Entorno

Aragón: una región sin moteros entregada al motor y al deporte base

La comunidad, que tiene la octava mayor masa de federados a nivel nacional, ha doblado su presupuesto dedicado al deporte en 2018 para potenciar su desarrollo desde la base y ha visto en MotoGP una palanca turística e industrial.

Álvaro Carretero

18 mar 2019 - 04:58

La comunidad, que tiene la octava mayor masa de federados a nivel nacional, ha doblado su presupuesto dedicado al deporte en 2018 para potenciar su desarrollo desde la base y ha visto en MotoGP una palanca turística e industrial.

 

 

 

El deporte aragonés busca olvidar los años de crisis y crecer desde la base. En una región en la que el circuito de Motorland es su principal escaparate internacional, el Ejecutivo autonómico ha centrado sus esfuerzos en elaborar un plan de promoción del deporte en el que la ciudadanía sea la protagonista. Desde Conchita Martínez no ha aparecido un deportista que pasee el nombre de Aragón por el extranjero con el mismo impacto que la tenista, y quien más lejos ha llegado en la escena internacional es Begoña García, que disputó los JJOO de Río de Janeiro con la selección de hockey hierba, pese a que no hay clubes femeninos de esta disciplina en la región. Así se desprende del segundo capítulo de la serie que iniciada por Palco23 para analizar semanalmente la salud del deporte en cada comunidad autónoma.

 

Para evitar casos como el suyo, el Ejecutivo ha impulsado el primer plan de igualdad del deporte de Aragón. Sin embargo, con el calendario electoral en mente, el próximo reto será elaborar un nuevo plan estratégico del deporte, que nació en 2016 con la intención de “establecer una proyección de futuro y definir de forma clara el modelo deportivo pretendido para la comunidad”, según este documento. Este plan ha marcado las líneas de acción de la legislatura en cuanto a financiación, infraestructuras, gestión territorial, desarrollo entre la ciudadanía y en la educación y apoyo en los niveles de alto rendimiento.

 

Después de los recortes de los últimos años, el presupuesto de 2018 para el fomento de la actividad física se vio beneficiado por el aumento del 27,5% del presupuesto para la consejería de Educación, de la que forma parte el deporte. Ahora bien, los 11 millones de euros dedicados a esta cartera sólo representan un 1,2% del presupuesto total de la consejería y equivalen al 3,07% del PIB aragonés. Pese a que la tendencia de crecimiento es positiva, la inversión aún está por debajo de os 18 millones de euros del principio de esta década. De hecho, es la primera vez en los últimos seis años que se produce un alza en estas partidas, tras el tímido avance de 2017.

 

 

 

 

A la inversión en el formato de la actividad física hay que añadir la que se realiza en la construcción de infraestructuras, que suele corresponder a la administración local. Según los datos facilitados por la patronal de la construcción Seopan, en la región se sacaron a concurso contratos para construir o remodelar centros deportivos municipales por valor de 12 millones de euros, el 2,6% de toda España.  

 

El sector privado también ha acelerado sus inversiones en este territorio, con Zaragoza como centro neurálgico. Los operadores de fitness han visto en la ciudad, la quinta más grande de España, un enclave estratégico en su estrategia de expansión una vez que se han consolidado en las grandes ciudades. VivaGym ha acelerado con la apertura tres centros, dos de ellos abiertos en el último año, y Forus compró el año pasado una empresa que operaba dos recintos municipales para asumir la gestión de las instalaciones. Por otro lado, Ácura adquirió un complejo low cost y ha comprado a la ACB el centro deportivo que gestionaba, mientras que McFit se lanzará a la capital maña con la inauguración de dos gimnasios en los próximos meses, en la que será su entrada en suelo aragonés, donde hasta ahora no tenía presencia.

 

A falta de equipos que compitan en torneos internacionales, Aragón ha desarrollado un modelo deportivo ligado al fomento de la actividad física entre su población, donde cuenta con 5.574 clubes, la cuarta región a nivel nacional. En cuanto a las licencias, la comunidad es la octava comunidad con mayor número de federados en España, con 147.852, equivalente a un 11,2% de una población de 1,3 millones de habitantes. Es decir, más de uno de cada diez maños compite de forma reglada.

 

 

 

 

De hecho, según los últimos presupuestos aprobados por el Gobierno, la estrategia para 2019 pasa por el desarrollo de este sector, para lo que “se han duplicado las partidas que destinamos a las federaciones hasta 1,1 millones de euros en los últimos tres años, mientras que las ayudas destinadas al apoyo de corporaciones locales para mejorar las instalaciones deportivas crece hasta 3,6 millones de euros”, ha explicado Mayte Pérez, consejera de Educación, Cultura y Deporte de Aragón.

