Entorno

El alza del deporte femenino, ‘trofeo’ pendiente de una Europa sedentaria

El 42,1% de las españolas hacen deporte al menos una vez a la semana, una tasa que está por encima de la de la Unión Europea, donde el 25,6% de las mujeres hacen ejercicio al menos dos horas y media cada semana.

Patricia López

16 nov 2018 - 04:59

El 18,6% de las mujeres estadounidenses están inscritas en un centro deportivo

 

 

El deporte es vida es uno de los lemas compartidos por las personas que practican deporte con asiduidad, por quienes trabajan en este sector e incluso por la comunidad médica, que se ha convertido en una de las principales prescriptoras de actividad física en la sociedad. Las ventajas del ejercicio físico en condiciones de seguridad son múltiples y, pese a ello, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando la práctica deportiva empezó a democratizarse entre el público femenino, que representa el 49,6% de la población mundial, según Naciones Unidas.

 

Los datos de Eurostat permiten dibujar el perfil de la deportista amateur europea: escandinava, con una edad que oscila entre los 18 y 29 años, formación superior o universitaria, y amante del entrenamiento aeróbico, como es salir a correr o participar en actividades dirigidas cardiovasculares. En cambio, la radiografía de la europea más sedentaria sería el de una mujer de Europa del Este, con una edad que supera los 65 años, formación básica y sin haber finalizado los estudios secundarios.

 

Pero, ¿qué perfil tienen las deportistas españolas? ¿Responden al patrón escandinavo o tienen una identidad propia? Un 81,6% de ellas aprovecha los desplazamientos a pie para dar la espalda al sedentarismo, el 41,2% prefiere hacer ejercicio cardiovascular y sólo el 10,6% opta por el entrenamiento de musculación, según datos del organismo europeo.

 

 

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La mujer, el mejor fichaje para el deporte

 

 

En España, si en algo han coincidido las políticas de los gobiernos de PP y PSOE ha sido en la apuesta por fomentar la práctica deportiva entre las mujeres. “Es una de las prioridades claras de este Gobierno”, ha explicado en varias ocasiones María José Rienda, secretaria de Estado para el Deporte.

 

El porcentaje de españolas físicamente activas ha escalado posiciones en los últimos años, y según los últimos datos del Consejo Superior de Deportes (CSD), del 47,5% de las españolas que hicieron deporte en el último año, un 42,1% lo hizo al menos una vez a la semana, mientras que el 17,3% lo hizo a diario. El incremento ha sido notable, ya que en 1980 sólo el 17% practicaban actividad física con asiduidad, un porcentaje que en 2010 ya creció hasta el 28,8%.

 

Pese a este avance, a las mujeres les sigue costando dedicar su tiempo libre al deporte. Según el barómetro de junio de 2018 del CIS, un 25,7% de las entrevistadas se ejercitaban en su tiempo de ocio, por el 37,4% de los hombres. En cambio, el 71% de las españolas prefería dedicar esos momentos a estar con la familia, el 51% a salir con amigos, el 69% a pasear y el 66% a ver la televisión.

 

 

 

 

El sociólogo experto en deporte, Raúl Sánchez, aclara que “cuanta más presencia tienen las mujeres en el deporte profesional, más chicas quieren ejercitarse, competir y ver ese tipo de deporte”. Los especialistas en este campo afirman que el éxito de los atletas genera un efecto ídolo que empuja a la sociedad a ponerse las zapatillas, ya sea con la motivación de convertirse en profesional o por cuestiones de bienestar y salud. “Hay que visibilizar a las mujeres deportistas y a las entrenadoras para generar referentes”, incide Elida Alfaro, investigadora de mujer y deporte en la Universidad Politécnica de Madrid.

 

En España, lo que incita a una mujer a hacer deporte es el bienestar. Del 47,5% de las españolas que afirman haberse ejercitado durante el último año, el 32,7% aseguran que lo hicieron para estar en forma y sólo un 8,3% porque le gustara. Este porcentaje se reduce al 0,9% entre aquellas que lo hicieron para poder competir.

 

“Aunque la práctica competitiva ha aumentado, entre ellas no es un motivo de peso para hacer deporte; sí que lo es la salud y la belleza”, apunta Sánchez. De hecho, el 17,4% de las españolas declaran haberse ejercitado por motivos de salud, mientras que el 17,1% para relajarse. En el caso de los hombres, estas motivaciones sólo convencieron al 12,6% y al 10,9%, respectivamente.

 

 

 

 

El nivel de adhesión de las mujeres al deporte federado está lejos del que demuestran las principales potencias, y en parte ello se debe a que no se estimula la práctica federada en edad infantil. Numerosos expertos advierten de la importancia de empezar a hacer deporte en la etapa escolar, un hecho que ayuda a romper con el estigma del deporte como actividad asociada a la masculinidad.

 

 

No es una cuestión baladí, ya que hoy día aún existen brechas de género en la iniciación al deporte. Sin ir más lejos, según la Encuesta de Hábitos Deportivos, el 75,8% de los hombres empezaron a hacer ejercicio con menos de 14 años, un porcentaje que se reduce al 59% entre las niñas. El 21% de ellas se iniciaron entre los 15 y los 24 años, lo que provoca que lleguen a la edad adulta “sin el hábito de hacer deporte ni competencias motrices, lo que a su vez es una barrera para que las mujeres disfruten haciéndolo”, señala Alfaro.

