Entorno

El paro deportivo elimina la brecha de género y cierra el mejor año desde 2010 con 35.471 desempleados

El desempleo entre las mujeres ha caído un 13,8% en la última década en este sector, que también aglutina la industria cultural y recreativa. Si en 2008 el 53,5% del desempleo en esta industria lo padecía el público femenino, hoy representa un 50,7%.

Patricia López

25 ene 2019 - 04:58

España entró en 2019 con 35.471 personas desempleadas en el sector deportivo, recreativo y cultural, la mejor cifra de los últimos ocho años. Son datos que reflejan la salida de la crisis económica, que en esta industria elevó el paro a máximos históricos en 2013, con más de 45.000 profesionales sin trabajo. Desde entonces, la cola del paro se ha reducido un 26,8%, según los datos del Servicio Estatal de Empleo (Sepe), analizados por Palco23.  Según la clasificación Cnae, este grupo incluye varios subsectores como las actividades de museos, de conservación de lugares y edificios históricos, pero también las relacionadas con los parques naturales y con el deporte, como el turismo activo o la actividad de los gimnasios. Si bien las cifras del Sepe no ofrecen el detalle del desempleo deportivo, sí que dan una idea de cómo evoluciona el sector en esta magnitud macroeconómica.  El año pasado se cerró con un 1.357 parados menos, una caída del 3,6%. El ritmo de caída ha ido ralentizándose desde 2016, un año que finalizó con el mayor descenso de desempleo deportivo y cultural desde 2010: 3.665 afectados menos y un descenso interanual del 8,6%. El peor año para esta industria fue 2008, cuando la cola del paro ganó 9.581 afectados, un 32,5% interanual.   Gráfico evolución desempleo: total y por género  Ese alza se ajustó un año después, cuando en 2009 el desempleo se redujo en 6.300 personas, un 16,3% menos. Este fenómeno se debe a que, pese a que a partir de ese año empezaron a notarse los estragos de la recesión, el sector deportivo se puso a tono con la entrada de nuevas cadenas internacionales de gimnasios. Fue el año en que McFit abrió su primer club en España y en el que la también low cost DreamFit preparó su primera apertura en el país.  Los directivos del sector admiten que el fitness ha vivido la fase de mayor expansión y crecimiento por volumen de negocio en la última década, una realidad que ha empujado a las comunidades autónomas a aprobar su propia regulación para ordenar las profesiones deportivas, combatir el intrusismo y favorecer la seguridad en la práctica deportiva.  Las cifras oficiales también arrojan otra realidad: se ha eliminado la brecha de género en el desempleo deportivo y cultural. Si en 2005 el 56,4% de las personas sin trabajo en este sector eran mujeres, a cierre de 2018 esta tasa era del 50,7%. El primer año que las profesionales representaron menos de la mitad de personas sin trabajo fue en 2012, aunque la situación de equilibrio empezó a darse en 2009.  El sector deportivo ha ganado en afiliación a la Seguridad Social y población ocupada al tiempo que ha reducido el desempleo (sumario)  A cierre de 2018, 17.992 mujeres de esta industria estaban paradas y en búsqueda de trabajo, un 2,2% menos que el año anterior y un 13,8% que una década atrás. El paro afectó a 17.479 varones, un 5,1% menos que en 2017 y un 3,8% menos que en 2008. Es decir: en la última década el desempleo deportivo femenino se ha reducido el triple de rápido que el masculino.  La caída del paro deportivo y cultural en los últimos años es una buena noticia para el sector, ya que hay menos desempleo en una industria que año a año genera más población con trabajo o en búsqueda de empleo. La Encuesta de Población Activa (EPA) es otro indicador que refuerza esta idea. Por ejemplo, el primer trimestre de 2018 se cerró con un 11,4% más de personas activas que en el mismo periodo de 2012; esa fuerza de trabajo ganada no se tradujo en mayor desempleo, al contrario, ya que respecto a ese periodo el paro cayó un 45%.  El indicador más actualizado es el de afiliación a la Seguridad Social, que cerró 2018 con 212.111 empleados, la segunda mejor cifra del año y el mejor cierre de ejercicio del periodo analizado ejercicios, según los datos del Ministerio de Trabajo. Por primera vez en la historia, el sector deportivo, recreativo y de entretenimiento, que incluye parques temáticos, superó las 200.000 personas dadas de alta en diciembre.  FOTO Ahora bien, en muchos casos estos contratos son a tiempo parcial y de duración limitada, como es el caso de las contrataciones en verano para trabajar en campus deportivos. “No podemos tener a un técnico de fitness haciendo deporte cuarenta horas a la semana, pero sí que podemos ofrecerle un contrato full time en el que combine actividades físicas con otras menos exigentes”, explica un directivo de una cadena de gimnasios.   Otra opción por la que se han decantado otras cadenas es la reforzar la oferta de entrenamiento personal, que supone un ingreso adicional para el técnico. De este modo, los profesionales que trabajan a tiempo parcial pueden cobrar un plus y reducir la precariedad que supone tener un contrato a pocas horas.  Pese al buen rumbo de la industria, el sector está lejos de generar un impacto determinante en la economía española, como sí lo son el turismo y la construcción. De hecho, las cifras de afiliados y de paro deportivo y cultural representan en torno a un 1,1% del total del país. La industria, que mueve en torno a un 2% del PIB, está tratando de ganar peso presentándose como un actor relevante para otros sectores, como es la salud y el turismo. ¿El objetivo? Convertirse en una industria transversal y ampliar el campo de juego más allá del estadio, el gimnasio o la tienda.

