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Roser Queraltó (Euroliga): “El baloncesto femenino no debe copiar y pegar del masculino”

La directora de negocio de la Euroliga aboga por la existencia de equipos que comercialicen, promocionen e inviertan en baloncesto femenino, para dar visibilidad al negocio y poder impulsar la profesionalización total del deporte.

Roser Queraltó (Euroliga): “El baloncesto femenino no debe copiar y pegar del masculino”
Roser Queraltó (Euroliga): “El baloncesto femenino no debe copiar y pegar del masculino”
"Las jugadoras deben tener la certeza de que pueden vivir del baloncesto".

Albert Martínez

25 abr 2022 - 05:00

Profesionalizar el baloncesto femenino es la clave para que el negocio crezca; y para ello deben colaborar competiciones, clubes, federaciones, clubs, marcas y aficionados. Así lo considera Roser Queraltó, directora de negocio de la Euroliga desde hace once años, quien sugiere a las marcas que tienen un gran potencial de crecimiento en el baloncesto femenino: “El 50% de las mujeres de todo el mundo están interesadas en el deporte, y eso son casi 2.000 millones de mujeres… Si las empresas y las marcas se dan cuenta de esto, el mercado que existe es gigante”, declara.

 

 

Pregunta: El deporte femenino ha vivido un boom de visibilidad. ¿El baloncesto se ha quedado fuera?

Respuesta: No. Al final el problema no es individual de cada deporte, sino de la visibilidad del deporte femenino en sí. Es verdad que hay deportes que, como siempre, tienen más visibilidad que otros. Antes de este boom ya había secciones en las que la mujer era muy importante: el tenis, la gimnasia, la natación sincronizada... Ahora simplemente están explotando otras y el crecimiento que efectúan es paulatino, porque van a su ritmo.

 

P.: ¿Cómo puede el baloncesto aprovechar ese boom?

R.: Con más participación. Debemos tener estructuras donde las deportistas sean clave, pero recordar que si detrás de ellas no hay promoción y desarrollo comercial no sirve de nada. Al final, el deporte no es sólo lo que pasa en la cancha. ¡Los partidos de baloncesto femenino ya se juegan, ya existen! Lo que falta es que el público los vea.

 

P.: Unas 130.000 mujeres federadas practican baloncesto en España. Si está claro que es un deporte que interesa, ¿por qué no genera ingresos?

R.: Porque le falta la parte comercial. El baloncesto femenino vive en un bucle: históricamente sólo se ha considerado un hobby, ya que hasta ahora llegaba una edad en la que la mujer, por motivos familiares o laborales, dejaba el deporte. Ahora, los aficionados debemos equilibrar esa balanza y trabajar junto a instituciones, federaciones, ligas y clubs. Al final, los aficionados tenemos la llave para que el baloncesto femenino pueda conseguir ingresos: nosotros decidimos sobre lo que vemos y lo que no.

 

P.: ¿Cómo se puede mejorar?

R.: Se deben profesionalizar todos los ámbitos. Las jugadoras deben tener la certeza de que pueden vivir del baloncesto. El 50% de las mujeres de todo el mundo están interesadas en el deporte, ¡eso son casi 2.000 millones de mujeres! Si las empresas y las marcas se dan cuenta de esto… El mercado que existe es gigante y hay un gran potencial de crecimiento. La buena noticia es que parece que el deporte femenino despierta: a mí hace veinte años nadie me preguntaba por el baloncesto femenino. Esto significa que hay ruido, y el ruido siempre es bueno.  

 

 

P.: Hay muy pocos partidos de baloncesto femenino en televisión: ¿Se podría crear una OTT de baloncesto femenino?

R.: Las cosas deben tener un crecimiento lógico. Si hay equipos profesionales dedicándose a la comercialización del deporte, el baloncesto femenino crecerá. Si alguien pudiera congregar todos los derechos del baloncesto femenino, claro que podría crearse una OTT. Lo que funciona es que los fans puedan ver en una misma plataforma, por ejemplo, todo el baloncesto femenino europeo. De momento, podría crearse una OTT de deporte femenino, en general.

 

P.: ¿Qué pueden copiar otras competiciones de la Wnba?

