Entorno

Extremadura: una región ensombrecida por el deporte español

La comunidad autónoma, que cuenta con menos de 90.000 licencias cuenta con una de las tasas más bajas de deportistas federados, no organiza ningún evento internacional ni cuenta con clubes que ejerzan de referentes para impulsar la práctica deportiva en la región. 

Álvaro Carretero

20 may 2019 - 04:56

La comunidad autónoma, que cuenta con menos de 90.000 licencias cuenta con una de las tasas más bajas de deportistas federados, no organiza ningún evento internacional ni cuenta con clubes que ejerzan de referentes para impulsar la práctica deportiva en la región.

 

 

De los deportistas profesionales que se han criado en Extremadura, José Manuel Calderón es quien más lejos ha llegado. Sin embargo, el base de los Detroit Pistons de la NBA emigró a los trece años a Vitoria en busca del futuro que no tenía en su tierra. Y es que, de los 2.751 clubes presentes en la región, sólo uno juega en la élite, el Nissan Al-Qázeres, de la Liga Dia. Pero la ausencia de referentes es sólo uno de los factores que han lastrado la práctica del deporte de una comunidad autónoma que en los presupuestos de 2019 ha reservado 20,4 millones de euros a este sector.

 

El deporte federado sólo lo practican 89.731 personas, que representan al 8,2% de la población. El fútbol, al igual que en el resto de comunidades autónomas, es la disciplina con mayor número de adeptos, con 25.960 practicantes; es decir, acapara casi el 30% del total de licencias, con el Extremadura UD de nuevo presente en LaLiga 1|2|3 como único punto de referencia.

 

Ante esta falta de tejido asociativo, la región ha encontrado en las modalidades outdoor el motor a través del que impulsar su ecosistema deportivo y, a la par, capitalizar su entorno natural. Recientemente, su delegación de escalada se proclamó campeona de España, todo un logro para una comunidad en la que esta modalidad, que se contabiliza junto al resto de deportes de montaña y nieve, atrae a 2.749 practicantes de forma regulada, por debajo del balonmano, el voleibol y el ciclismo.

 

 

 

 

Fuera de la alta competición, la caza es la segunda modalidad con mayor número de federados, y atrae a 17.170 personas, aunque es una actividad que exige un registro obligatorio para practicarla. En cuarto lugar se sitúa la pesca, con 5.107 afiliados, impulsada por el entorno rural y por la ubicación de la región, situada entre las cuencas hidrográficas del Tajo y el Guadiana.

 

No obstante, pese al éxito en el torneo estatal de escalada y la organización de más de un centenar de pruebas populares en deportes como el senderismo, el ciclismo y el running, ninguna competición nacional o internacional ha pasado por Extremadura. Por el contrario, el modelo deportivo de la Junta se centra en organizar eventos enfocados a fomentar la actividad física entre su población.

 

Prueba de la poca importancia que el Gobierno autonómico concede al turismo activo es que ni siquiera se recogen datos de los visitantes que acuden a practicar deporte o a disfrutar de alguna competición como espectadores. Tampoco sus clubes ayudan en este sentido y, más allá del Extremadura UD, las únicas activaciones que realiza la comunidad para posicionarse en el panorama nacional vienen de la mano de los equipos de baloncesto, a los cuales da nombre y subvenciona a través de la Consejería de Turismo.

 

 

 

 

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que compite en LEB Oro y, sobre todo, el Nissan Al-Qázeres, en la Liga Día, han ejercido como referentes de esta disciplina en la región durante los últimos años. El básquet es el segundo deporte más practicado, con 6.044 atletas, aunque se encuentra en decimocuarta posición a nivel nacional, sólo por encima de comunidades en las que el deporte tiene menor impacto y que, además, tienen menos dimensión territorial que Extremadura y, por ende, menos población, como La Rioja, Murcia y Cantabria.

 

A excepción de sus clubes de baloncesto, que pese a no estar a la cabeza en la élite nacional juegan un papel esencial para dinamizar el ecosistema deportivo urbano de Cáceres, la región no cuenta con otros equipos ni con deportistas de primer nivel en el resto de ciudades. A falta de estructuras de canteras que se desplieguen por su territorio y compartan el peso de desarrollar el deporte base, las administraciones locales y autonómicas han redoblado sus esfuerzos para impulsarlo a través de las federaciones, a las que destina 1,1 millones de euros.

 

Para 2019, la Junta ha destinado 20,4 millones de euros a la dirección general de deporte, un 3,5% más que el año anterior. Esta inversión sitúa a Extremadura como una de las comunidades autónomas que más dinero público invierte en deporte, con un presupuesto similar al de Andalucía y superior al de otras como Aragón, Asturias y Castilla y León.

 

 

 

 

Entre las principales partidas se encuentran las ayudas a la inversión en materia deportiva, a las que el Gobierno autonómico dedica 3,5 millones de euros. Por otro lado, los programas de dinamización deportiva y el fomento de la actividad física en edad escolar suman un total de 2,4 millones de euros en los últimos presupuestos, y el mantenimiento de infraestructuras otros 3,4 millones de euros. 

 

Pero el programa con mayor peso a nivel social dentro de la comunidad autónoma son los Juegos Extremeños del Deporte Especial (Jedes), a los que en 2019 se destinan anualmente 300.000 euros. Este evento ha sido incluido en el Libro Blanco del Consejo Superior de Deportes (CSD) como una de las mejores prácticas del territorio español para el fomento de la actividad física deportiva para personas con discapacidad.

 

Y es que a falta de referentes en el deporte de élite tradicional, han sido los atletas con diversidad funcional quienes se han convertido en una de las señas de identidad del deporte en Extremadura. José María Pámpano es el deportista paralímpico más laureado y, tras más de 25 años en la élite, anunció su retirada a finales de este año.

 

 

 

 

Además del gasto público destinado a impulsar el deporte paralímpico y la actividad física en edad escolar, en el último año se invirtieron 22,18 millones de euros en obra pública deportiva, de los que el 94% procedió de las administraciones locales. A nivel nacional, Extremadura copó el 3,3% de los contratos sacados a concurso para remodelar o construir infraestructuras municipales, según datos facilitados por la patronal de la construcción Seopán.

 

En este sentido, las cadenas de gimnasios apenas han mirado hacia esta región para realizar la expansión por España. Los únicos operadores presentes son Santagadea, con dos centros, y Altafit con uno, y ambos se han centrado en Badajoz. En el caso del segundo player ni siquiera se trató de una adjudicación pública, sino que alquiló el edificio Coliseum a la Fundación Caja Extremadura a finales de 2018. 

 

La escasa presencia de operadores privados y la ausencia de referentes deportivos también guarda una relación directa con el gasto medio que cada extremeño realiza en deporte. Los 69 euros invertidos son el desembolso más bajo de España, y se corresponden con el PIB per cápita de la región, que también es el más reducido del país, con 17.554 euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Aumentar la capacidad de gasto de sus habitantes es sólo uno de los retos que afronta la Junta, cuya prioridad es frenar el goteo constante de su población, que cae un ritmo de 500 habitantes al mes, sólo superada por Castilla y León, según datos del INE. No obstante, la presencia de su centro de alto rendimiento, el impulso del paralimpismo, que en los últimos JJOO contó con seis deportistas extremeños, así como la de promesas como Carmen Mayo, campeona de Europa de fútbol sub 19, y el judoca Ricardo Casas, abren una vía que invita al optimismo de cara a preservar a sus jóvenes talentos en un futuro.