Entorno

Desgaste de la globalización y mayor lucha por el gas, las amenazas del segundo año de guerra

Tras un año del inicio del conflicto en Ucrania, la Unión Europea asume que los riesgos de la inflación están “equilibrados”. Sin embargo, advierte que el suministro de gas seguirá marcando la agenda de la incertidumbre.

Desgaste de la globalización y mayor lucha por el gas, las amenazas del segundo año de guerra
Desgaste de la globalización y mayor lucha por el gas, las amenazas del segundo año de guerra
La crisis del gas también está desgastando la globalización.

A. Martínez

16 feb 2023 - 05:00

La economía cambia de pesadilla un año después de Ucrania. Si el primer año de guerra puso en boca de todos la inflación, los tipos de interés o la rotura de la supply chain, el segundo año del conflicto colocará sobre el tablero internacional una crisis por el suministro del gas licuado, el desgaste de la globalización y la vulnerabilidad estratégica de las grandes potencias.

 

Esta semana, la Unión Europea ha celebrado la elevación de sus perspectivas de crecimiento de cara a final de año y ha descartado la recesión técnica de la región, a la vez que ha reducido sus proyecciones de inflación. Con el pico de los precios atrás y el aminoramiento de las subidas de tipos, el organismo asume que “los riesgos están equilibrados”. Sin embargo, advierte que los precios del gas seguirán marcando la incertidumbre global.

 

La diversificación de las fuentes de suministro de gas y una fuerte caída en el consumo por un clima moderado este invierno han dejado los almacenamientos de gas por encima del nivel promedio estacional de los últimos años. La Comisión Europea también ha detallado que seguirá comprando el gas de forma conjunta par limitar las tendencias especulativas, pero que este año el gas ruso seguirá restringido y no contará con las reservas rusas que sí tenía en 2022.

 

La reapertura de China aumentará la demanda internacional de gas licuado y complicará el aprovisionamiento de este para las grandes economías”, asegura Víctor Burguete, investigador de geopolítica, economía y energía en el Barcelona Centre for International Affairs (Cidob).

 

 

Según el informe Global Economic Consequences of the War in Ukraine, elaborado por Centre for Economic Policy Research (Cepr), los riesgos de la inflación siguen vinculados a la evolución de los mercados energéticos. Además, el informe afirma que el segundo año de guerra pondrá de relieve los riesgos asociados a la interconectividad del comercio mundial.

 

La crisis del gas también está desgastando la globalización. “Europa se ha dado cuenta de que es muy vulnerable en sectores estratégicos, por lo que el debate actual se dirigirá hacia la pregunta de cómo puede conseguir la región autonomía estratégica, que en nuestro país no significa encontrar independencia energética, sino tener las alianzas adecuadas”, señala Burguete. “Hemos descarbonizado el país, no queremos nucleares y ahora, con sorpresa, nos damos cuenta de que dependemos del exterior por nuestras propias decisiones”, añade el investigador.

 

El desgaste de la globalización ha aumentado las tensiones internacionales después de la guerra. El índice de Riesgo Geopolítico, elaborado por la Reserva Federal (FED) ha alcanzado niveles no registrados desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, lo que también ha alertado sobre la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales, con especial atención en China, Finlandia, Suecia y Taiwán, entre otras.

 

 

Treinta años después de que Francis Fukuyama escribiera El fin de la historia, las tensiones geopolíticas han vuelto a ponerse de moda en Europa y el mundo apunta de nuevo hacia una economía en dos bloques. “La visión global del mundo es rechazada por muchísimos países, y si tienes en cuenta el peso demográfico de los países que se oponen a esa idea única, el resultado es demoledor para occidente”, detalla Burguete.

 

“China y Estados Unidos están jugando a un doble juego: mientras aparentemente aumenta su tensión, también lo hace su comercio”, asegura el investigador. Sin embargo, el partido de la desglobalización no sólo se juega en las dos mayores economías del mundo. “El sur global y las potencias medias como India, Turquía o los Emiratos Árabes no quieren posicionarse en ninguno de los dos ejes, por lo que el futuro es impredecible en estos momentos”, añade.

 

Pero no todo es negativo. El cambio en los rompecabezas de la economía supone que la inflación se ha moderado por tercer mes consecutivo en Europa este enero, las previsiones de la economía mundial han mejorado y los mercados han recuperado en el primer mes del año el optimismo perdido.