12% inferiores, logró cerrar el año con un beneficio antes de impuestos de 27.863 euros.

 

Regresar a la rentabilidad y reducir la deuda son los dos objetivos económicos que se ha marcado el equipo de Jordi Tamayo, que en junio de 2017 fue elegido presidente del regulador del tenis catalán. Según las cuentas a las que ha podido acceder Palco23, la organización ha recortado un 5,1% los gastos de personal, que es la principal partida presupuestaria, y de cara a 2019 prevé reducirlo hasta un millón de euros, la mitad que en 2018.

 

¿El motivo? La entidad ha pasado de contar con 110 empleados fijos y discontinuos a 25 trabajadores por la reestructuración del personal y, sobre todo, por la venta de activos, como la parte privada del Complejo Deportivo Municipal de Tennis (Cornellá) al Grupo UP y el Tennis L’Hospitalet al grupo británico SoccerWorld. Además de reducir costes, estas operaciones han permitido a la federación reducir la deuda, que en junio de 2017 era de 6,1 millones de euros, y ahora es de 2,8 millones de euros. La entidad vendió la instalación de L’Hospitalet de Llobregat por 500.000 euros y la de Cornellá por dos millones de euros.

 

 

 

 

Con estas operaciones, la federación ha decidido dar un paso atrás en el negocio de la gestión de instalaciones deportivas. De hecho, en Barcelona ha dejado de operar por su cuenta el Centro Deportivo Municipal Vall d’Hebron, donde tiene sus oficinas. La institución seguirá operando desde allí, después de que se adjudicara el contrato de explotación por los próximos ocho años.

 

Este proyecto lo llevará a cabo con la  Unió de Federación de Catalunya (Ufec), que se encargará de gestionar el área de fitness, mientras que la catalana de tenis se centrará en los deportes de raqueta. Según Tamayo, esta acción forma parte de una estrategia que permitirá a la federación “centrarnos en dar servicios a los clubes y academias y no hacerles la competencia en la gestión de instalaciones”.

 

De cara a 2019, la entidad prevé facturar 2,7 millones de euros, lo que supondrá un descenso del 59% en su volumen de negocio. Eso sí: el presupuesto contempla elevar su resultado antes de impuestos hasta 211.000 euros, lo que le permitirá volver a beneficios gracias a que los gastos caerán un 75%.

 

El equipo dirigido por Tamayo espera que un 40,7% de las ventas procedan de las licencias federativas, una fuente de ingresos que prevé que crezca un 10%. Los cobros de subvenciones caerán un 8,1%, hasta 526.800 euros, aunque el concepto que más notará el descenso de ingresos será el de actividades formativas, que pasa de 962.950 euros a 262.337 euros, según la previsión de la federación.