Entorno

José Juan Pintó Sala: "Estamos en una gran época para el derecho deportivo español"

Marc Menchén

17 nov 2015 - 04:58

José Juan Pintó Sala (Barcelona, 1951) lleva cuarenta años al pie del cañón. Presidente y socio de Pintó Ruiz & Del Valle, procede de una familia de juristas con más de cien años de práctica y su experiencia le avala para repasar la situación del derecho deportivo español en la actualidad, así como para buscar soluciones a los importantes frentes abiertos en la industria. Él habla de suerte, pero también de constancia, ésa que le ha permitido incluso ser  el único español designado como árbitro de la división Ad Hoc del TAS para unos Juegos Olímpicos.

 

En una conversación distendida con Palco23 recuerda que escuchó por primera vez hablar de esta especialidad en sí misma hace ya varias décadas de boca de Antoni Maria Muntañola, exdirectivo del FC Barcelona. “Esto del derecho deportiu”, recuerda con cierta sonrisa sobre aquel comentario. Y hoy se le sigue llamando así, aunque según Pintó hay “una especie de sobredimensión” porque hoy  “cuando se arrienda un chalet o se le hace la declaración fiscal para un jugador la gente dice hacemos deportivo, y no es verdad”.

 

José Juan Pintó Sala 650
José Juan Pintó Sala, además de socio del despacho fundado por su padre, ha logrado ser árbitro del TAS.

 

¿Es una confusión?

 

No, pero la gente le llama así a todo lo que tiene que ver con el deporte sea por materia o por protagonistas. Hay despachos que se especializan en construcción, hostelería, y los hay que solo hacen deportivo, pero dentro de eso hay deportivo, fiscal, mercantil, etcétera. Hay un derecho deportivo y que sí que lo es, que es el que trata las normas específicas deportivas. Pero hay otro derecho, que también se llama así, pero le llaman así al derecho fiscal, civil o mercantil si el sujeto es un deportista o un club. Por más que un cliente sea una farmacéutica, el derecho de un edificio es civil, no farmacéutico.

 

¿Cómo han conseguido situar al despacho en lo alto?

 

Cuando yo empecé a trabajar hace cuarenta años hacía cero. Esto es una cosa que ha ido creciendo. Hay que procurar trabajar bien, estudiar y dar buen servicio, pero sobre todo la suerte. Tú lo puedes hacer muy bien, esforzarte mucho, que si nunca te encargan un asunto deportivo nunca serás especialista.

 

¿Cuál ha sido el gran golpe de suerte de José Juan Pintó?

 

He tenido muchos. Primero, que el Barça un día nos encargó un asunto litigioso y de orden mercantil, porque era el cambio de unos bonos, pero como eran unos bonos que dio el Barça al Argentinos Juniors para fichar a Maradona se convirtió en deportivo, aunque no lo era. Esto nos puso en contacto con el mundo del deporte y, además, el asunto se transaccionó, intervino también la Fifa… Es una suerte que te empieza a introducir en el sector.

 

¿Y a partir de ahí?

 

Pues vas evolucionando, y luego tuve la suerte de que un amigo mío belga se hizo secretario hace años de una asociación internacional de agentes Fifa. Él me llamó por si quería crear una sección jurídica dentro de esta asociación, lo que me puso en contacto con los agentes más relevantes del fútbol en aquel entonces. Fue otra gran ayuda, pero es que luego hubo otra porque precisamente la Fifa mandaba a estas reuniones a un representante a que lo insultaran. Todos se quejaban y sólo recibía... Luego en los descansos, como los agentes aprovechaban para hacer sus negocios, nadie le hacía caso y yo iba mucho a hablar con él. Pues bien, al cabo de uno años le hicieron presidente del departamento para el Estatuto de los Jugadores. Y cuando la Fifa se sometió a la jurisdicción del TAS, uno de los acuerdos era que pondrían una lista de árbitros especialistas en fútbol, y yo fui uno. Gracias a esta suerte aparecí en el TAS, lo que también ha sido un gran trampolín.

 

Usted viaja mucho, ¿qué imagen tiene el derecho deportivo español en el extranjero?

 

Yo creo que ahora España está muy bien. Hay varios despachos de aquí que tienen clientes por todo el mundo, que es muy difícil de conseguir y significa que tienen reconocimiento internacional. En el TAS hay varios árbitros españoles que son activos, son nombrados muchas veces y tienen prestigio. En el Tribunal Arbitral que se acaba de crear para la Copa América de Vela, hay uno de los tres que es español. No solo en fútbol, sino incluso en deportes de élite en los que hay gran pugna por estar, también hay gente de aquí. Estamos en una época buena para el derecho deportivo español.

 

¿Qué retos tiene el sector por delante? ACB, Fifa o La Liga evidencian que cada vez parece más difusa la frontera entre legislación básica y normas internas de los campeonatos…

 

Es un problema que está mal resuelto. Aquí nos encontramos con un dilema: por un lado, se organizan competiciones internacionales y por lo tanto hay competencia a nivel mundial, porque compiten ingleses con argentinos, españoles con africanos... Es indiscutible que la competición solo puede ser justa si está regida por unas normas que se aplican a todos por igual, por encima de las legislaciones estatales. No puede ser que, amparados en éstas, determinados clubes o selecciones tengan ventajas sobre los que compiten con ellos. Por otro lado, también es indiscutible que cada Estado tiene soberanía sobre sus ciudadanos y su territorio, y es indiscutible que repugna que una federación o asociación internacional tenga más poder que el Estado español, porque sería tanto como hurtar la soberanía.

 

¿Y cómo se resuelve?

