Entorno

2018: la práctica deportiva en España acelera al calor del ‘running’ y el ‘fitness’

Tras décadas encomendándose al deporte federado como vía para mantener físicamente activa a la población, España ha encontrado en el fitness y el running dos alternativas que enganchan a la población y la motivan a hacer deporte.

P. López

18 dic 2018 - 04:58

El running convence al 32% de los varones y el fitness al 15% de las mujeres, según Nielsen Sports

 

 

El deporte ha dejado de ser una industria exclusivamente vinculada a los atletas de élite, los clubes profesionales y las competiciones que reúnen a millones de aficionados en los estadios y ante el televisor. Buena parte del negocio vinculado a la actividad física reside ya en la práctica deportiva amateur, de la que se deriva la compra de equipamiento, el pago cuotas para realizar deporte federado en un club deportivo, y para acudir al gimnasio, una opción que eligen 5,2 millones de Españas. Esta industria ha encontrado en la práctica de ejercicio físico la gran palanca de crecimiento pero, ¿cómo ha evolucionado el número de personas que hacen deporte con asiduidad? ¿Los españoles son más activos en la actualidad que tres décadas atrás?

 

Expertos en gestión deportiva, sanidad y sociología del deporte así lo afirman, y las estadísticas amparan su opinión. Según la Encuesta de Hábitos Deportivos elaborada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), en 1990 el 41% de los españoles hacía deporte al menos tres veces por semana, un porcentaje que se elevó al 57% en 2010. Uno de los investigadores de la encuesta, el sociólogo Ramón Llopis, asegura que aunque el estudio de 2015 no detalla el porcentaje de población que se ejercitó un mínimo de tres días por semana, “el 46,2% de los españoles lo hizo semanalmente, lo que demuestra que en los últimos años la tasa de actividad física ha aumentado”.

 

Con todo, esta es una industria que arroja un amplio margen de mejora y, por ende, un reto: atraer al 50% restante de la población de todas las edades, desde el público infantil hasta la tercera edad. En este sentido, la industria aún tiene un largo camino por recorrer para acercarse a la Administración con vistas a favorecer alianzas con el sector de la educación y la sanidad para fomentar el ejercicio en las aulas y la prescripción de actividad física desde los ambulatorios. Pero, yendo más allá de las entidades públicas, el sector privado también ha iniciado una etapa de reflexión para crear sinergias entre sí y aprovechar la transversalidad del deporte.

 

El fitness gana la partida al deporte federado

 

En España, el tejido deportivo cuenta con dos pilares: el deporte federado, que en 2017 convenció a 3,7 millones de personas, y la industria del fitness, que el año pasado dio servicio a 5,2 millones de personas. El sector de los gimnasios es consciente de que su tasa de penetración en la sociedad, que es del 11,1%, es insuficiente. “Que tengamos esta cifra de abonados no significa que todos acudan al centro a entrenar.

 

Tenemos margen de crecimiento para ser relevantes, y para ello el fitness tiene que ir de la mano del sector de la salud”, sostiene Anselmo Méndez, director general del Grupo Duet, uno de los principales operadores del sector. Otros, como GO Fit, han firmado acuerdos con partners empresas de nutrición y aseguradoras como Adeslas para posicionarse como centros deportivos que proveen salud y no sólo culto al cuerpo.

 

El presidente de esta cadena, Gabriel Sáez, afirma que “nos hemos centrado en esta línea por el incremento de la media de edad de la sociedad y la falta de actividad”. Es un posicionamiento en el que algunos players del sector aún no se han volcado, ya que el directivo asegura que es un vector de diferenciación en sí mismo. “Lo que nos va a diferenciar de otra compañía es el método que usamos para generar programas de entrenamiento eficientes y eficaces para cuidar la salud de los abonados”, añade.

 

Esta industria es una de las que más ha crecido en los últimos años, una etapa en que el deporte, el bienestar y el buen físico se ha convertido en tendencia.  El negocio del fitness, junto a la práctica deportiva por libre como salir a correr o el ciclismo, han contribuido a que la sociedad sea más activa. “En los últimos ocho años han proliferado una serie de prácticas deportivas mucho más abiertas, flexibles, no institucionalizadas y posmodernas. Son disciplinas que van al margen de los deportes federados y los clubes, como el running y el fitness, y que permiten mayor flexibilidad en un país donde el ritmo de vida dificulta la práctica deportiva regulada y federada”, analiza Ramón Llopis.

 

 

 

 

El investigador de la Universidad de Valencia advierte de un fenómeno reciente  y que ha dado lugar a un proceso de reflexión en los altos estamentos de las federaciones: ¿Está perdiendo peso el deporte federado en los últimos años? Pese a que se está incrementando el número de licencias federativas, está creciendo a mayor ritmo el número de personas que prefieren hacer deporte por su cuenta, bien sea al aire libre o en un gimnasio. Y, como resultado, la práctica regulada está perdiendo representación sobre el total.

 

De hecho, la disciplina más practicada habitualmente por los españoles es el running, con un 27%, mientras que entre las mujeres la opción preferida es ir al gimnasio, con un 15%. Esta es una elección que también gusta al 27% de los varones, según datos de Nielsen Sports. En otras palabras: los deportes más practicados en España son aquellos que no exigen afiliación a una federación deportiva, que pueden practicarse por libre y sin necesidad de licencia. “Pese a que las licencias federativas siguen creciendo en términos absolutos, el deporte competitivo tradicional ha perdido importancia en el conjunto de todo el sistema porque aumentan a menor ritmo en comparación con las prácticas que están al margen de este modelo”, sostiene Llopis.