 

El esfuerzo de la Administración no se ha traducido aún en un gran gasto medio por habitante, que fue de 122,66€ en 2017; es la décima comunidad en desembolso destinado al equipamiento para la actividad física. Entre las razones que explican esta cifra está el propio contexto coyuntural aragonés, que cuenta con una de las densidades de población más bajas de España, con 26,8 habitantes por kilómetro cuadrado, mucho menor que la media española, que se sitúa en 88,4 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La mitad se concentran en el núcleo urbano de Zaragoza, seguido por Huesca, que sólo representa el 4% de la población de la comunidad.

 

Además, tres de cada cuatro municipios perdieron población menor de 16 años y sólo un 3,3% de las localidades tiene más de 5.000 habitantes, según datos de la Comisión del Reto Demográfico del Gobierno de Aragón. Estas peculiaridades dificultan la unificación de políticas a nivel autonómico, pero sobre todo un incremento de la competitividad del deporte a nivel local y la irrupción de una mayor iniciativa privada. En este sentido, a los clubes les preocupa el impacto que pueda tener la prohibición de la publicidad de casas de apuestas en todas las competiciones autonómicas tras la aprobación de la Ley de la actividad física y el deporte.

 

 

 

 

La cuestión demográfica no se les escapa de las manos a clubes como el Real Zaragoza o el SD Huesca, que en los últimos años han alcanzado convenios con numerosos clubes locales para tener un mayor control sobre los jóvenes talentos que surjan en la región. De hecho, el conjunto oscense invirtió sus millones en instalaciones para trabajar el talento de la provincia durante el último año. Sin embargo, equipos de otras comunidades autónomas también han puesto en marcha iniciativas similares y ampliar su despliegue de cantera por el territorio maño.

 

Por deportes, el fútbol es la disciplina dominante en la comunidad, con 40.153 federados, undécimos en el ránking nacional. Pese a contar con clubes como SD Huesca y Real Zaragoza en LaLiga, y el Fútbol Emotion Zaragoza en la Lnfs, sus canteras no son de las más numerosas en España. De hecho, el propio contexto financiero de los clubes, unido a la situación demográfica aragonesas, dificultan su capacidad de tracción.

 

Fuera de la alta competición de clubes, la caza ocupa un papel protagonista, con 27.648 licencias, situándose por encima de la media nacional en una disciplina que exige el registro obligatorio para poder practicarla. Está por encima incluso del baloncesto, que cuenta con 14.194 federados y ocupa el octavo lugar entre el resto de comunidades autónomas, pese a contar con el Mann-Filter Casablanca, en la Liga Dia; el Tecnyconta Zaragoza, que compite en la Liga Endesa, y el Peñas Huesca, que juega en la LEB. Ambos clubes han impulsado el desarrollo de la canasta en los últimos años a través de sus canteras y proyectos encaminados a la iniciación desde las etapas más tempranas de la formación.

 

Las modalidades de montaña, nieve y escalada cuentan con 11.763 practicantes y son el cuarto deporte más practicado en el territorio maño, aunque cae por debajo del Top-ten a nivel nacional. Pese a la inversión de ocho millones de euros realizada en 2017 y que cuenta con cinco estaciones de esquí y más de 400 kilómetros de pistas, con parajes como Formigal y Candanchú, el sector ha notado una bajada en los visitantes y en el impacto económico después de dos años de altas temperaturas invernales. Eso sí, ha permitido la aparición de importantes empresas del segmento outdoor como Barrabés e Izas.

 

 

 

 

 

 

 

Otra de las disciplinas con las que se ha querido elevar el perfil turístico del territorio es MotoGP y Superbikes. Las pruebas se disputan en el circuito de Motorland, que no ha logrado alcanzar la rentabilidad y tiene un déficit crónico de ocho millones de euros anuales, lo que ha obligado al Ejecutivo a usar los fondos públicos para soportarla. Las Administraciones se han comprometido a pagar 38,5 millones de euros entre 2017 y 2021 para preservar ambas pruebas, un gasto que justifican al tratarse de “un activo de interés autonómico y de especial relevancia para el desarrollo de un tejido económico, social y territorial”.

 

Se estima que el impacto económico generado por la prueba está en torno a los 30 millones de euros, pues es el Gran Premio menos visitado por los aficionados al motor en Europa, sólo por encima de Losail (Qatar), Phillip Island (Australia) y Motegi (Japón). La cita de MotoGP alcanzó su récord de asistencia en 2016 con 117.326 espectadores, cifra que bajó a los 114.057 asistentes el año pasado.

 

El turismo de dos ruedas es clave en una región poco motera, en la que ni automovilismo (968 licencias) ni motociclismo (787 federados) están entre los veinte deportes más practicados, con menos federados incluso que disciplinas como el ajedrez. No obstante, para una región que dio a luz a la Quebrantahuesos, una de las pruebas populares más duras del ciclismo, los retos demográficos y económicos sólo son un aliciente más para reforzar su apuesta por el deporte.