2019: las apuestas deportivas tocan techo a la espera de una nueva regulación

El año en el que el negocio de las apuestas esperaba rebasar la barrera de los 7.000 millones de euros en España puede ser el mismo en el que alcance su techo. El ritmo de crecimiento del juego online se ha ralentizado en 2019, cuando su facturación sólo aumentó un 2% interanual y se situó en 5.227,4 millones de euros entre enero y septiembre, según los últimos datos publicados por la Dirección General de la Ordenación del Juego (Dgoj). 

¿El motivo? El sector ha entrado en una segunda fase en la que ya no prima crecer a ritmo de doble dígito y acelerar los planes de expansión, como ha sucedido en esta década, sino ganar cuota de mercado para distanciarse de la competencia y mejorar márgenes. Esta podría ser la antesala del escenario que llegará en 2020, cuando se reabra el debate sobre una nueva legislación.

Más allá de los cambios que se puedan producir el año que viene, el negocio de las apuestas sigue condicionado por los envites en directo, cuyos ingresos se situaron en 3.415,5 millones de euros en los nueve primeros meses de 2019, equivalentes a dos tercios del total. Es a través de este tipo de juego a partir del que se construye la experiencia de los aficionados, que se ha integrado como una parte más dentro del consumo deportivo. Sin embargo, también es la que ha posibilitado que proliferen cada vez más casos de amaños, que se realizan a través de operadores asiáticos o de Europa del este, donde no existe una regulación que lo limite.

La última trama destapada en España fue la denominada Operación Oikos, por la que una veintena de personas fueron detenidas por el presunto arreglo del partido que enfrentó a la SD Huesca y el Gimnástic de Tarragona en 2018. Entre los investigados se encuentran el expresidente del club aragonés, Agustín Lasaosa, y varios futbolistas de Primera y Segunda División. El proceso se inició tras una denuncia de LaLiga después de que sus sistemas de alerta detectasen diferentes irregularidades tanto en las cantidades apostadas como en los cambios que se realizaron durante el encuentro. Aun así, se trata de casos puntuales, que tanto operadores como competiciones tratan de cercar a través de la colaboración conjunta.

Se desconoce el impacto que han podido tener dichos casos en el sector español, pero a lo que no parece haber afectado es al número de usuarios activos. En total, había 869.500 cuentas abiertas hasta septiembre, un 7% más que en 2018. Este es uno de los indicadores que mide la fortaleza y la penetración del sector, al igual que el gross gaming revenue, el beleficio bruto obtenido por las casas de apuestas después de repartir los premios, que se situó en 563,5 millones de euros, un 10,6% más en términos interanuales.

Más patrocinio frente a una futura regulación

Pese a que el juego online desaceleró durante el último año, aún tiene margen de crecimiento. En su recorrido influirá también una posible nueva legislación que limite tanto su presencia con locales a pie de calle, como a través de la publicidad. Las casas de apuestas invirtieron 123,7 millones de euros en campañas de márketing en plataformas digitales y televisivas, un 4% más que el año anterior. El desembolso en patrocinio deportivo, por su parte, se disparó un 45,6%, hasta 14,1 millones de euros. Los acuerdos alcanzados por el Valencia CF y el Sevilla FC con empresas como Bwin y Marathonbet, respectivamente, lideran esta categoría, aunque también destacaron William Hill, que alcanzó un acuerdo con siete clubes de LaLiga SmartBank a la vez; el RCD Mallorca, que luce en el frontal de la camiseta a Betfred; e incluso la ACB y LaLiga, que ficharon a 888Sport y Sportium como espónsors oficiales.

2020 se presenta como un año clave, ya que antes de la repetición electoral, PSOE y Podemos habían llegado a firmar un acuerdo para limitar la publicidad del juego online en el ámbito estatal. Pese a que aún se desconocen las medidas concretas y el apoyo que tendrá entre los posibles socios de Gobierno, se trata de los primeros pasos para definir el terreno de juego del futuro.