Competiciones
Tarragona cifra en un millón de euros el coste de retrasar a 2018 los Juegos Mediterráneos
29 dic 2016 - 19:05
El alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, ha cifrado en cerca de un millón de euros el coste que tendrá para el comité organizador el aplazamiento a 2018 de de los Juegos Mediterráneos, que debían celebrarse el próximo verano en la ciudad catalana. El principal motivo del retraso del evento deportivo ha sido la falta de apoyo de los patrocinadores y los limitados recursos que había podido ofrecer el Gobierno.
El 98% del sobrecoste corresponde al sueldo de la plantilla de la Fundación, mientras que el resto se destinará a realizar campañas de márketing y publicidad para evitar que el proyecto no quede en el olvido. El coste se intentará amortiguar, según ha indicado Ballesteros, con el dinero que obtengan por patrocinios y las aportaciones que ya estaban acordadas con el Consejo Superior de Deportes (CSD).
El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, se ha reunido hoy con el alcalde de Tarragona y le ha manifestado el "compromiso firme e inamovible" del Gobierno con los Juegos Mediterráneos y se ha mostrado convencido de que, con el esfuerzo de todas las instituciones implicadas, "tendremos unos Juegos que harán historia". Pese a todo, la ciudad sigue reclamando una mayor aportación económica por parte del Estado.
El plan de negocio de Tarragona 2017 pasa por conseguir 30 millones de euros de financiación privada, de los que ni siquiera se habían conseguido la mitad. Repsol, CaixaBank y Damm apoyaron el evento con tres millones de euros cada una para figurar como socios oficiales, categoría para la que se aspira a encontrar un total de seis marcas que generen 18 millones. A ellos se les asegura un retorno de 3,4 millones, de los que 2,8 millones de euros proceden de la desgravación fiscal que concederá Hacienda al tratarse de un acontecimiento excepcional.
Por debajo están los patrocinadores oficiales como Movistar, El Corte Inglés y Borges, que pagarán 750.000 euros. Aquí es donde está el mayor problema, ya que se esperaba encontrar a diez compañías que en total aportarían 7,5 millones, con la promesa de que cada una obtendría un retorno de 1,3 millones, entre la desgravación fiscal y el impacto de marca.
En el último escalafón estarían los veinte colaboradores, que acostumbran a ser proveedores de servicios y productos, y que aportarían otros dos millones de euros, según el plan de patrocinio diseñado por Tarragona 2017. Y ahí por ahora sólo están la constructora Comsa y la empresa de transporte Plana.