Entorno

Del ‘swing’ de Ballesteros al salto de Beitia: Cantabria busca nuevos ídolos en el deporte federado

La región con mayor porcentaje de población afiliada a una federación deportiva no organiza ningún evento internacional, pero ha visto aumentado el gasto turístico de los extranjeros y es una de los territorios donde los ciudadanos destinan más dinero a la compra de artículos deportivos.

P. López

15 abr 2019 - 05:00

El turismo activo en Cantabria atrajo a 95.656 extranjeros que gastaron 98,5 millones de euros en 2018

 

 

Cantabria es la segunda comunidad autónoma menos poblada de España y, sin embargo, ha dado al deporte atletas de primera línea a nivel internacional. Ruth Beitia es una de ellas, pero también han brillado el ciclista Óscar Freire y el jugador de golf Severiano Ballesteros. En diferentes momentos de la historia han puesto en el mapa a la región que, curiosamente, es la que tiene mayor porcentaje de personas federadas de España: un 12,6% de sus ciudadanos tiene licencia para alguna disciplina.

 

El deporte regulado convence a 73.290 personas en una comunidad autónoma donde el fútbol el golf y la caza copan el podio de disciplinas con mayor número de adeptos. Pese a ello, estas modalidades no juegan un papel clave en el volumen total del país, algo que sí ocurre con otras modalidades como los bolos, que es el deporte tradicional por antonomasia en esta comunidad autónoma.

 

Prueba de ello es que el 21,2% de los federados de esta disciplina se localizan en Cantabria, o el hecho de que la comunidad tenga 141 clubes de esta disciplina, tan solo superado por el fútbol, con 174 entidades. Es una situación parecida es la que se vive con el surf y el hockey, puesto que el territorio concentra un 10,1% y un 5% respectivamente del total de federados pese a ser una de las zonas menos pobladas del país.

 

 

 

 

Esa realidad es, en parte, la que provoca que Cantabria no cuente con ningún equipo profesional. Atrás quedaron los años en que el Racing de Santander militaba en Primera División e incluso disputaba competiciones europeas. Los problemas económicos y la falta de resultados empujaron al equipo al descenso y en la actualidad milita en Segunda B, aunque ya está a punto de regresar a LaLiga. En la actualidad, el club cuenta con 9.000 abonados y es la principal cantera futbolística de Cantabria.

 

En baloncesto, la región lleva 17 años fuera de la élite, desde que el Cantabria Lobos descendió a LEB y en la actualidad juega en la categoría de bronce. Lo mismo ocurrió con el Club Balonmano Cantabria, que es el equipo que más títulos ha aportado al deporte cántabro en toda su historia. El equipo ganó la Copa de Europa, el Mundial de Clubes y varios torneos a escala nacional, pero en 2008 desapareció por problemas económicos.

 

Son tres ejemplos que ponen de referencia que la región contó con numerosos equipos en la élite, aunque con el paso de los años no hayan podido mantenerse en lo más alto. La única excepción es DS Blendio Sinfín de Santander, que milita en Asobal y es una de las principales canteras de esta disciplina en la región. 

 

 

 

 

Con 1.240 clubes, Cantabria sólo supera en número de entidades deportivas a Navarra, La Rioja, Ceuta y Melilla. Los clubes cántabros representan un 1,8% del total de entidades deportivas de España, pero en comparación con su volumen de población es una de las comunidades que tiene más organizaciones por ciudadano. El ratio es de un club por cada 467 cántabros, una cifra que sólo es inferior en Aragón, La Rioja y Extremadura.

 

La práctica deportiva y el número de entidades que operan en la región están condicionados por su geografía y el volumen poblacional. Esa realidad ha provocado que Cantabria no sea un punto estratégico que atraiga eventos deportivos internacionales. La comunidad fía su promoción turística deportiva a las dos etapas de La Vuelta que tendrá este año, una cita que tiene sus etapas reinas en la comunidad autónoma vecina, Asturias.

 

Sin embargo, su geografía invita a la práctica deportiva outdoor, como el golf, que cuenta con once campos registrados y 24 clubes, entre los que destacan el Real Golf Club Oyambre y el Real Golf de Pedreña. Otras disciplinas que son un tractor para el turismo deportivo son el surf, la vela y el senderismo, que es el cuarto deporte con más federados en este territorio.

 

 

 

 

El turismo activo en Cantabria atrajo a 95.656 extranjeros que gastaron 98,5 millones de euros en 2018, un 18,2% más que el año anterior, cuando este dato cayó en la mayoría de comunidades autónomas. Cada turista de fuera de España gastó una media de 113 euros al día y 1.031 euros a lo largo de todo el año. Con todo, Cantabria se mantuvo como la décimo tercera región en volumen de turistas deportivos extranjeros, y como décima región en la que más se gastó.

 

Uno de los motivos que explica el alza del turismo deportivo fue el Camino Lebaniego,  un itinerario de peregrinaje que recorre Cantabria y que fue nombrado evento de excepcional interés público en 2018, lo que contribuyó a la firma de patrocinios y de ayudas económicas.

 

Con un presupuesto autonómico para deporte de 8,9 millones de euros, un 1,1% más que el año anterior, la mayoría de las subvenciones se destinan a las federaciones autonómicas y a las infraestructuras deportivas. En 2018 se invirtieron 11,2 millones de euros a la construcción y remodelación de instalaciones deportivas, una cifra que sólo superó la licitación pública de Asturias, La Rioja, Ceuta y Melilla.

 

 

 

 

La administración se ha apoyado en la iniciativa privada para promover centros deportivos, y en ese sentido, las cadenas de gimnasios han querido jugar un papel protagonista en este sentido. Serviocio-BeOne es la cadena que ha acelerado en Cantabria, y lo ha hecho por la vía de la colaboración público-privada, lo que le ha permitido gestionar cinco centros municipales.

 

Metropolitan, por su parte, ocupa el segundo lugar con tres centros premium, mientras que el tercer cajón del podio lo tienen BeUp y Move & Go, una cadena que nació cuando dos franquicias de Body Factory empezaron a operar por su cuenta. Que Cantabria sea una de las comunidades autónomas donde más llueve de España contribuye a que el gimnasio sea una alternativa para quienes desean hacer deporte indoor.

 

Uno de los indicadores macroeconómicos más relevantes a la hora de calibrar la importancia que un sector es el gasto que los ciudadanos dedican a esa actividad. Y en el caso del deporte, Cantabria no escatima. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), los cántabros gastan una media de 168,4 euros por habitante, una cifra sólo superada por los navarros. Este indicador engloba grandes equipamientos, como piscinas o canoas, equipamiento de fitness y artículos para la práctica del golf o el fútbol.

 

Ahora, la comunidad tiene el reto de que este gasto deportivo y el empuje del deporte federado se traduzcan en éxitos deportivos a futuro. Ruth Beitia se retiró en 2017, Freire hizo lo propio en 2012, y la región demanda nuevos referentes que alimenten el deseo de hacer deporte y de soñar con nuevas medallas olímpicas. Un total de 22 cántabros se han colgado una presea en la historia de los Juegos Olímpicos. ¿Logrará la región seguir dando deportistas de alto nivel en el largo plazo?