AFE, UGT y Futbolistas On chocan por el convenio del fútbol femenino

La negociación del primer convenio colectivo del fútbol femenino no será rápida. Y ya no solo por las habituales tensiones entre patronal y sindicatos, sino por el choque que se ha producido de entrada entre los propios representantes de las futbolistas. “Durante la reunión no ha habido acuerdo entre los representantes sociales para la constitución del banco social”, señala la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff).

El problema reside en la negativa de AFE en aceptar que haya interlocutores adicionales al sindicato que tradicionalmente había sido el único portavoz del gremio. Sin embargo, la patronal de los clubes decidió invitar a la negociación a UGT y Futbolistas ON, movimiento que argumentan con su voluntad de “garantizar el máximo respeto al derecho fundamental de la libertad sindical”.

De hecho, Futbolistas ON denunció la semana pasada que la entidad presidida por David Aganzo promovió asambleas en los vestuarios para que las futbolistas eligieran sindicato sin garantizar que todos pudieran estar presentes durante la votación ni promover que se defendieran propuestas sobre por qué elegir un sindicato u otro. “Nuestra asociación expuso el apoyo recibido por más de un 90% de las futbolistas de Primera División, que mandataron a AFE como interlocutor en estas negociaciones”, ha defendido AFE.

En el encuentro, que se ha celebrado en el Consejo Superior de Deportes (CSD), no se ha entrado en el detalle de las reivindicaciones sobre derechos y obligaciones. La reunión se ha centrado en esas formalidades y requisitos exigidos por la normativa laboral que no se han podido completar por ese desencuentro. “Para nosotros resulta fundamental trabajar por un convenio que tenga la máxima solidez y eficacia”, defiende la Acff.

La patronal tiene muy claro que hay que abordar muchos aspectos, pero que resulta vital una “aplicación real del principio de igualdad, pero no utilizándolo de manera demagógica”. Por ejemplo, todo apunta a que habrá un choque asegurado en la cuestión del salario mínimo interprofesional, pues tanto AFE como la Federación lo han exigido y los clubes no creen que vaya a ser viable. ¿Por qué? Por las altas diferencias de presupuesto entre equipos, que van desde los 300.000 euros de algunos a los cinco millones de euros que más o menos destina el FC Barcelona.