R.: La profesionalización, es decir, una estructura específica, unos patrocinadores que apuesten por la competición, una economía propia… Eso hace que detrás de las jugadoras haya un equipo humano que cree e impulsa el proyecto, para que este deporte no sea una pérdida. Las competiciones no deben pensar si ahora es tarde o temprano: deben pensar que el momento es ahora, da igual si llega tarde.

 

P.: ¿Qué lecciones puede sacar el baloncesto femenino frente a otras disciplinas masculinas?

R.: El deporte femenino no debe copiar y pegar lo que se ha hecho en el masculino, porque hay cosas que no son iguales. Hay que hacer un análisis de las necesidades del sector y no cometer los errores que se han cometido en las disciplinas masculinas. Sí es cierto que también podemos aprender muchas cosas: hay modelos de negocio masculinos que llevan funcionando muchísimos años. Las jugadoras deben saber que tendrán que dar un paso más para conseguir visualización. Necesitamos que salgan a la palestra en periódicos, social media… Para llegar a las cuotas copadas por el masculino será necesario un esfuerzo.

 

 

P.: ¿El deporte es todavía un negocio de hombres para hombres?

R.: Son temas históricos. Antes del deporte sólo era cosa de hombres, no sólo por la parte deportiva, sino también en la directiva. Por eso, las empresas somos responsables de lo que está sucediendo. En la Euroliga nos hemos dado cuenta de esto en los últimos tiempos y ya tenemos un 33% de mujeres en nuestra institución.

 

P.: Si ha aumentado el número de mujeres aficionadas al baloncesto, ¿por qué no aumenta la audiencia del baloncesto femenino?

R.: Porque hay que tenerlo al alcance, si no, vivimos en un círculo vicioso. Si queremos consumir deporte femenino, pero las opciones son pocas y restrictivas, el baloncesto femenino no avanza. La cuestión es que el mero hecho de poner los partidos en televisión no es suficiente, debe también promocionarse y crearse un desarrollo de negocio complejo.

 

P.: ¿Qué países, competiciones o entidades se pueden tomar como referencia para el baloncesto femenino?

R.: En baloncesto, la Wnba es la máxima referencia. Pero hay estructuras del deporte femenino que funcionan desde hace mucho tiempo. Sin ir más lejos, el tenis femenino llena estadios desde hace décadas. Lo primero que hay que hacer es saber a dónde vamos: una vez ahí ya miraremos quién está haciéndolo bien. No hace falta reinventar la rueda cada vez que alguien quiere innovar, sino saber qué funciona y tenerlo de referente. Debemos fijarnos en las competiciones de éxito, sabiendo que cada deporte construye lentamente su camino.

 

P.: Si tuviese un millón de euros, ¿lo invertiría en deporte femenino?

R.: Sin duda, ya que creo en su potencial. Pero querría estar segura de que el millón se reparte bien entre jugadoras y estructura, porque si no el dinero se va muy rápido. Estaría encantada de pagar bien a las jugadoras, pero si no planteo una estructura sólida que me de más ingresos, eso no se sostiene, el millón se acaba y tengo que decir adiós a las jugadoras. 

 

 

P.: ¿Qué puede hacer la Euroliga para potenciar el negocio del deporte femenino?

R.: El baloncesto femenino lo lleva Fiba y de momento seguirá así. En realidad, da igual qué organización lo lleve, lo importante es que se creen las estructuras necesarias para el progreso. Que las niñas vean referentes en la cancha y en los despachos.

 

P.: ¿Se ha planteado la Euroliga alguna vez organizar la competición femenina?        

R.: En este momento no. Está claro que hay espacio para el baloncesto femenino, pero lo organiza la Fiba y es perfecto como está.

 

P.: ¿Es malo para el baloncesto femenino que la Euroliga masculina y femenina no esté organizada por la misma empresa?

R.: Lo importante no es quien lo organiza, sino que exista una visión de futuro, que se sepa a donde hay que ir. Que además de ser profesional, sea creíble y consistente en el tiempo. Si queremos que el deporte femenino no tarde 25 o 30 años en arrancar, las competiciones que ahora lo organizan y los clubes tienen que trabajar con estructuras profesionales exclusivamente para el sector.