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PwC irrumpe en el fútbol español con la auditoría de La Liga

M.Menchén

5 oct 2015 - 04:58

PwC irrumpe por la puerta grande en el fútbol español. La firma de servicios profesionales, que hasta ahora no controlaba la auditoría de ninguna gran entidad deportiva en el país, ha conseguido hacerse con la cuenta de La Liga. Así consta en la memoria económica de la patronal de clubes correspondiente a la temporada 2014-2015, en la que se indica que PwC también ha prestado trabajos adicionales en otros ámbitos.

 

Hasta ahora, las cuentas de La Liga estaban supervisadas por Olszewski Auditores, una firma de la que apenas hay información disponible. El cambio se produce en un momento de fuerte crecimiento de los ingresos de la patronal y de una mayor necesidad de colaborar con las principales firmas del sector para dar una mayor fiabilidad sobre el estado económico del fútbol español ante los inversores internacionales.

 

Ello también supone un sobrecoste, ya que mientras Olszewski cobraba 16.000 euros por temporada, PwC se ha embolsado 22.000 euros por este concepto; el socio que se ha encargado de firmar las cuentas de La Liga en el último año es Manuel Rioja. En paralelo, la Big Four también ha cobrado 203.927,3 euros por servicios de asesoramiento a través de otras sociedades de su red y que en la memoria anual no se especifican.

 

En cualquier caso, se trata de la primera gran cuenta que se adjudica PwC en el fútbol español y que le podría abrir la puerta a otros importantes contratos. Sin ir más lejos, el Consejo Superior de Deportes (CSD) trabaja en la introducción de una nueva normativa que le permita elaborar una auditoría complementaria de cada uno de los clubes de Primera y Segunda División, como adelantó Palco23.

 

En este sentido, el hecho de no supervisar las cuentas de ningún equipo y de trabajar ya con La Liga, le podría situar en mejor posición respecto a sus grandes rivales. Se da por hecho que el organismo adscrito al Gobierno abriría un concurso público, como en su momento hizo para adjudicar a BDO un análisis complementario de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) ante las dudas sobre algunas de las operaciones del ente presidido por Ángel María Villar. KPMG, que tampoco audita a ningún club aunque sí realiza labores de consultoría, también tendría opciones.

 

En la actualidad, EY es una de las principales firmas del negocio del balón, con las cuentas de algunos de los clubes con más ingresos de España. Su principal estandarte es el Real Madrid, al que audita desde hace varios años. Además, en el último ejercicio ha logrado hacerse con importantes contratos, como el del Sevilla CF, que en la temporada 2013-2014 trabajó con MB Consultores y Auditores, y el Valencia CF, que antes de la llegada de Peter Lim trabajada con Eudita.

 

Esta última firma sí que ha logrado retener la cuenta del Atlético de Madrid, que a comienzos de año la ratificó como auditora y disipó dudas sobre si el hecho de que el cambio en el reparto accionarial y un nuevo paso en su profesionalización exigiera también un cambio de supervisor de sus cuentas.

 

La tercera Big Four que ya trabaja en La Liga es Deloitte, que audita al FC Barcelona desde hace más de diez años y ha logrado mantenerse pese a los relevos en la presidencia del FC Barcelona: en 2010, cuando Joan Laporta dejó el cargo y dio paso a Sandro Rosell, y ahora con la ratificación de Josep Maria Bartomeu tras las últimas elecciones. Por ahora, el Barça no ha mostrado intención de romper su relación con esta firma, famosa en el mundo del fútbol por publicar anualmente un informe sobre los clubes con más ingresos de Europa.

 

Más allá de las cuatro grandes firmas, también existen empresas de tamaño medio que se reparten un mercado muy atomizado. De hecho, sólo la española Auren ha logrado tener a dos equipos de Primera División en su cartera de clientes. El primero que consiguió es el Celta de Vigo, a principios de 2014, mientras que el también gallego Deportivo de la Coruña confió también en ella a mediados de este 2015.

 

A partir de ahí, se abre un amplio abanico en el que cada club ha decidido confiar la supervisión de sus cuentas anuales a una auditora local. Ello se debe a que, más allá de la repercusión mediática que tiene el fútbol español, las SAD no dejan de ser pymes con una cifra de negocio no muy elevada, restando atractivo para las grandes auditoras.