Entorno

Del 88% del piragüismo al 2% del fútbol: mapa de la dependencia federativa del dinero público

El 45% de las federaciones deportivas españolas obtuvo más de la mitad de sus ingresos gracias a las subvenciones del CSD, siendo la esgrima, el piragüismo y la halterofilia los más dependientes de las retribuciones públicas.

Del 88% del piragüismo al 2% del fútbol: mapa de la dependencia federativa del dinero público
Del 88% del piragüismo al 2% del fútbol: mapa de la dependencia federativa del dinero público
El deporte no se conforma con las subvenciones actuales y exige un mayor esfuerzo por parte del Ministerio.

Albert Martínez

3 mar 2023 - 05:00

El deporte, dependiente del dinero público. En 2021, el Consejo Superior de Deportes (CSD) repartió a las federaciones deportivas españolas subvenciones de gasto corriente por valor de 79 millones de euros, unos fondos que son más que una ayuda para la mitad de los deportes: el Gobierno aporta más de la mitad de los ingresos del 45% de entidades federativas.

 

Especialmente dependientes del dinero público fueron los deportes minoritarios, con el piragüismo, la esgrima y la halterofilia a la cabeza. El primero de ellos recibió 4,8 millones de euros por parte del CSD en 2021 y 387.000 euros del plan ADO, es decir, que el 88% de sus ingresos fueron obtenidos gracias a subvenciones y el 12% (771.218 euros) fueron obtenidos a través de otras vías de ingresos.

 

Expertos del ámbito nacional e internacional ofrecen opiniones contrapuestas sobre la alta dependencia de las federaciones hacia estas ayudas: mientras figuras del ámbito académico reclaman más control, la Asociación del Deporte Español (Adesp) defiende la necesidad de incrementarlas para que, entre otras cosas, España pueda conseguir más medallas.

 

La esgrima, medalla de plata en mayor dependencia económica, generó un 83,4% de su presupuesto (1,3 millones de euros) a través del CSD y el resto a través de otras vías de ingresos. El podio lo completa la halterofilia, que generó un 15% (230.381 euros) de su cifra de negocio con otras vías de ingresos y el 85% restante a través de subvenciones del CSD (1,1 millones de euros) y del plan ADO (162.000 euros).

 

 

 

A reglón seguido y aún por encima del 70% de dependencia pública se encuentran el esquí náutico, el squash, el pentatlón moderno, la aeronáutica, los deportes de invierno, los deportes de hielo, la lucha olímpica, la natación y las actividades subacuáticas.

 

“Es comprensible que deportes más minoritarios sean más dependientes, porque la promoción de ciertos deportes es de utilidad pública: significa preservar historia y mantener la tradición”, asegura José Hidalgo, presidente de Adesp, a Palco23. “La obligación del estado es aglutinar el desarrollo de los deportes igual que vela por las artes o las ciencias”, añade.

 

Se da la circunstancia de que las prestaciones públicas destinadas a las federaciones son exactamente las mismas a las ayudas a la cinematografía. Si se compara con otras disciplinas dependientes del Ministerio de Cultura y Deporte, las ayudas al deporte son muy inferiores a las artes escénicas, danza, circo y música, que cuentan con ayudas de 171 millones de euros, pero son superiores al sector del libro, que recibe ayudas por valor de 22 millones de euros.

 

 

¿Pero existe un control económico a las federaciones deportivas? “En muchas ocasiones no se quiere profundizar en el examen a estas entidades, porque es mayor el interés mediático que otra cosa”, suscita Víctor Hernando, profesor asociado en gestión de empresas deportivas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

 

“El estado debería pensar en base a qué está asumiendo pérdidas con las federaciones: ¿porque es un servicio social o porque hay una mala gestión detrás?”, añade Hernando, quien apuntala que algunas federaciones escapan del control del CSD “por lo que se debería examinar más fehacientemente que el dinero público se gestiona correctamente”.

 

El deporte no se conforma con las subvenciones actuales y exige un mayor esfuerzo por parte del Ministerio. Desde Adesp, reclaman hasta cien millones de euros más en subvenciones para estar a la altura de los países vecinos. “Vemos con envidia sana las cifras de inversión deportiva en Francia, Italia o Alemania, en particular si se compara con la renta per cápita: luego llegan los Juegos Olímpicos y todos nos preguntamos por qué tienen más medallas que nosotros”, detalla Hidalgo.

 

En el otro lado de la balanza está el fútbol, que pese a ser el deporte que más dinero recibe del erario es el que menor dependencia tiene de la retribución pública. Pese a recibir 8,7 millones de euros por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) destinados al fútbol femenino y al fútbol semiprofesional, genera el 97,6% de sus ingresos a través de recursos propios y sólo cuenta con un 2,4% de subvenciones del total de sus ingresos.

 

Sin embargo, desde 2020 LaLiga reparte más de cien millones de euros anuales para el CSD, la Real Federación Española de Fútbol y el impulso del deporte federado, olímpico y paralímpico, a través de los denominados Pactos de Viana. Dichos acuerdos marcaron la hoja de ruta en el retorno del fútbol durante la pandemia y supusieron que la patronal debía aportar a la administración hasta el 1,5% de sus ingresos televisivos.  

 

El podio de los deportes con mayor independencia económica lo completaron el tiro al vuelo y el golf. La Real Federación Española de Tiro a Vuelo (Rfetav) recibió sólo el 9,3% de sus ingresos del erario público (24.859 euros), mientras que la Real Federación Española de Golf (Rfeg) obtuvo un 11,9% de sus ingresos en forma de subvenciones (1,2 millones de euros).

 

Tras ellos, y por debajo del 30% de dependencia del dinero público, se encuentran el automovilismo, el baloncesto, la hípica, el kickboxing y muay thai, la pesca y casting y la petanca.

 

Un debate estructural en toda Europa

¿Pero realmente en los países vecinos las federaciones son más independientes que en España? Para Jean-Loup Chappelet, profesor en la Universidad de Lausanne (Suiza) y experto en federaciones deportivas internacionales, en países como Italia, Francia o Alemania la dependencia federativa del dinero público también está a la orden del día. “En Europa sólo algunas federaciones son capaces de manejar sus propios recursos, casi siempre relacionadas con grandes ligas o grandes eventos”, asegura.

 

Para el profesor Chappelet, el deporte europeo siempre ha vivido del dinero público. “Para la mayoría de las federaciones, el deporte no genera ningún ingreso, pero es positivo para la salud y la integración social, por lo que los estados lo perciben como una necesidad social”, concluye Chappelet, quien asegura que “muy pocas federaciones invierten en deporte, sino que simplemente crean facilidades para la práctica”.

 

“Sólo el fútbol es independiente en toda Europa… En otros países también lo es el baloncesto y hay honrosas excepciones, como el voleibol en Italia o el tenis en Francia, gracias al impulso de Roland Garros”, añade Chappelet. “Pese a todo, las federaciones españolas están más mermadas que las de sus vecinos porque tienen muy poca independencia a la hora de conseguir patrocinadores, el estado tutela demasiado”, detalla.

 

Esa misma razón arguye José Hidalgo para demandar un mayor apoyo al deporte. El presidente de Adesp considera que la poca independencia de algunos deportes se debe a la inexistencia de una ley de patrocinio que regule a los más modestos. “El deporte se rige por una ley de mecenazgo que no está pensada para nosotros y hasta que no tengamos una ley propia no podremos ser independientes en ingresos”, detalla.