Entorno

Hombrados, el jugador más longevo en Asobal que ya hace carrera en los despachos

El portero del BM Guadalajara es también el presidente de la Federación Madrileña de Balonmano, y desde hace unos años prepara el salto completo a su vida profesional fuera de la pista.

Guillermo G. Recio

9 jul 2018 - 04:59

“Un profesor me dijo que debía elegir entre el balonmano y los exámenes mientras yo estaba disputando la Champions”

 

 

Pocos deportistas profesionales alcanzan los 46 años y siguen compitiendo en el máximo nivel de su disciplina. Es el caso de José Javier Hombrados, actual portero del BM Guadalajara y hasta el momento el jugador más longevo en la liga Asobal, que desde hace varios años pospone su retirada del balonmano mientras ya trabaja como consultor en algunos proyectos deportivos.

 

El deportista explica en una entrevista con Palco23 que después del salto del Atlético de Madrid en 2013 a la liga catarí, empezó a pensar en un escenario fuera de las pistas. Sin embargo, en 2015, después de haber disputado una temporada en Alemania, fichó por el club de Guadalajara por su proximidad a Madrid, su ciudad natal. Ahora, ha vuelto a extender su contrato un año más para seguir defendiendo su portería en 2018-2019.

 

“En 2016 empecé a trabajar con una empresa de escuelas de fútbol internacional, que actualmente ya no existe, y de la que era director de relaciones institucionales”, señala el deportista, que es ingeniero técnico de sistemas por la Universidad de Salamanca y cuenta con varios másters en gestión municipal deportiva y coaching deportivo. “En diciembre de 2016 decidí ayudar a la Federación Madrileña de Balonmano y después me eliggieron presidente”, destaca, sobre algo que no estaba planeado.

 

La formación es una de las claves para seguir jugando y poder compaginar sus funciones en la federación, trabajar como consultor externo en toda clase de proyectos y dar clases en escuelas de negocios como PONS, donde cursó él mismo el máster en representación de artistas y deportistas. “En los deportes más minoritarios es más habitual que los deportistas se formen porque cuando acaban no se puede vivir. Se preocupan un poco más que el fútbol o el baloncesto”, argumenta.

 

 

 

 

Pese a ello, Hombrados apunta que “compaginar una carrera deportiva con estudios es muy difícil. Ahora hay más facilidades y desde las universidades se ve positivo, como en Estados Unidos, pero yo me he encontrado en situaciones donde no podía cambiar la fecha del examen”. “En una ocasión, un profesor me dijo que debía elegir entre el balonmano y los exámenes mientras yo estaba disputando la Champions”, critica.

 

Todas estas experiencias son por las que el portero destaca el alto potencial de los deportistas que tienen un recorrido fuera de las pistas y enlazan con una carrera profesional en los despachos. “Tenemos un punto fuerte, que son las relaciones sociales, ya que ser conocido genera facilidad de acceso y simpatía cuando te reúnes con otros directivos”, comenta.

 

Más allá de la cara visible de un deportista, también importa el sacrificio y las vivencias del deporte. “Estamos acostumbrados a ser nómadas, a tener horarios malos y a hacer las tareas necesarias sin importar el tiempo dedicado”, argumenta, sobre el por qué hay algunas empresas en las que hasta el 80% de la plantilla son deportistas.

 

Hombrados reflexiona sobre más cuestiones relevantes y también considera que “un aspecto importante es que no hemos vivido con estabilidad y no necesitamos un contrato indefinido, ya que en mi caso el máximo acuerdo que he firmado ha sido de cuatro años”. “Esto es bueno porque la sociedad está cambiando y ahora la gente trabaja por proyectos”, añade.