Entorno

Hansen (Valor de Rugby): “En España hay muchos equipos pero pocos clubes”

Juan Carlos Martín, expresidente de la Asociación de Clubes y de El Salvador, presentó su candidatura a las elecciones de la Federación Española de Rugby (FER), en las que rivalizará con el actual presidente, Alfonso Feijoo.

Álvaro Carretero

2 ene 2020 - 04:58

Juan Carlos Martín, expresidente de la Asociación de Clubes y de El Salvador, presentó su candidatura a las elecciones de la Federación Española de Rugby (FER), en las que rivalizará con el actual presidente, Alfonso Feijoo.

 

 

Trascender el nicho. Durante el último lustro, el rugby español se ha afanado por ser el siguiente deporte que rompiera esta barrera y alcanzase una mayor masa crítica de aficionados pero, lejos de acercarse a su objetivo, hoy parece aún más distante. “Nos hemos pasado los últimos cinco años diciendo que íbamos a ser los siguientes en explotar, y aún seguimos sin saber cuándo”, afirma Juan Carlos Martín, conocido en el sector como Hansen, que se presentará a las próximas elecciones de la Federación Española de Rugby (FER).

 

La candidatura del expresidente del club El Salvador y de la Asociación de Clubes rivalizará con la de Alfonso Feijoo, actual presidente de la FER, que apuesta por la continuidad del proyecto frente al cambio de modelo que plantea Hansen. Para ello aboga por dar un mayor impulso a este deporte en España, que sólo llegará, afirma, una vez los clubes tengan ingresos suficientes como para profesionalizar sus estructuras y puedan concentrarse en la promoción desde la base.

 

Pregunta: ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el rugby en la actualidad?

 

Respuesta: Hay un reto importante para recuperar la imagen del rugby. Se han perdido trenes, pero nunca es tarde. Creo que los valores y el producto son muy aprovechables y a la vista está que en otros países, cuando está bien gestionado, puede ser un deporte espectacular. Sin embargo, en España siempre han existido muchos recelos en todas las partes y eso afecta a la relación tanto con los aficionados, como con los patrocinadores. Hay que comunicar en base a un plan y eso no se ha hecho, porque no había un rumbo definido ni un objetivo común.

 

 

 

 

P.: ¿Qué planes tiene en mente para dinamizar el rugby entre las bases?

 

R.: Aún no se han presentado acciones concretas, pero estamos poniendo las bases para trabajar con una nueva federación. Lo primero es montar una directiva que sea reconocible en el sector y pueda liderar la transformación del rugby en España.  

 

P.: ¿De dónde deben derivarse los ingresos que obtiene la federación?

 

R.: Si queremos aumentar de verdad la parte de patrocinios y repercusión mediática hay que dar más confianza y fragmentar los productos. Muchos no valen nada a día de hoy y hay que trabajarlos a medio y largo plazo, como están haciendo otras competiciones. Además, hay que medir el retorno y separar el tipo de patrocinador para que cada uno explote unos activos, desde el rugby base, hasta el masculino, el femenino, los eventos...

 

P.: ¿Qué papel va a jugar la federación internacional en el desarrollo del rugby español?

 

R.: Hay que ir de la mano con World Rugby y estar alineados estratégicamente con ellos. Si se consigue, hay un potencial altísimo en esa alianza, porque son quienes deben acompañar a la FER en la organización de eventos, en aportar conocimiento para transformar su estructura y aportar el músculo necesario para dar un salto mayor. No digo que la relación que hay en la actualidad sea mala, pero se limita a cuestiones burocráticas o a proyectos ya existentes. Lo que hay que conseguir es reforzarla y ser interesantes para ellos como para que apuesten por acelerar el mercado español.

 

 

 

 

P.: ¿Qué relación espera tener con los clubes de ganar las elecciones?

 

R.: Trabajar con los clubes, no a costa de ellos. La FER debe seguir siendo parte de la División de Honor, porque tiene los derechos de televisión y hay muchos órganos que dependen de ella, como la gestión deportiva y árbitros. Hay que alcanzar un convenio de colaboración que aúne todos los intereses.

 

P.: ¿Considera que así se evitaría la posible creación de una liga gestionada por los clubes?

 

R.: No se puede hacer nada sin ir de la mano de la FER, sería un suicidio. La federación tiene que ser un facilitador de las herramientas, de metodología, de apoyo logístico y económico… Pero los que tienen que desarrollar el ecosistema y ser los protagonistas son los clubes. Son los que generan niños, audiencia, aficionados…

 

P.: Demanda que los clubes hagan un mayor esfuerzo, pero ¿cómo conseguirlo cuando aún no son estructuras profesionalizadas y apenas generan ingresos propios?

 

R.: Ahora mismo tenemos muchísimos equipos pero pocos clubes. Nuestros equipos se tienen que convertir en clubes y profesionalizarse. Hasta ahora van improvisando, no tienen campo, ni gerentes, ni apenas ingresos. A eso se añade que se necesitan muchos niños para hacer una plantilla, que compiten con deportes que tienen muchos más medios, que tenemos los seguros más caros… Y al final todos esos factores son un hándicap. Sin embargo, se ha demosrado que cuando se consigue una masa crítica suficiente, como Madrid, hay interés.

 

P.: ¿Qué incentivos deben tener los clubes para que su esfuerzo en la formación se vea recompensado?  

 

R.: Ahí está la gran pregunta. Actualmente la FER es percibida como un ente que sólo pide impuestos, cuesta dinero y, además, reparte pocos ingresos. Ese modelo se tiene que dar la vuelta y que la federación obtenga la financiación no de las aportaciones de otras entidades, sino de los patrocinadores, los derechos audiovisuales y otros activos. Ahora mismo los clubes pagan una cuantía muy importante, pero si se elimina ese tributo y, además, se le da un retorno, podrán invertir más en sus estructuras, en impulsar programas con niños y en organizar eventos en sus ciudades. Son ellos los que abren los espacios para poder comunicar, los que suministran datos, información y llegan a los medios de comunicación.