 

 

 

España entró en 2019 con 35.471 personas desempleadas en el sector deportivo, recreativo y cultural, la mejor cifra de los últimos ocho años. Son datos que reflejan la salida de la crisis económica, que en esta industria elevó el paro a máximos históricos en 2013, con más de 45.000 profesionales sin trabajo. Desde entonces, la cola del paro se ha reducido un 26,8%, según los datos del Servicio Estatal de Empleo (Sepe), analizados por Palco23.

 

Según la clasificación Cnae, este grupo incluye varios subsectores como las actividades de museos, de conservación de lugares y edificios históricos, pero también las relacionadas con los parques naturales y con el deporte, como el turismo activo o la actividad de los gimnasios. Si bien las cifras del Sepe no ofrecen el detalle del desempleo deportivo, sí que dan una idea de cómo evoluciona el sector en esta magnitud macroeconómica.

 

El año pasado se cerró con un 1.357 parados menos, una caída del 3,6%. El ritmo de caída ha ido ralentizándose desde 2016, un año que finalizó con el mayor descenso de desempleo deportivo y cultural desde 2010: 3.665 afectados menos y un descenso interanual del 8,6%. El peor año para esta industria fue 2008, cuando la cola del paro ganó 9.581 afectados, un 32,5% interanual.

 

 

 

 

Ese alza se ajustó un año después, cuando en 2009 el desempleo se redujo en 6.300 personas, un 16,3% menos. Este fenómeno se debe a que, pese a que a partir de ese año empezaron a notarse los estragos de la recesión, el sector deportivo se puso a tono con la entrada de nuevas cadenas internacionales de gimnasios. Fue el año en que McFit abrió su primer club en España y en el que la también low cost DreamFit preparó su primera apertura en el país.

 

Los directivos del sector admiten que el fitness ha vivido la fase de mayor expansión y crecimiento por volumen de negocio en la última década, una realidad que ha empujado a las comunidades autónomas a aprobar su propia regulación para ordenar las profesiones deportivas, combatir el intrusismo y favorecer la seguridad en la práctica deportiva.

 

Las cifras oficiales también arrojan otra realidad: se ha eliminado la brecha de género en el desempleo deportivo y cultural. Si en 2005 el 56,4% de las personas sin trabajo en este sector eran mujeres, a cierre de 2018 esta tasa era del 50,7%. El primer año que las profesionales representaron menos de la mitad de personas sin trabajo fue en 2012, aunque la situación de equilibrio empezó a darse en 2009.

 

 

 

 

 

A cierre de 2018, 17.992 mujeres de esta industria estaban paradas y en búsqueda de trabajo, un 2,2% menos que el año anterior y un 13,8% que una década atrás. El paro afectó a 17.479 varones, un 5,1% menos que en 2017 y un 3,8% menos que en 2008. Es decir: en la última década el desempleo deportivo femenino se ha reducido el triple de rápido que el masculino.

 

La caída del paro deportivo y cultural en los últimos años es una buena noticia para el sector, ya que hay menos desempleo en una industria que año a año genera más población con trabajo o en búsqueda de empleo. La Encuesta de Población Activa (EPA) es otro indicador que refuerza esta idea. Por ejemplo, el primer trimestre de 2018 se cerró con un 11,4% más de personas activas que en el mismo periodo de 2012; esa fuerza de trabajo ganada no se tradujo en mayor desempleo, al contrario, ya que respecto a ese periodo el paro cayó un 45%.

 

El indicador más actualizado es el de afiliación a la Seguridad Social, que cerró 2018 con 212.111 empleados, la segunda mejor cifra del año y el mejor cierre de ejercicio del periodo analizado ejercicios, según los datos del Ministerio de Trabajo. Por primera vez en la historia, el sector deportivo, recreativo y de entretenimiento, que incluye parques temáticos, superó las 200.000 personas dadas de alta en diciembre.

 

 

 

 

Ahora bien, en muchos casos estos contratos son a tiempo parcial y de duración limitada, como es el caso de las contrataciones en verano para trabajar en campus deportivos. “No podemos tener a un técnico de fitness haciendo deporte cuarenta horas a la semana, pero sí que podemos ofrecerle un contrato full time en el que combine actividades físicas con otras menos exigentes”, explica un directivo de una cadena de gimnasios.

 

Otra opción por la que se han decantado otras cadenas es la reforzar la oferta de entrenamiento personal, que supone un ingreso adicional para el técnico. De este modo, los profesionales que trabajan a tiempo parcial pueden cobrar un plus y reducir la precariedad que supone tener un contrato a pocas horas.

 

Pese al buen rumbo de la industria, el sector está lejos de generar un impacto determinante en la economía española, como sí lo son el turismo y la construcción. De hecho, las cifras de afiliados y de paro deportivo y cultural representan en torno a un 1,1% del total del país. La industria, que mueve en torno a un 2% del PIB, está tratando de ganar peso presentándose como un actor relevante para otros sectores, como es la salud y el turismo. ¿El objetivo? Convertirse en una industria transversal y ampliar el campo de juego más allá del estadio, el gimnasio o la tienda.