Entorno

Fernando París (Fagde): “Si el IVA baja, habría un pequeño margen para bajar precios”

El presidente de la Federación de Asociaciones de Gestores del Deporte de España (Fagde) considera que España ya no es un país “tercermundista” en práctica deportiva pero reconoce que hay un margen de mejora para crecer. 

Fernando París (Fagde): “Si el IVA baja, habría un pequeño margen para bajar precios”
Fernando París (Fagde): “Si el IVA baja, habría un pequeño margen para bajar precios”
"Cuando más crece la actividad deportiva, más calidad de trabajo hay".

M. L-E.

3 feb 2022 - 05:00

La colaboración público-privada, más necesaria que nunca. Tras el Covid-19 y con la administración invirtiendo la mayoría de sus recursos en sanidad, educación, pensiones y ayudas a la dependencia, no habrá más remedio que apoyarse en el sector privado para construir o renovar los centros deportivos construidos hace cuarenta años. Además, según Fernando París, presidente de la Federación de Asociaciones de Gestores del Deporte de España (Fagde), asociación que aglutina a doce asociaciones autonómicas y a más de 1.400 personas del sector de la gestión deportiva, España ya no es un país tercermundista en la práctica deportiva, pero hay un margen de crecimiento. Un 40% de los asociados a la entidad son gestores deportivos que prestan servicios a la administración, pero también hay gestores que prestan servicios a clubes, federaciones, sector académicos, centros privados, empresas de servicios deportivos y centros deportivos.

 

 

Pregunta.: ¿Cuáles son las principales problemáticas que se encuentran actualmente los gestores del deporte en España?

 

Respuesta: La problemática es la misma que en otros sectores a todos los niveles por la pandemia. El Covid-19 ha tenido un impacto muy negativo en la actividad, economía y en las empresas y entidades de carácter deportivo, pero no sólo esto, sino que ahora hay que ver la incertidumbre que genera la pandemia como un agujero negro. Sabemos más cosas pero aún es difícil prevenir. La recuperación por parte de las empresas de servicios deportivos, fitness y espectáculo deportivo tardará.

 

 

P.: ¿Han cambiado las condiciones de los contratos?

 

R.: Los mejores tratados han sido las de las empresas que han trabajado con la administración, porque muchas han sido compensadas. Sin embargo, las que tenían concesiones de obras y servicios han tenido dificultades porque aún no han recuperado los porcentaje de uso previo a la pandemia, y se sitúan entre un 25% y un 30% por debajo de los niveles prepandemia. En escuelas deportivas o actividades acuáticas, en cambio, la actividad se ha recuperado. Algún día, la administración tendrá que resolver algunos contratos para buscar el reequilibrio de la concesión.

 

 

P.: ¿Cuáles son los principales puntos de choque con la administración actualmente? 

 

R.: Nos sigue llamando la atención, y lo hemos trasladado junto a otras entidades o patronales, la tributación que tienen los servicios deportivos, que es la máxima, del 21%. Hace nueve años pasó del 8% al 21%, trece puntos más que han supuesto un impacto importante en el precio de los servicios. Esto ha incrementado, por ejemplo, el precio de actividades extraescolares. Si el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) baja, habría un pequeño margen para bajar precios, incrementar beneficio y mejorar la remuneración de los técnicos y personas que se dirigen.

 

 

 

 

P.: ¿El precio sigue siendo la principal ventaja de los operadores públicos?

 

R.: A veces ocurre que se habla de competencia desleal, pero es importante decir que los centros de fitness con servicios deportivos se han desarrollado en las últimas dos décadas porque los ayuntamientos han promocionado el deporte. Sin ellos, no habría este caldo de cultivo.

 

 

P.: ¿El Covid-19 ha cambiado el modelo de ofrecer servicios deportivos? ¿Debe cambiarse el modelo?

