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‘To be or not to be’: ¿cuánto dinero le costaría al Madrid dejar la ACB?

El club debería afrontar el pago de una indemnización por dejar de competir en la Liga Endesa, una posibilidad que reduciría su calendario, pero también los ingresos por la venta de abonos.

M. Menchén / P. López

20 feb 2019 - 04:59

El Real Madrid es el equipo más visto por televisión de la ACB; la temporada pasada concentró un 55% de la cuota de pantalla

 

 

Una Liga Endesa o una Copa del Rey sin el Real Madrid. Es la amenaza que se ha planteado desde el club tras los errores arbitrales del último fin de semana que algunas voces autorizadas ven como un bulo y otras dan solidez ante la ambición histórica de su presidente, Florentino Pérez, de tener un pie en la NBA. La decisión final estará en manos de los socios, pero a la cuestión puramente sentimental hay que añadir la empresarial, y diversas fuentes consultadas por Palco23 advierten de las consecuencias económicas que debería asumir una sección cuyo déficit anual ya supera los 30 millones de euros.

 

En el entorno de la ACB indican que la salida del club blanco de la competición no es tan sencilla, ya que actualmente existen importantes contratos comerciales que en su día se firmaron dando por hecha la continuidad de este equipo y el resto de grandes equipos a medio plazo. “Si quieren salir tendrían que asumir estos costes”, señalan, en referencia a las reclamaciones por daños y perjuicios que le podrían exigir.

 

El riesgo es evidente, ya que la salida unilateral del vigente campeón nacional provocaría casi seguro una bajada automática en los contratos de televisión y patrocinio con Movistar+ y con Endesa. Ambas multinacionales ampliaron su vinculación hasta 2021 y, mientras que plataforma de televisión de renovó por ocho millones a cambio de disponer de los derechos televisivos y otros ocho millones más por ser patrocinador, la energética amplió su contrato por cuatro años y 19 millones de euros por los title rights.

 

El Real Madrid es uno de los grandes reclamos televisivos de la Liga Endesa, por lo que su hipotética salida afectaría al valor de los derechos audiovisuales. Según los datos facilitados por la ACB a partir de un estudio de Kantar Media, durante la pasada temporada el conjunto merengue copó el 55% de la cuota de pantalla. El promedio de aficionados que siguieron únicamente los partidos del conjunto blanco fue de 68.007 personas. Una razón de peso para que el operador audiovisual renegociara las condiciones del acuerdo.

 

 

 


A las posibles reclamaciones por perjuicios hay que añadir qué sucede con su vacante. Si es el equipo dirigido por Pablo Laso el que decide salir de la liga nacional, se podría abrir un contencioso sobre si realmente le deben abonar el precio del derecho de participación en la ACB, que se ha fijado en 1,6 millones de euros. Además, un estudio encargado hace dos años por la patronal cifró en 22,2 millones euros el valor de mercado de una plaza en la máxima competición del baloncesto español. 

 

En términos de ingresos, el impacto que podría tener para el Real Madrid es más incierto, pues no sólo hay que tener en cuenta que la ACB abona unos diez millones euros de forma directa entre sus asociados, a razón de unos 700.000 euros como máximo para el campeón. Sin ir más lejos, a esta cifra hay que añadir que, en la campaña 2017-2018, la sección facturó 1,8 millones de euros a través de la televisión.

 

De forma indirecta también podría haber consecuencias, ya que la pérdida de visibilidad mediática podría afectar a unos ingresos comerciales que en 2017-2018 se situaron en 6,89 millones de euros. Sus principales patrocinadores son Universidad Europea, con presencia en el frontal de la camiseta, y Adidas, como sponsor técnico. En un segundo rango están Betfair, Mahou, Audi, Hugo Boss, Sanitas, Coca-Cola y Solán de Cabras.

 

De confirmarse su decisión, pasaría de disputar 64 partidos de fase regular por temporada a sólo 34 encuentros, sin contar los play-offs ni la Final Four de la competición europea. En ese caso, abarcaría una audiencia mucho más repartida internacionalmente y con menos capacidad de impacto en el mercado español, donde la Euroliga se apoyará en Dazn a partir de 2018-2019.

 

 

 

 

La decisión también podría derivar en una menor recaudación por socios y abonados, ya que presumiblemente se ajustaría a la baja el precio de los pases de temporada al reducirse el número de competiciones en las que participa. De hecho, la salida de la ACB supondría dejar de disputar la liga doméstica y su abanico de torneos, como son la Copa del Rey y la Supercopa.

 

La venta y el precio de abonos no es una cuestión menor, ya que el Real Madrid logró el récord de ventas en esta categoría en el inicio de la temporada 2018-2019, con 7.700 tickets de temporada. A través de los socios y la venta de entradas facturó 4,8 millones de euros en 2017-2018, su segunda mayor fuente de ingresos tras la facturación comercial.

 

El encaje legal de su ambición tampoco está claro. En la actualidad, el artículo 5.3 del estatuto de la Euroliga refleja que todos los equipos deben disputar competición doméstica para poder jugar en el torneo europeo. La única excepción es que la liga nacional impida a un club jugar. En ese caso, y siempre y cuando el consejo de la Euroliga apruebe su presencia, el Real Madrid podría disputar la competición. Esta es una posibilidad remota, ya que la ACB desea que el Real Madrid permanezca en el torneo nacional.

 

Ahora bien, en el entorno de la Euroliga aseguran que año tras año se modifican artículos del estatuto, y en este caso no sería algo excepcional. De hecho, bastaría con que los once clubes con licencia A que forman la junta de accionistas votaran a favor de suprimir dicho artículo, según afirman a este diario fuentes del torneo europeo. Con que la votación se decidiera por mayoría sería suficiente.

 

 

 

 

De hecho, esta situación no sería anómala, y es algo que la Euroliga tiene en mente de cara a asegurar su presencia en un mercado clave: Reino Unido. En una entrevista con este diario, el presidente del torneo, Jordi Bertomeu, afirmó que en el medio plazo prevé llevar la competición al mercado británico, donde está trabajando para que un equipo pueda disputar la competición. Y precisamente en este contexto se plantearía la supresión del artículo 5.3, ya que, según el directivo, “el club que jugara en la Euroliga en Reino Unido no podría estar en una liga nacional, porque la diferencia de competitividad es muy alta”.

 

Es una opción que permitiría al Real Madrid seguir compitiendo en Euroliga en el hipotético caso de que abandonara la liga doméstica. Y, a su vez, es una posibilidad más factible que dar el salto a la NBA, cuyo comisionado, Adam Silver, no ve factible esta opción en el corto o medio plazo. “Es difícil pensar en una conferencia europea, pero no descartamos nada si somos capaces de acortar los partidos y los viajes”, explicó el pasado marzo.

 

La cuestión de los desplazamientos inquieta en una competición, la NBA, que en los últimos años se ha mostrado preocupada por la exigencia física que afrontan los jugadores, con numerosos partidos y desplazamientos a lo largo de la temporada. Además, la liga desea aumentar la competitividad de la misma, lo que implica que los participantes tengan un presupuesto parecido. Y esta es la gran barrera que debe afrontar el sueño americano de Florentino Pérez: este año la NBA exige un gasto mínimo de 91,6 millones de dólares a las franquicias y un límite salarial de 101,8 millones, mientras que el Real Madrid opera con un presupuesto que está alrededor de los 35 millones de euros.