O Marisquiño presupuesta 1,5 millones en 2023 y se abre al mar

O Marisquiño se saca un hellflip. El festival de deportes urbanos vigués, que celebra su aniversario número 23 este año, destinará 1,5 millones de euros a la organización del evento, aumentando su presupuesto anterior un 15,4%, tal y como ha revelado el director de O Marisquiño, Joako Ezpeleta, a Palco23.

“La crisis generada por la guerra en Ucrania y la inflación ha hecho que los costes de las materias primas hayan aumentado alrededor del 20%”, ha apuntado Ezpeleta. “Además, el cambio de ubicación a la playa del Samil de algunas pruebas conlleva un coste adicional importante en producción, ya que es un espacio nuevo y no tiene las características del Puerto de Vigo, donde ubicábamos las pruebas hasta ahora”, ha añadido.

Como principal novedad, el festival desplaza sus tres principales pruebas, el skateboard, el BMX y el dirt jump en la playa del Samil. Además, la organización ha sumado la batalla de gallos, o estilo freestyle en hip-hop, a las disciplinas del evento. “Es la primera vez que organizaremos la batalla de gallos, junto a Gallos del Norte, la asociación gestora de los gallos en Galicia”, ha admitido Ezpeleta.

La organización del evento ha puesto el foco en el mar para las próximas ediciones. Hace cinco años, una de las pruebas de O Marisquiño era de lanchas a motor, aunque se cayó del evento. “Queremos introducir nuevas disciplinas acuáticas”, ha añadido el directivo. “Desplazarnos a la playa este año es el primer paso, debemos ver qué aceptación tiene el cambio y qué tan eficaz es la organización y a partir de ahí, podremos valorar”, ha apuntado Ezpeleta.

Las administraciones públicas aportarán a O Marisquiño  un millón de euros en 2023

El Ayuntamiento de Vigo, la Diputación de Pontevedra y la Zona Franca aportarán este año alrededor del 66% del presupuesto. La aportación de las administraciones públicas ha pasado de 840.000 en 2022 a alrededor de un millón de euros en la próxima edición. El resto del presupuesto, medio millón de euros, corresponde a ingresos derivados de patrocinadores privados y recursos propios. La organización estima que 350.000 euros son aportados por compañías como Redbull, Nissan o Pereira, mientras que 150.000 euros serán generados a través de recursos propios del evento.

La edición del año pasado incluyó el Family Day y desde la dirección se considera que fue “muy positivo, ya que es una manera de integrar a las familias, que tengan un día propio y no estén disgregados en las actividades durante varios días”. Asimismo, la inclusión de un día familiar en el evento va en línea con la estrategia del fomento del deporte base en la zona. “Es muy importante cuidar la cantera gallega, ya que el 90% de los participantes que vienen a los talleres son jóvenes locales de la ciudad”, ha admitido Ezpeleta.

En las últimas ediciones, el público del evento está cambiando, evolucionando hacia uno más familiar. “Hemos visto como cada vez hay más familias que vienen a Vigo a disfrutar de un fin de semana gastronómico y deportivo, no tan competitivo”, ha apuntado el director de la prueba.

La edición de 2022 tuvo un impacto económico de 22 millones de euros

El gremio de hosteleros de la región cifra en 22 millones de euros el impacto económico de la pasada prueba en la zona, aumentando un 10% en 2021. Alrededor de 1.500 riders participaron en O Marisquiño en 2022, teniendo en cuenta todas las disciplinas.

La cúpula directiva tiene sobre la mesa la opción de internacionalizar la prueba, “pero la marca está tan identificada con la ciudad de Vigo que no potenciaremos salir de la ciudad, aunque escuchemos opciones”, ha apuntado Ezpeleta. “Los vigueses sienten O Marisquiño como una fiesta popular suya, es un vínculo que tiene un valor extraordinario y que no es fácil conseguir en otro lugar”, ha añadido.

O Marisquiño es un festival de deportes extremos que se fundó en 2001. Cuenta con cuatro disciplinas olímpicas: skateboard, BMX, breaking y baloncesto 3x3, además, suma otras disciplinas como dirt jump, o batalla de gallos. En poco más de veinte años, la asistencia ha pasado de 2.000 personas a más de 160.000 visitantes.