Entorno

Díaz (Rfet): “Debemos traducir los éxitos en visibilidad y en patrocinios para ser sostenibles”

El presidente de la Federación Española de Tenis fija su hoja de ruta hasta 2020, basada en incrementar el número de practicantes, organizar su propio torneo ATP o WTA y conseguir que el organismo opere en una sede propia.

Díaz (Rfet): “Debemos traducir los éxitos en visibilidad y en patrocinios para ser sostenibles”
Díaz (Rfet): “Debemos traducir los éxitos en visibilidad y en patrocinios para ser sostenibles”

Patricia López

3 may 2018 - 04:57

Organizar un torneo ATP o WTA en España es uno de los objetivos que se ha marcado Díaz para este mandato

 

 

Miguel Díaz llegó a la presidencia de la Real Federación Española de Tenis (Rfet) en julio de 2016 con el objetivo de encauzar el rumbo económico y corporativo del organismo. El descenso de España a la segunda división del tenis mundial, el caso Gala León, y la inhabilitación del expresidente José Luis Escañuela por parte del TAD, cuyo caso finalmente fue archivado y posteriormente anulado por la Audiencia Nacional, sumió a la federación en una crisis que ya ha dejado atrás.

 

La entidad adolecía de problemas económicos y de una credibilidad que Díaz trató de paliar apostando por un proyecto inclusivo, apoyándose en las federaciones territoriales, los clubes y los jugadores. El objetivo era convertir la federación española en un referente mundial. Un año y medio después, el equipo español ha vuelto a la Copa Davis y peleará por acceder a la final, mientras que el femenino se ha asegurado la permanencia en el Grupo Mundial II.

 

Los torneos internacionales no son una cuestión baladí y trascienden lo estrictamente deportivo. “Antes nuestra federación dependía de si organizábamos partidos de Copa Davis en casa. Llevábamos cuatro años sin hacerlo, y eso nos afectó mucho. Durante los últimos años generamos un déficit de 600.000 euros”, explica Díaz a Palco23.

 

 

 

 

Desde su llegada, la entidad ha reducido su apalancamiento y, tras cerrar el último año con un déficit menor, la previsión es regresar a beneficios en 2018. “Lo lograremos gracias a haber albergado octavos y cuartos de final de la Davis”, apunta. Con todo, el organismo está peleando por reducir la dependencia de este tipo de eventos y garantizar la viabilidad futura sin necesidad de albergar estos torneos.

 

Para ello, la entidad ha recortado su presupuesto reduciendo el personal y “evitando gastos que no eran tan necesarios”. Al tijeretazo se suma una estrategia para obtener recursos propios mediante el patrocinio y las licencias deportivas, pero también con la organización de torneos. “Mi reto es que mucha más gente practique este deporte, que se obtengan éxitos deportivos a nivel profesional y juvenil, y organizar un torneo ATP o WTA”, explica, sobre los objetivos que se ha fijado para lo que resta de presidencia.

 

Este afán por organizar competiciones está siendo uno de los movimientos clave de la hoja de ruta de Díaz. Recientemente ha adquirido los derechos para organizar tres ATP Challenger, que es la categoría profesional que está inmediatamente por debajo de las citas del circuito profesional. En paralelo, ha invertido 250.000 euros en aumentar el prize money de 23 torneos Futures, que han pasado de repartir 15.000 dólares a 25.000 dólares cada uno.

 

 

 

 

“Al sumar más dinero y puntos, son torneos más atractivos. Invertimos en ellos para que los tenistas españoles promesa puedan escalar posiciones en el ránking y ganar recursos en casa, sin viajar lejos y ahorrando dinero”, justifica el presidente. Además, este año se repartirán aproximadamente 300.000 euros a becas para jugadores de futuro, mientras que antes se destinaban 85.000 euros. “Creemos que es una cuestión vital para fomentar y promover el talento. Es nuestro futuro”, señala.

 

Alimentar el talento tenístico es una inversión a largo plazo, y prueba de ello es el potencial deportivo, económico y de imagen de los jugadores y las tenistas profesionales que se han formado en España, con Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza a la cabeza. “Intentamos traducir los éxitos en visibilidad y apoyo en patrocinios; es lo que podemos vender como federación”, admite. Prueba de ello es que la Rfet ha fichado a KIA y renovado a Mapfre, que son sponsors de Nadal. De hecho, durante los últimos años el patrocinio ha ganado peso en el presupuesto, en paralelo a la reducción del 50% en las subvenciones.

 

En un contexto de cambio en el tenis internacional, Díaz afronta esta situación con prudencia. Por un lado, la ATP desea crear una competición selecciones; por el otro lado la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha anunciado un plan a 25 años para rediseñar la Copa Davis con el apoyo del grupo inversor que lidera Gerard Piqué. “Está por decidir cómo será, pero aún no tenemos datos exactos. En Valencia nos reunimos con Piqué y nos contó lo bueno que tiene el cambio para los jugadores, pero la votación no se hará hasta agosto”, recalca.

 

Otra votación vital será la que la Rfet celebre en verano, cuando su asamblea decidirá si da pasos adelante para seguir desarrollando el proyecto de Díaz y apuesta por celebrar un torneo ATP o WTA en España, que se sumarán al Mutua Madrid Open (Masters 1000) y el Barcelona Open Banc Sabadell (ATP 500). En el orden del día también estará invertir en una sede propia, que se ubicará en Barcelona, y que permitirá si los asamblearios votan a favor permitirá al organismo abandonar el Estadio Olímpico de Montjuïc.