 

España tiene aún un amplio margen de mejora en este aspecto, pero no deja de ser uno de los países donde mayor porcentaje de mujeres hacen deporte. Según datos de Eurostat, sólo el 26,2% de las europeas lo practica con regularidad, y las españolas están por encima de la media, con una tasa del 27,4%. El organismo toma la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para fijar en dos horas y media de entrenamiento semanal el mínimo de práctica deportiva para que una persona pueda ser considerada activa.

 

 

 

 

La nota negativa para España es que es el país de Europa donde mayor es la brecha de género en práctica deportiva. El 40,9% de los hombres hace deporte al menos 150 minutos a la semana, 13 puntos porcentuales más que las españolas. No es un fenómeno aislado en esa zona, ya que sus países limítrofes, Francia y Portugal, también presentan una diferencia de género considerable de 12,9 puntos y 11,4 puntos, respectivamente.

 

Sin embargo, en las disciplinas federadas Francia logra mayor número de licencias que España. En el país vecino, los deportes más practicados por ellas son la equitación, el tenis y la gimnasia. El básquet, que es el deporte rey entre las mujeres en España, y ocupa el cuarto lugar en Francia.

 

Una posición mucho más residual tiene en Italia, donde según el Comité Olímpico Italiano el baloncesto sólo es la novena disciplina con más licencias (44.281 fichas). Allí, el dominio indiscutible es del voleibol, con 288.615 licencias, seguido de la gimnasia artística, con 103.809 fichas. Ahora bien, sólo el 13,3% de las italianas hace deporte federado o por libre, según Eurostat.

 

En Reino Unido, la asociación Sport England contabiliza la popularidad de cada disciplina en función del número de mujeres que la han practicado en el último mes. En este sentido, la montaña y la escalada es el deporte más practicado, con 1,1 millones de británicas, seguido del fútbol, con 185.600 jugadoras, y el golf, con 144.000 mujeres. En ese país, la práctica deportiva regulada y por libre atrae al 32,3% de las mujeres, según Eurostat.

 

 

 

 

Entre las principales potencias europeas, Alemania lidera en tasa de actividad femenina con un 45,5%. Se trata del país con mayor número de licencias de fútbol, con 1,2 millones de fichas femeninas.  Pese a la relevancia del balompié, el deporte que más triunfa entre las mujeres es la gimnasia artística, con 3,3 millones de practicantes. Es decir: un 7,8% de las alemanas practica este deporte, según el Comité Olímpico Alemán. Tras el fútbol, están el tenis, la equitación y el montañismo.

 

La referencia nórdica

 

Dejando a un lado las potencias europeas, el mejor registro de práctica lo aportan los países del norte de Europa: en Islandia, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia, la tasa de actividad femenina supera el 54%. Son países en los que el porcentaje de mujeres deportistas es semejante al de los hombres, con la excepción de Islandia y Dinamarca, donde la tasa femenina incluso es mayor a la masculina.

 

En estos países, las condiciones climatológicas limitan la práctica deportiva outdoor, y los gimnasios han sabido cubrir las necesidades, según valora la asociación europea de la salud y el fitness EuropeActive. De ahí que Suecia y Noruega tengan una elevada tasa de penetración de estas instalaciones, con el 22%. Las actividades que más practican las europeas son el caminar y las aeróbicas, como salir a correr o asistir a clases dirigidas en los gimnasios. El 42,4% prefiere ejercicio más intenso y cardiovascular, por el 22,4% que opta por los entrenamientos de tonificación.

 

Se dan diferencias contundentes entre países. Por ejemplo, el 76,9% de las danesas optan por el deporte aeróbico, una tasa que entre las españolas se reduce al 41,2% y entre las portuguesas al 30%. En cambio, Rumania es el país más sedentario con una tasa de actividad femenina del 3,7%. No es una cuestión de género, sino de hábitos deportivos en el país, ya que sólo el 14% de los varones hace al menos 150 minutos semanales de deporte, según el organismo estadístico europeo.

 

 

 

 

Cambiando de continente, Estados Unidos es junto a Europa el mercado del deporte más relevante del mundo en términos de actividad física, deporte profesional y negocio. Sólo en ese país, la tasa de penetración de las cadenas de gimnasios en la población femenina es del 18,6%. Según la Asociación Internacional de Clubes de Fitness (Ihrsa), 30,7 millones de mujeres están abonadas a un centro deportivo. Para ponerlo en contexto, es una cifra que triplica a la del país europeo con mayor número de clientes, Alemania, que cuenta con 10,6 millones de afiliados contando a hombres y mujeres.

 

A esta cifra hay que sumarle el deporte federado, escolar y universitario, que es la gran palanca de crecimiento y profesionalización de la actividad física en el país. Entre los deportes más practicados por las estadounidenses destaca el tenis, el fútbol, el golf, el baloncesto y el voleibol. Según datos de la Tennis Industry Association, en EEUU 13,4 millones de mujeres juegan al tenis a lo largo del año. El volumen de licencias es inferior, ya que en el país hay 350.000 jugadoras federadas, pero se estima que el 48% corresponde a las tenistas.

 

 

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La mujer, el mejor fichaje para el deporte

 

 

EEUU se ha convertido en referencia del fútbol profesional porque, a diferencia de lo que ha ocurrido en España, desde edad infantil esta disciplina se ha posicionado como un deporte femenino y su práctica ha estimulado en las escuelas. El país norteamericano es el que mayor tasa de licencias femeninas de fútbol tiene en el mundo, con un 35%, lo que representa 1,5 millones de fichas la federación.