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Una treintena de clubes piden a la Rfef crear una Segunda B Pro con más recursos

Los integrantes del fútbol semiprofesional empiezan a moverse para abordar la reforma definitiva de estas categorías, en busca de un modelo que dé más seguridad a los inversores.

Palco23

20 abr 2020 - 19:08

Una treintena de clubes piden a la Rfef crear una Segunda B Pro con más recursos

 

 

El fútbol semiprofesional, mal llamado aficionado, quiere abordar una gran reforma de sus estructuras. Después de años debatiéndose sobre cómo deberían ser las categorías por debajo de LaLiga, una treintena de clubes ha decidido presentar una propuesta formal a la Real Federación Española de Fútbol (Rfef): la Segunda B Pro.

 

La nueva categoría estaría formada por un total de cuarenta equipos, divididos en dos grupos de veinte cada uno: norte y sur. Los integrantes serían los cuatro descendidos desde LaLiga SmartBank, los doce equipos que jugarían la fase de ascenso en 2019-2020 y no logren el salto al fútbol profesional, más los equipos clasificados entre el quinto y el décimo puesto de cada grupo, ambos incluidos, según la Ser.

 

“El objetivo de esta propuesta es realizar una competición más similar al modelo inglés o de otras federaciones nacionales. Una categoría plenamente profesionalizada, atractiva y competitiva, que sea capaz de generar más recursos a través de la venta centralizada de los derechos audiovisuales, así́ como de naming rights y otros patrocinadores oficiales”, señala la carta remitida a la Federación y hecha pública por la citada emisora.

 

Los clubes que formarían parte de esta nueva división renunciarían a las subvenciones del Plan Impulso 23 diseñado por la Rfef, con un ahorro de cuatro millones de euros que podría destinarse a las entidades que continúen militando en Segunda B y Tercera División, que de facto serían nuevas Tercera y Cuarta División.

 

Con tal de acercar posturas, los promotores de esta iniciativa aceptan que sea el regulador presidido por Luis Rubiales el que se encargue de la venta centralizada de las retransmisiones y los patrocinios. Eso sí, los participantes de la categoría se quedarían el 90% de los ingresos audiovisuales y el 80% de los comerciales, mientras que el resto iría a financiar las divisiones inferiores.

 

El plan contempla acelerar la introducción de normas de control económico entre estos cuarenta equipos, bajo unos criterios que marcaría la Rfef y que serían de obligado cumplimiento ya en 2020-2021. En este sentido, se comprometen a que todos los jugadores estén dados de alta en la Seguridad Social, con un máximo de 23 licencias por plantilla.

 

“Este nuevo formato de competición, por su flexibilidad estructural, permitiría una potencial reestructuración de las dos categorías en un futuro. Si por necesidades de nuestro fútbol, se acordase dar un paso más, sería mucho más sencillo transformar los dos grupos de la Segunda B-PRO en un solo grupo y la Segunda B también podría reducirse en 1 grupo, pasando de 4 a 3”, defienden sus valedores.

 

Se desconoce qué clubes firman la carta, en la que sostienen que las ventajas de la propuesta son claras. “Nos acercaríamos a modelos de otros países, creando un producto más atractivo y sostenible”, aseguran, pues renunciarían a parte de las subvenciones, aumentarían el nivel de competitividad y eliminarían el desbalance actual de la Segunda B, que hace que el paso al fútbol profesional sea muy grande.