Entorno

Fútbol femenino: ¿cómo superar los contratos de once meses y dinamizar el mercado de fichajes?

Cerca de la mitad de las futbolistas firmaron contratos de seis a doce meses, lejos de los 27 meses de media de los jugadores del fútbol masculino. Hace falta que los clubes y las ligas tengan la capacidad de planificar y extender las duraciones de los convenios.

Daniel López

8 feb 2019 - 04:57

Fútbol femenino: contratos de once meses y la necesidad de planes a largo plazo

 

 

Las jugadoras profesionales tendieron en 2018 a firmar acuerdos más cortos en comparación al sector masculino. La duración aproximada de los contratos firmados por futbolistas femeninas en traspasos internacionales fue de once meses. El 48,4% de las jugadoras firmaron contratos de seis a doce meses, mientras que el 32,8% firmaron por seis meses o menos con sus respectivos clubes. Apenas un 15,4% de estas hizo lo propio para entre doce y veinticuatro meses, y sólo un 3,4% para más de dos años. 

 

Por su parte, los profesionales del fútbol masculino firmaron relaciones laborales de aproximadamente 27 meses. La Fifa confía en que esta diferencia sea cada vez más pequeña a medida que la industria femenina gane madurez. El regulador de este deporte quiere contribuir a que los clubes y ligas extiendan las duraciones de los contratos, y a que se fomenten los traspasos internacionales de jugadoras entre confederaciones, según indica en su estudio Global Transfer Market Report 2018.

 

Para ello se antoja clave el marco regulatorio de la Fifa, crítico para la profesionalización del fútbol femenino. Pero también programas renovados, como el del calendario internacional para el periodo 2020-2023, que puede traer cambios sustanciales para muchas selecciones femeninas en cuanto a preparación para las competiciones oficiales.

 

 

 

 

Uno de los cambios principales es la reducción de las fechas Fifa que existen actualmente, pasando de siete a seis (se elimina la fecha de enero), y la discriminación de dichas fechas en función de los torneos o partidos clasificatorios mediante ventanas. Esto significa que las selecciones podrían estar concentradas más días, hasta un máximo de diez y no de nueve como en la actualidad, y hasta catorce días en caso de partidos clasificatorios que realicen las confederaciones como Asia y África para sus torneos continentales.

 

Aunque de primeras parece que estas ventanas beneficiarán más a las selecciones y un poco menos a los clubes a la hora de liberar a sus jugadoras, la Fifa se muestra confiada en que el nuevo calendario ayudará a las entidades a hacer planes a largo plazo. Y es que la federación considera que 2020-2023 es un periodo más que suficiente para que los equipos se organicen, mientras que antes los periodos establecidos eran mucho más reducidos.

 

En 2018, año en que el gasto en traspasos se cifró en 564.354 dólares (493.671 euros), la vasta mayoría de los 220 clubes involucrados en la red de transferencias internacionales sólo completaron fichajes, en concreto el 82,7% de los equipos. Así, sólo el 2,7% de las entidades únicamente vendieron jugadoras, mientras que el 14,5% restante completó tanto entradas como salidas en el escenario global.

 

 

 

 

El número relativamente bajo de clubes que vendieron está estrechamente relacionado con la alta proporción de salidas que se dieron tras finalización de contrato. En 2018, este tipo de transferencias representaron el 88,9% del total de movimientos de jugadoras a escala internacional.

 

Por supuesto, esta es una señal evidente del nivel de profesionalización del sector. Cada traspaso global de una futbolista que previamente jugó como amateur y que firma su primer contrato profesional con un nuevo club se contabiliza como un traspaso. De las 619 contrataciones de esta clase que se realizaron en 2018, ese fue el caso de 266 traspasos. La Fifa advierte que con la profesionalización del fútbol femenino, esa cifra se mantendrá alta.