Entorno
Inflación, ‘piratas’ y peajes: la Fifa da el golpe final al lucro en los fichajes
El regulador ultima la aprobación de una serie de medidas que busca poner coto a la figura del agente, un gremio que en 2018 se embolsó 385 millones de dólares en traspasos.
26 sep 2019 - 05:00
Mino Raiola se embolsó 27 millones de euros por el traspaso de Paul Pogba al Manchester United. Jorge Mendes es de factoel director deportivo del Wolverhampton, adquirido por la china Fosun con la asesoría de Gestifute, que tiene en cartera en torno a un centenar futbolistas. Son dos ejemplos de hasta qué punto los agentes han ganado protagonismo en el mercado de fichajes, algo que la Fifa ha decidido poner coto finalmente tras años de recomendaciones. En juego no sólo está la reputación del sector, sino un negocio que en 2018 ascendió a 548 millones de dólares (483 millones de euros).
Este importe equivaldría a un 7,8% del importe global que destinaron los clubes a la compraventa de futbolistas, pues en muchas ocasiones no se realizan tales pagos. No obstante, casos como el de Pogba evidencian el excesivo peaje que deben pagar los equipos para hacerse con las principales figuras, especialmente cuando se entra en una especie de subasta con más de un pretendiente. El que más ofrece de comisión, más opciones de ganar.
De hecho, el importe que percibió Raiola equivalía a un 26% del total de la operación, y son estos casos lo que se quieren impedir. Con el nuevo esquema propuesto por el regulador, el límite se situará en el 10%, tope máximo que podrán cobrar del club vendedor. El comprador podrá abonar otro 3% adicional, mientras que el asesor del futbolista podrá llevarse hasta el 3% del salario. Y nunca podrán ser la misma persona como hasta ahora.
La Fifa registró pagos a agentes por 483 millones de euros en 2018, una cifra equivalente al 7,8% del gasto en traspasos
“Queremos intentar garantizar que no hay conflictos de intereses entre club, agente y jugador”, ha explicado esta semana Emilio García-Silvero, director legal de la Fifa, en su paso por World Football Summit. El abogado insistió en que su idea no es convertir a este gremio en un chivo expiatorio, y abogó por “cooperar con los agentes, porque son necesarios para el sistema”.
A principios de 2018, la Uefa publicó un informe que señalaba que Gestifute, de Jorge Mendes, había participado un año antes en seis operaciones de más de 15 millones de euros y una cuota de mercado del 6%. Le seguían el italiano Alessandro Lucci, con cuatro traspasos, y otras firmas conocidas como la alemana Mondial Sports Management o las españolas Bahía Internacional y Media Base Sport, además de particulares como Mino Raiola.
El director general de un equipo de LaLiga admite que será más importante la incompatibilidad de la representación que el porcentaje en sí, pues lo primero es lo que les daba la exclusividad en una negociación. “Permitirles que fueran el único interlocutor válido es lo que ha permitido que puedan tener más fuerza para acordar los honorarios”, argumenta. Su rol, aun así, continuará siendo importante, pues no dejarán de ser los grandes asesores de los futbolistas, que de media les retribuyen con hasta un 5% de su salario bruto.
“Es como coger un taxi; es un profesional que se lleva el 10% de todo”, ironizaba precisamente ayer Luís Filipe Vieira, presidente del Benfica, sobre Mendes, al hablar de cómo se produjo la salida de Joao Félix al Atlético de Madrid. Ese importe no fue abonado por el equipo lisboeta, sino por el comprador, que concentró el 73% de estos pagos en 2018.
Las operaciones más lucrativas fueron nueve en las que la comisión para el agente fue superior a los diez millones de dólares, si bien no se revela cuáles fueron; en 466 traspasos, el pago osciló entre el millón y los 9,99 millones de dólares (hasta 8,8 millones de euros). El grueso del mercado está en comisiones por debajo de los siete dígitos, con 2.506 compraventas en las que el fee fue de entre 100.000 dólares y 999.999 dólares, y con 2.623 traspasos en el que los intermediarios percibieron más de 10.000 dólares. Sólo en 619 ocasiones, el agente que intervino no percibió nada.
La Fifa prefiere no fijar la comisión media, pues considera que suele estar muy ligada al precio de cada incorporación. Sin embargo, sí ofrece una estimación sobre el porcentaje que reciben de los clubes compradores por traspaso. En compraventas de futbolistas por menos de un millón de dólares, el fee equivale al 28,2% de la misma, un porcentaje que baja al 12,4% en operaciones de hasta cinco millones de dólares, y hasta el 7,3% si la venta superó los cinco millones de dólares.
La Fifa también pondrá fin a los clubes que, en lugar de competir, basan su negocio en la especulación con futbolistas
La limitación impuesta finalmente, fruto de un proceso de negociación de varios meses, es incluso superior a la prevista inicialmente, cuando la recomendación era que no se excediera el 15%. También era un anhelo de los clubes euros, y en 2018 la Uefa confirmó la creación de impuestos en el mercado de fichajes y su idea de limitar los honorarios de los intermediarios y agentes, pues Europa concentra el 96% de estas comisiones.
El hecho de que se paguen comisiones a todos los niveles también responde a que cada vez más han surgido clubes controlados por agentes, o incluso por accionistas cuya única intención es generar plusvalías con la compraventa constante de jóvenes talentos. Un ejemplo es Gino Pozzo, que en su etapa en el Granada CF llegó a controlar a todo el filial y parte del primer equipo.
Y ahí la Fifa también ha intervenido, pues se limitará la cesión internacional de jugadores de 22 años o más. A partir de 2020-2021, se establecerá un máximo de ocho cesiones, que se reducirá a seis para 2022-2023. Esta medida implica que en esa campaña sólo se podrán ceder un máximo tres jugadores e incorporar a otros tres futbolistas en calidad de cedidos, con tal de “evitar el acaparamiento de jugadores y garantizar que los préstamos tengan un propósito deportivo válido para el desarrollo juvenil en lugar de fines comerciales”.
Está por ver cuál será el impacto de todas estas medidas en un mercado que aún no ha encontrado su techo tras superar la barrera de los 7.310 millones de dólares (6.632 millones de euros) en 2019. ¿Será 2020 el primer año en el que realmente se pinchela burbuja de los traspasos?