Entorno

De MotoGP a los JJOO: la industria deportiva se prepara para afrontar pérdidas millonarias por el coronavirus

Marcas como Under Armour prevén pérdidas de 50 millones de dólares sólo en China, mientras que Adidas ha admitido que las ventas en este país caerán un 85%. Competiciones como la F-1 también estiman pérdidas por 85 millones de dólares. 

Álvaro Carretero

3 mar 2020 - 04:58

 

 

Ha pasado algo más de un mes desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la alerta internacional por el coronavirus. Desde entonces, MotoGP y la Fórmula 1 han cancelado sus primeras carreras en Asia; la Serie A, la Euroliga y la Champions League, si bien no cesarán su actividad, jugarán sus partidos en Italia a puerta cerrada; en el horizonte, el riesgo de que Tokio 2020 sean la próxima víctima de un caos que está provocando pérdidas millonarias en la industria deportiva.

 

Su impacto en las economías mundiales ha sido de tal magnitud que incluso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), ha rebajado cinco décimas el avance del producto interior bruto mundial (PIB), hasta el 2,4%, el menor alza desde 2009. La cifra de afectados está cerca de las 90.000 personas, con una tasa de mortalidad de apenas un 3,3%. De estos, el 90% se localiza en China, aunque es su rápida expansión, con casos en más de sesenta países, la que ha puesto en jaque a los negocios de las principales empresas y eventos mundiales.

 

Sea por prevención o por incertidumbre, la parálisis de la industria del deporte ya no sólo se limita a China, como sucedió en la primera fase. La Euroliga ha optado por jugar a puerta cerrada los partidos que el Armani Milán dispute en su pabellón, una decisión similar a la adoptada por la Uefa con otros equipos italianos de las principales regiones afectadas.

 

 

 

 

Gianni Infantino, presidente de la Fifa, enfatizó que “la Eurocopa de 2020 se disputará en junio”, tal y como estaba previsto. Sin embargo, la delegación encargada de visitar las doce sedes con las que contará el torneo ha suspendido sus viajes, entre los que se encontraba Bilbao este mismo mes. “Personalmente, no estoy preocupado, pero debemos tomárnoslo en serio aunque no entremos en pánico”, ha asegurado Infantino.

 

Su reacción es similar a la de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien aseguró una semana antes que el organismo está “totalmente comprometido a disputar los Juegos Olímpicos en Tokio en las fechas previstas”. Sin embargo, Dick Pound, uno de los miembros del COI, admitió que la entidad tenía “hasta mayo para tomar una decisión”.

 

Desde aquella declaración el número de casos se ha multiplicado en Europa y otros países como Estados Unidos, Brasil, México, Qatar y Tailandia. El Tour de los Emiratos 2020 se suspendió en mitad de la competición, recluyendo a todos sus equipos en uno de los hoteles durante días después de detectar dos casos positivos en dos ciclistas italianos.

 

 

 

 

MotoGP no tardaría en sumarse a la cada vez más amplia lista de competiciones afectadas por el coronavirus. Esta misma semana anunciaba la suspensión del debut de su temporada 2020, con la cancelación de las carreras de Qatar y Tailandia debido a las restricciones que han impuesto ambos países para la circulación de personas.

 

Dorna Sports, la gestora del Mundial de Motociclismo, aún no ha cuantificado el coste de estas afectaciones en relación a sus contratos de televisión y patrocinio. Sí lo ha hecho la Fórmula 1, que prevé un impacto económico de 85 millones de dólares (77 millones de euros), por la suspensión de los grandes premios de China y Vietnam.

 

“Hemos estado en contacto con las autoridades de Qatar, pero la situación ha cambiado drásticamente durante el último fin de semana”, reconoció Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de Dorna Sports. Aun así, al igual que Bach, Chase Carey e Infantino quiso reseñar que “habrá temporada de MotoGP en 2020”.

 

 

 

 

Anteriormente ya habían adoptado medidas similares las ligas nacionales en China y los países asiáticos de alrededor, como Corea del Sur, Tailandia, Vietnam y Japón. Torneos preolímpicos como los de fútbol y baloncesto se trasladaron de Wuhan, epicentro del virus, a Sídney y Belgrado, respectivamente. A estos le siguieron aplazamiento del Master de bádminton de Shanghái, del Mundial de atletismo indoor hasta 2021 y de torneos como la Fórmula E, la Hockey Pro League y el Rugby Sevens.

 

El mayor impacto económico, sin embargo, se lo están llevando los principales retailers deportivos. Nike, que no estableció una previsión económica concreta sobre el impacto que tendría en su negocio en China, ya ha elevado la alerta también a Europa. Su sede en Holanda permanecerá cerrada durante los catorce días que dura la cuarentena, una decisión que afecta a 2.000 trabajadores de más de ochenta países. Asimismo, la compañía también ha clausurado su principal centro en Oregón (Estados Unidos), al igual que ha hecho Columbia.

 

Marcas como Under Armour estiman que las pérdidas económicas durante el primer trimestre se elevarán a 50 millones de dólares (45,3 millones de euros) sólo en China. Otras como Adidas estiman que la caída será de un 85% en las ventas, similar a Wolverine World Wide. Y eso sin contar con los problemas a nivel de distribución global, pues gran parte de la fabricación de sus artículos deportivos parte del gigante asiático y afectará a las cadenas de suministros de las tiendas en Europa y Norteamérica.

 

Así que si bien las compañías aún no han hecho un balance en firme sobre el impacto real del coronavirus en sus negocios, las pérdidas podrían ser incluso superiores a las previstas inicialmente. Sobre todo si los casos siguen expandiéndose y más países decretan medidas de aislamiento que afecten al consumo y a las redes de distribución.