 

No es una cuestión que las federaciones estén pasando por alto, ya que algunas han empezado a firmar acuerdos de patrocinio con cadenas de gimnasios, como por ejemplo la Real Federación Española de Atletismo (Rfea), la Federación Española de Baloncesto (FEB) o la de rugby (FER). Todas reciben el apoyo de GO fit, que cede sus instalaciones para que las selecciones entrenen a cambio de visibilidad de marca. La Rfea ha ido más allá y está en fase de diseño de una modalidad atlética vinculada al fitness.

 

 

 

 

Otra de las acciones estratégicas que está desarrollando es un proyecto en las escuelas para monitorizar a los más pequeños con el fin de estudiar su edad biológica y características físicas. “Nos permite explicarlo a los padres, que se muestran muy interesados. Es un proyecto que nos sitúa en una posición muy buena para hacer que el atletismo vuelva a ser el referente de la preparación física y la salud para el gran público, y no sólo para la élite”, sostiene Raúl Chapado, presidente de la Rfea.

 

Pero, ¿con qué frecuencia hacen deporte los españoles? La asiduidad es dispar entre mujeres y hombres. El 43% de ellas admite ejercitarse dos o tres días por semana y sólo el 20% dice hacer deporte un mínimo de cuatro días. En este grupo de frecuencia se encuentra el 32% de los hombres, por el 38% que entrena dos o tres días por semana. En el grupo más sedentario se identifica al 9% de las mujeres, por el 7% de los varones, según el citado informe de Nielsen. Llopis asegura que la brecha de género se ha reducido bastante en los últimos años precisamente por el “surgimiento de prácticas más flexibles ajenas al deporte institucionalizado y competitivo”.

 

Más allá de esta tendencia reciente, el deporte regulado y federado ha experimentado un boom en los últimos 25 años, y todos los expertos coinciden en el efecto Barcelona’92 como punto de partida y de inflexión. El país se convirtió en el epicentro del deporte, el sector público y privado se volcó con los Juegos Olímpicos y, como resultado, se construyeron equipamientos deportivos y se creó el Plan ADO, que apoya económicamente a deportistas olímpicos. Todo ello generó la tormenta perfecta para desarrollar el deporte de alto nivel en el país, y de ahí surgieron los ídolos y referentes que motivaron a las generaciones venideras a ejercitarse.

 

 

 

 

Por todo ello, el deporte ha ganado un 57% de federados desde 1992, hasta 3,7 millones de personas a cierre de 2017. En comparación con la última década, el crecimiento ha sido del 13%, y especialmente han aumentado el número de licencias femeninas, que se ha elevado un 35%, hasta 839.985 fichas, por los 2,8 millones de varones afiliados a una federación.

 

El fútbol se mantiene como el deporte rey en España y aún deja margen de crecimiento. De hecho, en 2017 el número de fichas creció un 9%, un alza que se logró gracias a que las fichas femeninas aumentaron un 36,7%. Los expertos aseguran que este incremento responde al aumento de la visibilidad del fútbol femenino, a la mayor profesionalización de los clubes y, sobre todo, a que hay varias referentes que se han posicionado y que inspiran a las más jóvenes a practicar una disciplina en el que la brecha de género sigue continúa siendo significativa.

 

El segundo deporte con mayor número de federados es el baloncesto, una disciplina que asumió máximos en 2013 y que desde entonces ha perdido un 13% de licencias. En cambio, hay otros deportes que están en plena expansión, y el pádel es uno de ellos. Esta disciplina ganó un 17% de federados en 2017, un auge que coincide con la pérdida de federados en el tenis. La popularización del pádel responde a que “es una disciplina más fácil de aprender” y que casa con “un contexto en que el mundo va hacia lo ágil y lo simple”, según sostiene Toni Nadal, ex entrenador de Rafa Nadal y director de la academia que el jugador tiene en Mallorca. Otro ejemplo es el montañismo y la escalada, que ha ganado  un 6% de adeptos gracias a que el deporte outdoor cada vez convence a más practicantes. De hecho, es el quinto deporte con mayor número de federados en España.

 

España, a la cola de europa en deporte federado

 

El país está lejos de los niveles de deporte federado de Europa. Sin ir más lejos, Alemania cuenta con 21 millones de federados, según su comité olímpico nacional, lo que supone un 27,4% del total de la población, mientras que España apenas un 8% de la población está inscrita a una federación. En Italia, el Comité Olímpico Nacional (Coni) estima que el 18% de la población está inscrita a un club deportivo, mientras que en Francia las federaciones olímpicas cuentan con 8,8 millones de afiliados, un 13% de su población.

 

Desde las federaciones apuntan a que “si España es el país con menor número de federados por habitante es porque no se protege al sistema federado”, explica Raúl Chapado. Un ejemplo de ello es en otros países es necesario están inscrito una federación para poder participar en una carrera popular. La poca presencia del deporte federado en España no significa que sus ciudadanos hagan poco deporte, sino que buscan otras alternativas.

 

De hecho, los españoles están por encima de la media europea en práctica deportiva, según Eurostat. Un 34% cumple con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ejercitarse al menos dos horas a la semana. Esta tasa supera al 18,5% de Italia y al 25% de Francia, pero sigue lejos de los países nórdicos, que son la referencia con más del 50% de la población que se ejercita al menos 150 minutos a la semana. ¿Conseguirá España recortar distancias?