Entorno

La ACB ‘abre la zona’: su nuevo presidente podrá ser directivo de los clubes

Los equipos de la liga de baloncesto eliminan una cláusula para abrir la posibilidad de que el próximo dirigente de la organización tenga alguna vinculación previa con los participantes. Jordi Villacampa, ex del Joventut, ha sonado para el cargo.

Guillermo G. Recio

18 oct 2017 - 05:00

 

La ACB juega a campo abierto y no descarta ninguna posibilidad para elegir a su máximo responsable. Los clubes de la organización son conscientes de las dificultades con las que tendrá que lidiar el próximo presidente, y por ello han querido eliminar la cláusula que impedía que directivos de conjuntos asociados puedan ser candidatos a dirigir la entidad tras la dimisión de Francisco Roca.

 

Según ha podido saber Palco23, esta normativa se utilizó cuando llegó Roca a la ACB, ya que entonces procedía de La Liga. Esta regulación indicaba expresamente que el presidente no podía haber tenido ninguna relación con un club de la ACB en los últimos cinco años.

 

Fuentes de la asociación de baloncesto explican a este diario que tampoco se ha cerrado la puerta a escoger dos representantes y no uno. Es decir, que existe la posibilidad de que el relevo de Roca sea igualmente un presidente ejecutivo, o bien optar por fichar a dos personas, un presidente institucional para representar a la liga y mejorar las relaciones con socios como Endesa, y un director general para ejecutar las decisiones de la organización.

 

Ahora, tras el voto de la mayoría de clubes por eliminar este impedimento, la asamblea de la ACB ha decidido externalizar la búsqueda de varios candidatos para afrontar los diferentes retos que debe resolver para tener una organización sostenible. De hecho, el nuevo responsable deberá asumir una importante optimización del equipo con la “puesta en marcha de medidas de ahorro y reducción de costes”.

 

 

 

 

Por el momento no ha trascendido ningún detalle sobre este proceso, aunque en las últimas semanas ha circulado el nombre de Jordi Villacampa, expresidente del Divina Seguros Joventut y gran conocedor del entramado de este deporte en España. En su entorno tampoco se descarta esta posibilidad.

 

Algunos medios también han señalado a Albert Soler, expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) y responsable del baloncesto en el FC Barcelona. No obstante, lo cierto es que el dirigente se autodescartó él mismo, ya que él propuso que si bien se podía eliminar esa cláusula, sería óptimo que primero tuvieran que pasar dos años antes de que el exdirectivo de un club presidiera la ACB. Sin embargo, no prosperó la idea.

 

Además, tras el adiós de Roca el próximo 22 de noviembre, se deberá tomar decisiones importantes de cara a definir su futuro a corto y medio plazo. “Estoy convencido de que este proceso no debe estar dirigido por un presidente que se acerca al final de su mandato”, opinó Roca cuando presentó su dimisión.

 

El aún presidente también dejó entrever que su marcha responde a la falta de cohesión interna en la organización, pues consideró que el volante del baloncesto profesional español debe asumirlo “la persona que vaya a liderar la ACB en los próximos años y que además lo pueda hacer desde una renovada unidad entre los clubes asociados".

 

Cabe recordar que Roca llegó en 2014 con el apoyo unánime de todos los equipos y con el aval de haber participado en los primeros años de transformación de La Liga, especialmente en el área comercial. Sin embargo, esa unidad se ha ido descomponiendo en los últimos meses.

 

Primero, con los participantes de la Euroliga defendiendo unos intereses que distan de los del resto de miembros, y otros cargando contra la patronal por las dificultades de retener su plaza. La puntilla fue el desacuerdo para reducir el número de participantes y la demanda del Real Betis por seguir jugando en ACB pese a descender deportivamente.