 

Es evidente que hay un conflicto de intereses y que hay dos tendencias claras u opuestas: los que dicen que por encima de todo está la leal competencia entre los protagonistas de la competición y esto es más importante y debe prevalecer sobre la soberanía. Y otros que dicen que lo primero es la soberanía del Estado porque cuatro chicharelos del fútbol o del deporte que sea no pueden derogar las leyes ni hurtar la soberanía. Pero la solución solo es una, que son los tratados internacionales.

 

Explíquese…

 

Que entre muchos países, idealmente todos, se firma un tratado que diga, por ejemplo, que en materia de baloncesto se estará a lo que dispongan las regulaciones y estatutos de la federación internacional, y a lo que decida el tribunal que dirima las diferencias o litigios. Si la primacía de aplicación de la norma la tiene la Fiba por encima de la soberanía del Estado, pero la tiene porque así se ha convenido, ya no hurtas la soberanía. Ahora, a ver quién se dedica a trabajar todo esto.

 

Solución idílica…

 

Prepararlo es complejo y requiere mucho dinero y tiempo. Además, hay estados en los que el deporte no es tan importante como la soberanía. Es muy difícil convencer de que cedan poder.

 

Pedro Tomás, Matthieu Reeb; Gianni Infantino, José Juan Pintó Sala
De izq. a derecha: Pedro Tomás, Presidente del Comité de Apelación de la UEFA; Matthieu Reeb, Secretario General del TAS; Gianni Infantino, Secretario General de la UEFA; José Juan Pintó Sala, Presidente de Pintó Ruiz & Del Valle.

 

Entonces la prohibición de los TPO irá para largo, porque sólo España y Portugal batallan…

 

Es un tema difícil, porque tú no puedes cercenar un derecho reconocido en todo el mundo que es el derecho de propiedad y libre disposición de bienes y derechos que son de tu propiedad. Es el mismo dilema de antes: la Fifa prohíbe con unas sanciones y la gente puede decir que el derecho común permite disponer del derecho económico derivado del derecho federativo, peor es que la Fifa a la que te has apuntado lo prohíbe. Pues te aguantas. Es difícil prohibir cosas lógicas, y ahora lo que hacen es comprar un club. Si un club puede adquirir estos derechos de otros, ya no infringes porque no eres un TPO sino un club, y hay algunos que son muy baratos. La Fifa ya se dará cuenta y pondrá otra prohibición. Es una carrera de difícil manejo….

 

Hacienda ha puesto el foco en el fútbol… ¿los cambios de criterio no generan inseguridad?

 

Yo creo que no. Te puede gustar más o menos, pero ya te dicen que un 15% de los ingresos se cobran como derecho de imagen, y cuando tú ya sabes lo que te va a pasar eso te da seguridad jurídica. Otra cosa es que sea más o menos justa, o que te guste más o menos. La inseguridad viene del desconocimiento, cuando lo que te va a pasar no lo sabes. Siempre salen lo que se llama productos, inventos para pagar menos de lo que dice la legislación; antes funcionaban muy bien porque todo el mundo tenía una madre en las Antillas holandesas, pero toda esta fiesta se ha acabado. Hoy en día, con la comunicación y las bases de información que hay, se acaba sabiendo todo, pero todavía los que han tardado en asumirlo aún los van pillando y les meten estas clascas por no haber actuado a tiempo.

 

En su momento, la retirada de la ley Beckham ya restó atractivo fiscal para captar a deportistas… ¿seguimos siendo atractivos?

 

Salvo los países con fiscalidad baja pero que no son significativos, excepto el Mónaco que juega en Francia, están todos más o menos igual. La fiscalidad no es la misma y España es de las más altas del mundo, pero fíjate. Era una gran ventaja para los futbolistas extranjeros y probablemente promovió que vinieran más futbolistas de primerísima línea, pero cuando acabó su vigencia y todos pensaban que esto iría mal, hemos visto que han seguido llegando y no ha tenido ningún efecto negativo.

 

¿Dónde deberá poner el foco el derecho deportivo a medio plazo?

 

Todos los de la vida, porque al final el derecho lo regula todo. Desde la compra en la tienda de ultramarinos, hasta el derecho laboral, el pago de impuestos o el internacional.

 

¿Qué casos recuerda con más cariño?

 

Una cosa muy entretenida fue una emisión de obligaciones que hizo el RCD Espanyol en los años noventa. El interés de las obligaciones dependía de la clasificación del equipo  y a los de la CNMV fuimos a convencerlos de que dejaran emitir esto. Fue complicado y entretenido, pero al final se consiguió. Otra fue cuando Adidas y Nike se peleaban por saber quién tenía los derechos de imagen de Messi; nosotros le defendíamos a él y nos dio mucho trabajo y al final ganamos. Fíjate que siempre explicamos en los que ganamos.

 

¿Uno de los riesgos es la excesiva posición mediática a la que os someten estos casos?

 

En el mundo del deporte, las cosas tienen cincuenta veces más repercusión que las cosas normales. La noticia siempre sale, entre otras razones porque hay muchos medios, pero te diría que el abogado sale si quiere. Si no dices nada, a la gente no le importa quién es el abogado, sino que Nike se pelea con Messi o el Nápoles ha fichado a Maradona.

 

En más de una ocasión han dicho que prefieren por la formación que grandes fichajes y hoy ya son ocho socios y cincuenta abogados. ¿Qué les recomienda a los que quieren empezar?

 

Primero deben hacer una reflexión sobre si lo que les gusta es el derecho deportivo o el fútbol. Piensan que van a estar todo el día llevando cosas de Messi, contratos del Barça, ir al palco… no les gusta el derecho, sino el fútbol. Si les gusta el derecho, pues como en todo: trabajar serio, estudiar, que se sacrifiquen porque al principio tienes que hacerlo para progresar y entrenarte. Cuando te va bien, te sacrificas más. Y tener suerte.