Entorno

De la ‘cancha’ a los despachos: el papel de la mujer en el mundo federativo

Aunque el número de licencias femeninas ha crecido un 33,75% en la última década y las deportistas han protagonizado buena parte de los éxitos deportivos en los Juegos Olímpicos, las directivas tienen poca presencia en los órganos de poder de las federaciones.

Patricia López

25 abr 2017 - 04:59

España ganó un total de 17 medallas en los Juegos Olímpicos 2016, de las cuales nueve fueron logradas por mujeres. Los cuatro oros conseguidos por Mireia Belmonte, Maialen Chorraut, Carolina Marín y Ruth Beitia implicaron la mejor participación histórica de las deportistas españolas en unos JJOO. Un protagonismo en la pista de juego que, con los años, no se está trasladando a los despachos.

 

Los buenos resultados cosechados en 2016 no fueron flor un día, ya que en Londres en Londres 2012 la delegación femenina se colgó 11 de las 17 medallas que logró España, un hecho que evidencia el éxito del deporte femenino español a nivel internacional. En ese camino ha sido importante el aumento del deporte base, ya que el número de licencias deportivas femeninas alcanzó máximos históricos en 2015, con un crecimiento del 33,75% en la última década, lo que representa casi 200.000 fichas más que en 2005. según datos recopilados por Palco23 para un nuevo reportaje de su serie para analizar el mundo federativo español.

 

Prueba de la escasa representación femenina en los principales órganos de gobierno es que sólo dos mujeres presiden alguna de las 66 federaciones españolas. A la espera de que se celebren elecciones en la Federación Española de Petanca, anteriormente presidida por Ana Sastre, que decidió dimitir hace un mes por asuntos personales, las únicas instituciones lideradas por mujeres son la Federación de Salvamiento y Socorrismo, con Isabel García al frente, y la Federación Española de Vela, liderada por Julia Casanueva. A nivel internacional está Marisol Casado, que a finales del año pasado fue reelegida presidenta de la Federación Internacional de Triatlón y que desde 2010 es miero del Comité Olímpico Internacional (COI).

 

Además, los deportes con más federadas no están presididos por mujeres. “Choca que federaciones como gimnasia o voleibol, que tienen un 96% y un 75% de licencias femeninas, no estén presididas por mujeres. En la federación de voleibol, de las veinte personas que integran su junta sólo cinco son mujeres”, explica Natalia Flores, directora del programa Mujer y Deporte del CSD.

 

Esta institución ha reforzado su apuesta para fomentar el deporte femenino y promocionar la figura de la mujer en el mundo federativo. Desde el punto de vista directivo, el CSD introdujo en 2014 un reglamento que obliga a las federaciones a tener a tres mujeres en su junta directiva o, en caso de inferior el número de miembros, a que un 33% lo sean.

 

 

 

“Las entidades pueden acceder a una subvención si cumplen con este requisito. Desde que lo introducimos, la presencia de las mujeres en la dirección de federaciones ha crecido un 57%, de 133 mujeres en 2014 a 210 directivas en 2016”, apunta Flores. “Aunque al principio algunos ejecutivos pensaban que era una imposición del CSD, ahora no lo ven como una amenaza, sino como una oportunidad porque, según dicen, les aportan visiones que ellos no tienen”, añade.

 

Más allá de los órganos de poder, donde la mujer aún tiene un largo camino por recorrer, el CSD también ha impulsado iniciativas para incentivar el rol del público femenino en el deporte y estimular su profesionalización. Un ejemplo de ello son las exenciones fiscales derivadas del apoyo al Programa Universo Mujer, que concede desgravaciones de hasta un 90% a las empresas que decidan apostar por la práctica deportiva femenina. La iniciativa ha provocado que empresas como Iberdrola, Endesa, CaixaBank o Danone apoyen el deporte femenino.

 

En paralelo a esta iniciativa está España Compite, “dirigido a empresas locales que no se pueden permitir invertir tanto dinero como por ejemplo hace Iberdrola. Con una inversión máxima de 50.000 euros pueden desgravar el 40%, y así estimulamos que pequeños negocios se publiciten en clubes deportivos”, explica.

 

 

En la esfera pública, el CSD también ha multiplicado sus esfuerzos para favorecer la profesionalización de las deportistas. “En 2015 se creó la subdirección de Mujer y Deporte para darle más importancia a este programa, que se creó en 2007. Desde entonces se han destinado más ayudas económicas para que las federaciones potencian el deporte entre las mujeres”, detalla. Como resultado, si hasta 2014 se venían invirtiendo 320.000 euros, a partir de este año se creó una partida extraordinaria de un millón de euros extra, una cifra que se ha mantenido en el tiempo.

 

A día de hoy, el Gobierno destina 1,24 millones de euros a las federaciones para que cuiden el deporte femenino, y las deportistas que se quedan embarazadas disponen de una ayuda de 3.000 euros por nacimiento además de 1.100 euros al mes hasta que el menor cumple tres años.

 

Pero, ¿cómo se han traducido estas políticas en el número de fichas? Según la responsable del programa Mujer y Deporte, la suma de ayudas públicas y privadas no sólo ha contribuido a la profesionalización, sino también a que el porcentaje de licencias federativas sea el más alto de la historia, con un 21,52%, 3,5 puntos porcentuales más que hace diez años.

 

El deporte rey entre las mujeres es el baloncesto, con 130.549 licencias; el golf con 81.338, y la montaña y la escalada, con 66.163 fichas. Entre las disciplinas que reúnen a más mujeres que hombres destacan la gimnasia (35.116), el voleibol (52.714), la hípica (33.393), el patinaje (29.760) y el baile deportivo (2.417).

 

Desde el CSD consideran que el gran éxito de las políticas emprendidas para estimular el rol de la mujer en el mundo federativo, tanto a nivel deportivo como directivo, es que se está contribuyendo que las deportistas ganen visibilidad en un mundo dominado por el público masculino. “Es importante que el deporte femenino tenga presencia en televisión para dar la oportunidad a las niñas y los niños de que tengan referentes femeninas y de que se contribuya a la práctica”, apunta Flores.

 

Por el momento, las deportistas han cumplido con su parte del trato. “Figuras como Belmonte, Carolina Marín, Vero Boquete o Beitia, entre otras, se han convertido en referentes que estimulan a la gente a practicar deporte. Ese es el gran éxito”.