Entorno

Ferran Aril (Federación Catalana de Balonesto): “El deporte ha sido maltratado por la Generalitat y las autoridades”

El presidente de la Federación Catalana de Baloncesto considera que las administraciones no han tenido en cuenta a las federaciones y clubes deportivos en contraposición con otros sectores, como, por ejemplo, la cultura.

Albert Ferrer

1 abr 2021 - 04:51

Ferran Aril (Federación Catalana de Balonesto): “El deporte ha sido maltratado por la Generalitat y las autoridades”

 

 

Ferran Aril Duran es el presidente de la Federación Catalana de Baloncesto desde 2019, cuando relevó a Joan Fa, que llevaba en el cargo desde 2010. Aril es agente de aduanas y ha ejercido como jugador y presidente de la Agrupació Esportiva Sedis Bàsquet, cargo que mantuvo entre 1982 y 1986. Durante los últimos 26 años ha ostentado el cargo de vicepresidente de la Federación Catalana de Baloncesto (FCB) hasta su reciente ascenso a la presidencia. El directivo aboga por que las administraciones tengan en cuenta a las organizaciones deportivas y a sus clubes, que han sufrido grandes contratiempos durante la pandemia.

 

Pregunta: Tras el Covid-19, ¿cómo está el baloncesto?

R.: Después de estar prácticamente un año parados, hemos vivido una temporada llena de dificultades y, por suerte, ahora poco a poco comenzamos a respirar. Se están comenzando a retomar las competiciones a todos los niveles y empezamos a ponernos en marcha tras todo el tiempo en el que hemos estado parados. Tenemos muchos clubes y gente trabajando en ello para garantizar la seguridad de todos los jugadores y que el baloncesto catalán recobre su esencia. El estar un año parados implica muchos problemas, sobre todo en el ámbito empresarial, ya que a las cuarenta personas que trabajan en la federación entre las distintas regiones catalanas se les aplicó un expediente de regulación de empleo (Erte) y han tenido dificultades para realizar su trabajo.

 

P.: ¿Cómo ha afectado la pandemia al número de federados?

R.: En una situación normal solíamos cerrar el año con 75.000 licencias, y ahora nos encontramos con poco más de 63.000 deportistas federados. Teniendo en cuenta que hemos estado parados un año, tampoco ha sido tan grave como preveíamos. Por suerte no han desaparecido clubes, pero sí equipos, pues faltan jugadores que se han ido desvinculando del baloncesto. Además, aspectos como el horario del toque de queda han sido unos condicionantes que han complicado más aun las cosas, pues los más mayores no podían entrenar con normalidad, sobre todo cuando comenzaban los entrenamientos a falta de media hora para que la medida se activara. Hay muchos factores que han sido negativos para nuestros intereses y, además, creo firmemente que el sector del deporte ha sido maltratado por la Generalitat y las autoridades. En distintos actos de cultura se han permitido acciones con 5.000 personas en las butacas y, en cambio, en el deporte no se permite que haya cien personas en un recinto. He mantenido varias reuniones con distintos consellers de la Generalitat y no han sabido darme una respuesta.

 

P.: ¿En el baloncesto hay dependencia de los apoyos públicos?

R.: Totalmente. Si a los clubes se les ha privado de entrenar y jugar, sus jugadores no pagarán las respectivas cuotas. Si los clubes no cobran, la federación no factura. Por ende, si no se compite, la federación no cobra las licencias. Nos encontramos en una rueda que va girando sin cesar. Por lo que tengo entendido, las ayudas de las administraciones han ido destinadas más hacia empresas privadas que regentan gimnasios y centros de fitness; en cambio, el aporte hacia clubes y federaciones ha sido mínimo.

 

 

 

 

P.: ¿Qué papel debe tener la administración en esta nueva etapa tras el Covid-19?

R.: Por lo que he visto en los últimos meses, hay pocas acciones y, generalmente, todo termina en palabras. Al deporte se le debe ayudar. Si realmente consideran que es fundamental para el desarrollo de los jóvenes, que demuestren con acciones todo aquello que proclaman. Las administraciones deberán hacer un planteamiento de ayudas a medio-largo plazo para revertir la situación, ya que a todas las federaciones se les ha privado de competir, no tan solo a la nuestra. La situación es grave y, si el Gobierno catalán no pone de su parte, revertirlo será difícil.

 

P.: ¿Cómo debe ayudar la federación a las competiciones?

R.: En el momento en que nos han dejado volver a competir, hemos tenido que reorganizar el calendario para poder llevar a cabo las distintas ligas y torneos que organizamos. No es lo mismo tener nueve meses de competición que disputarla tres meses. Habrá que ajustar presupuestos al tiempo en que se celebran los eventos. La federación ha dejado de ingresar unos tres millones de euros por no haber prácticamente actividad este año. Tenemos un presupuesto de entre siete millones y ocho millones de euros, uno de los más altos de las federaciones deportivas catalanas y, pese al Covid-19, cerramos el ejercicio con un déficit de 900.000 euros.

 

P.: Desde sus inicios en este sector, ¿cómo ha evolucionado la industria del deporte?

R.: El sector implica a muchísima gente, directa e indirectamente. No sólo ha afectado la parada del deporte, si no la gente que forma parte de él, y ha tenido un impacto muy importante. Toda la gente que no ha podido llevar a cabo su actividad diaria ha sufrido, sobre todo durante todo este tiempo.  

 

P.: En este sentido, ¿dónde considera que están Cataluña y España respecto a otros países de su entorno?

R.: El baloncesto es uno de los deportes que tiene más salud en nuestro país, la fuerza que tiene desde el punto de vista organizativo y de jugadores es muy grande. Si podemos retomar la competición con totales garantías en septiembre, el nivel seguirá siendo alto y podremos competir a gran nivel, dejando el baloncesto catalán a la altura en que se situó antes de la parada obligatoria de la competición por el Covid-19.