 

R.: La pandemia ha traído elementos positivos para el deporte, ya que el binomio deporte y salud ha salido reforzado de la pandemia. El deporte federado seguirá siendo igual, aunque con incremento del femenino, pero el modelo de práctica deportiva no está claro que siga siendo igual. Hay mayor utilización del espacio urbano y hay más actividades en la naturaleza.

 

 

P.: ¿Cómo afecta el pinchazo de Peloton al retorno a los centros de deporte?

 

R.: El home fitness seguirá siendo un complemento. En el confinamiento parecía el no va más, pero no ha sido así. Pero el modelo está cambiando en relación a los servicios tradicionales de fitness.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué demanda el cliente al gimnasio público tras el Covid-19? ¿Cuál es el perfil actual que opta por este tipo de centro?

 

R.:  El fitness se orientará a actividades más selectas, personalizadas y con el apoyo de la tecnología, pero sin que se sustituya a las actividades deportivas. También iremos a grupos más pequeños, porque las macro clases de cincuenta personas con música y todos pegados codo con codo se verán más limitadas. El modelo de actividad física va a cambiar. Y las entidades se van a saber adaptar.

 

 

P.: ¿Hay suficiente colaboración entre la administración y los gestores deportivos? ¿Ha aumentado tras el Covid-19?

 

R.: Uno de los éxitos que tiene el sistema deportivo español es la colaboración público-privada y el público. Esta colaboración cada vez será más estrecha porque los recursos públicos estarán limitados por lo más demandado en el estado del bienestar: sanidad, educación, pensiones y apoyo a la dependencia. Esto va a representar la mayor parte de la aportación pública, por lo que cada vez habrá menos margen para que las administraciones desarrollen servicios deportivos, que implicará tener que recurrir a procesos de colaboración pública y privada. Los ayuntamientos no van a tener recursos para renovar o construir las instalaciones que ahora tienen 40 o 45 años. La colaboración no pasa por un mal momento, al revés, será una necesidad de las dos partes.

 

 

P.: ¿Cómo pueden obtener ventaja los gestores deportivos frente a otros operadores como los gimnasios low cost?

 

R.: Hay muchas realidades distintas. Las administraciones ofrecen un servicio básico al conjunto de la ciudadanía y el sector privado ofrece otros servicios complementarios distintos o diferenciados. La administración tiene que ofrecer la posibilidad a la gente de generar hábitos deportivos y si alguien quiere un servicio de carácter especial, como sauna o spa, tendrá que ir al sector privado y pagar el coste real del servicio. La raya de hasta dónde tiene que llegar la administración es una discusión que siempre ha estado ahí. También hay que diferenciar lo que ocurre en las grandes ciudades de lo que ocurre en los municipios porque hay algunos centros que si no los hubiera hecho la administración, nadie lo hubiera hecho porque no hay negocio.

 

 

 

 

P.: ¿España es un mercado atractivo para los gestores deportivos?

 

R.: Ya no somos un país tercermundista en el sector del deporte, pero hay margen de crecimiento para llegar a los niveles de los Países Nórdicos, Reino Unido o Alemania. Cuando más crece la actividad deportiva, más calidad de trabajo hay.

 

 

P.: ¿En qué han fallado los gestores públicos a la hora de retener clientes?

 

R.: Hasta hace muy poco, en las administraciones públicas no se entendía que los gestores de programas deportivos o de instalaciones públicas, debían desarrollar trabajos de comunicación, márketing o captación de clientes. Hay que hacer que la gente vaya a los centros. Por ejemplo, si el centro está abierto por la mañana, hay que alcanzar acuerdos con los colegios del barrio para utilizarlo y que, al menos, sea rentable socialmente. Todo el mundo sabe que, por supervivencia, las instalaciones o son eficaces o eficientes o terminan desapareciendo, por lo que hay que adoptar medidas para atraer y retener los clientes. Ya no vale esperar a que la gente vaya, hasta Coca Cola gasta mucho en recordar que existe.