Entorno

García (Sporttoury): “Hay que globalizar el turismo deportivo de España como se ha hecho con el de ‘sol y playa’”

El consejero delegado del sello de calidad de turismo deportivo asegura que el país aún no es un referente internacional en el sector pese al potencial que tiene como exportador de talento deportivo.

García (Sporttoury): “Hay que globalizar el turismo deportivo de España como se ha hecho con el de ‘sol y playa’”
García (Sporttoury): “Hay que globalizar el turismo deportivo de España como se ha hecho con el de ‘sol y playa’”

Patricia López

15 mar 2018 - 04:57

“España aún no es un referente internacional en turismo deportivo. Tenemos que aprender de nuestros competidores”

 

 

El turismo deportivo internacional en España generó un negocio de más de 12.000 millones de euros en 2017. Numerosas compañías del sector turístico se han sumado a la carrera para aprovechar las oportunidades que ofrece el deporte, pero esta es una prueba de fondo para una industria que ha hecho negocio al calor del turismo de sol y playa. “El deporte es el mejor aliado para desestacionalizar el turismo en España”, asegura Antonio José García, consejero delegado de Sporttoury, la marca de turismo deportivo impulsada por la Asociación del Deporte Español (Adesp) con el aval de las federaciones y el Comité Olímpico Español (COE).

 

La compañía se dedica a auditar a los hoteles en busca de aquellos que cumplan las condiciones para recibir a turistas deportivos. “Valoramos la instalación y su entorno para la práctica deportiva, pero sobre todo la actitud: que adapten su oferta a lo que un deportista de élite y amateur necesita”, comenta.

 

¿España ha conseguido proyectarse al exterior como destino turístico deportivo?

 

Desde mi punto de vista aún falta mucho para eso. El turismo deportivo se tendría que entender como motor económico, pero no se está aprovechando al 100% porque se tendría que hacer más desde la Administración para conseguir mayor rentabilidad. No se está canalizando el éxito de deportistas de élite para presentar España como un destino turístico y se están dejando escapar oportunidades en un país que tiene mucho éxito deportivo y que ya es muy visitado por otros motivos.

 

¿La mayoría de iniciativas vienen por la vía privada?

 

Muchas de ellas sí. El ejemplo es Rafa Nadal, que ha creado su propia instalación para preparar a tenistas y deportistas de otras disciplinas. Cada año reciben a atletas que compiten en triatlón y que utilizan su complejo para prepararse, y ha tejido un ecosistema que acompaña, con un hotel, una residencia y una clínica, además del gimnasio, el museo y la academia de tenis. Ahora está colaborando con varios resorts en México para expandir su marca de centros de tenis.

 

 

 

 

Y desde la Administración, ¿qué considera que se debería trabajar?

 

Creo que desde el Gobierno son necesarias una serie de acciones. Independientemente del sistema de detección de potencial deportivo tendría que haber un afianzamiento de ese talento en España para que no se fugue. Hay que encontrar las herramientas necesarias para explotar ese talento, y eso puede conseguirse por la vía de la colaboración público-privada.

 

El turismo deportivo está también vinculado a la celebración de eventos, no sólo para practicantes sino también para atraer a turistas como espectadores y aficionados. ¿Qué movimientos deben hacer las federaciones y las ciudades para volver a atraer este tipo de citas?

 

Ahí la clave está en la iniciativa privada. Por ejemplo, el Wanda Metropolitano no se hubiera adjudicado la celebración de la final de la Champions League de 2019 de no ser por la compañía china. A partir de ahí, la coordinación con las administraciones públicas y las federaciones es muy relevante. Nosotros tenemos que generar esos eventos, creándolos a través de las federaciones y la Administración. Una vez que se obtiene la posibilidad de hacerlo hay que comunicarlo porque si no se queda todo en el ámbito deportivo; hay que entenderlo como un negocio transversal que tiene impacto en la economía, en la salud y la proyección del país en el exterior.

 

El turismo deportivo, ¿es el mejor aliado para desestacionalizar esta industria en España?

 

Sin duda. El deporte tiene algo que el turismo de sol y playa no puede resolver: la posibilidad de desestacionalizar la demanda porque se pueden programar las pruebas en un momento en que no hay demanda turística como tal. Eso es lo que están haciendo los grandes maratones como Valencia, Barcelona y Sevilla, que atraen a un gran número de visitantes: desde corredores y familiares, hasta la gente que se desplaza para ver la prueba.

 

 

 

 

Los grandes eventos deportivos se organizan en las principales ciudades. ¿Se debería buscar la deslocalización?

 

Los eventos organizados por iniciativa privada demandan celebrarse en grandes ciudades porque son más rentables. Ese tipo de citas es complicado que se reubiquen, pero aquellas competiciones federativas, como las finales de la Copa del Rey o las eliminatorias de la Copa Davis, suelen distribuirse por todo el territorio. Además, algunas pruebas exigen de una geografía determinada que obliga a ubicarse en emplazamientos como Lanzarote o Mallorca, donde se organiza el Ironman, o el descenso del Sella, en Asturias. Son regiones que prácticamente viven de ese evento o de la gente que acude para prepararse para la cita.

 

¿Qué oportunidades hay de que España se convierta en referente internacional de este tipo de turismo?

 

Creo que todavía no lo somos porque los grandes atractivos están en otros países. Lo que deberíamos hacer es coordinar y comunicar las acciones entre el sector público y el privado. El segundo paso sería promocionarlo mucho más, explicar las pruebas que se pueden hacer en España y por qué tenemos deportistas de élite en este país. Hay que globalizar esta oferta y hacer un buen catálogo que se pueda exportar, como ya se ha hecho con el sol y playa. Hay que dar a conocer de manera coordinada el turismo deportivo, porque tenemos todas las herramientas.

 


 

 

¿Qué tiene que aprender España de otros países más punteros?

 

A comunicarlo. Si miras el medallero, lo países que tienen más medallas son los que más esfuerzo han hecho en rentabilizar sus éxitos deportivos. En Estados Unidos las empresas lo hacen muy bien; por ejemplo, si un atleta gana una medalla olímpica, promocionan a ese atleta y comercializan ese éxito, para tener una rentabilidad económica. Todo ello amparado en criterios de sostenibilidad y sin masificación, como ocurre con el Descenso Internacional del Sella, una prueba que reúne a 15.000 personas, además de los visitantes, que se celebra en condiciones óptimas de sostenibilidad medioambiental y económica.

 

¿A qué otros países debe mirar España?

 

Tiene que mirar hacia sus competidores, como EEUU y Reino Unido, que tiene en Londres un polo de atracción constante de eventos deportivos. Pero también a China, que se ha destapado como un gran destino de turismo deportivo por su extensión, por sus espacios naturales y porque, en un momento en que todavía colea las olimpiadas de Pekín, se ha adjudicado la celebración de los Juegos de Invierno 2022. La práctica deportiva se ha instaurado en el subconsciente de la sociedad.