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Movistar, el Circuit y el regreso de Alonso: la Fórmula 1, ante su año clave en España

El piloto asturiano volverá al Mundial de automovilismo en 2021, que debe marcar un punto de inflexión del negocio de la F-1 en el país con la renovación de los derechos audiovisuales y el futuro del trazado catalán en el aire.

Álvaro Carretero

9 jul 2020 - 04:58

Movistar, el Circuit y el regreso de Alonso: la Fórmula 1, ante su año clave en España

 

 

Fernando Alonso regresa a la Fórmula 1. A sus cuarenta años, el piloto asturiano quiere volver a probarse en el asfalto sobre un monoplaza, aunque los resultados deportivos no llegarán de forma inmediata. Su incorporación se producirá a partir de 2021 con Renault, escudería con la que ganó dos títulos Mundiales y a la que catapultó al primer plano competitivo y comercial. Su vuelta, además, podría revalorizar aún más el nuevo contrato televisivo en España, que finaliza este año, y da alas al Circuit de Catalunya para renovar el fee con Liberty Media, gestora de la competición.

 

En lo que a Renault concierne, el regreso de Fernando Alonso supone una vuelta a sus mejores años deportivos y comerciales. En 2009, el último del asturiano en la escudería, la marca francesa obtuvo su récord de ingresos comerciales, con más de 120 millones de dólares. Un año más tarde, habían descendido a la mitad y aún hoy están lejos de acercarse a esa cifra, pues el equipo cerró 2018 con contratos en vigor por algo menos de 80 millones.

 

El fichaje de Alonso también se produce en una situación delicada para Renault como empresa, especialmente perjudicada tras la crisis del Covid-19. La compañía francesa ha anunciado que recortará 15.000 empleos en todo el mundo para ahorrar 2.000 millones de euros y ha tenido que pactar con el Gobierno un rescate a cambio de ceder hasta el 19,7% de su capital.

 

 

 

 

Pese a las dificultades económicas, Clotilde Delbos, consejera delegada interina de Renault, quiso confirmar la presencia de la escudería en la competición las próximas temporadas tras los rumores sobre su posible salida. “Confirmamos que nos quedamos en la F-1; bajo las nuevas reglas, es una buena inversión para nosotros”, aseguraba la directiva.

 

Esta no hubiera sido la primera vez que Renault habría desaparecido del mapa del gran circo. Entre 2009 y 2010 se negoció su venta al fondo Genii Capital, que llegó a un acuerdo con los propietarios de Lotus para llevar una escudería a la F-1, que seguiría llevando motores Renault, igual que los Red Bull. Sin embargo, tras sólo cinco años los problemas económicos llevaron a la compañía a la bancarrota y Renault recuperó su plaza tras comprar la compañía en 2016 por una libra a cambio de saldar las deudas pendientes.

 

Desde entonces, se ha mantenido en un tercer escalón dentro del Mundial, por detrás del dominio de Mercedes y por debajo de otras escuderías como Ferrari, Red Bull o Mercedes-McLaren, donde Carlos Sainz disputará su última temporada antes de ir a Ferrari. El piloto madrileño, de hecho, tendrá más opciones de lograr pódiums que el asturiano en una F-1 que, además, afronta 2021 como el primer año de pruebas para su nuevo límite presupuestario.

 

 

 

 

Renault no ha desvelado el salario que percibirá Fernando Alonso, aunque la previsión es que pueda convertirse en el piloto con más ingresos acumulados de la historia, según Forbes. En su última temporada en activo, el sueldo del asturiano estaba en torno a treinta millones de dólares, sólo por detrás de Sebastian Vettel (36 millones), Lewis Hamilton (50 millones) y Kimi Raikkonen (40 millones).

 

Los sueldos de los dos pilotos y los tres ejecutivos mejor pagados de cada escudería no computarán en el nuevo límite salarial, por lo que Renault no tendrá que hacer malabares para cuadrar las cuentas. Sin embargo, en un escenario de pérdidas económicas generalizadas, escuderías como Ferrari y Mercedes-McLaren ya habían negociado los fichajes a la baja para recortar gastos en 2021.

 

Tras su salida de la F-1, Alonso obtuvo unos ingresos de 33 millones en 2018, según Forbes, de los que sólo un millón de dólares procedía de sus acuerdos de patrocinio. Renault espera que Alonso, considerado como uno de los deportistas que más rentabilidad ha ofrecido a las marcas, vuelva a lograr hacer un gran trasvase de empresas hacia la escudería, como sucedió en su día con sus patrocinadores clásicos, como Banco Santander, Telefónica y Tag Heuer.

 

 

 

 

El primero en dar el salto ha sido Mapfre, que se unió a la escudería francesa en 2017 y un año después renovó su alianza por cinco años más. Ese trasvase podría realizarse actualmente con Kimoa, la marca propiedad del piloto español y que patrocina las gafas, gorras y otros complementos. Pese a que la Fórmula 1 ha perdido gas en España en los últimos años, la presencia de Alonso cambia el panorama del patrocinio y, de hecho, competirá con Sainz por captar el apoyo de las marcas.

 

En lo que no rivalizarán será en el impulso de la F-1 en España tras varios años de audiencias y asistencia a la baja. La competición arrastra un lustro de caída en los espectadores tras abandonar la televisión en abierto y confirmar la salida de Alonso, que pusieron fin a la edad dorada del Mundial. Hasta entonces, Telecinco llegó a acumular más de cinco millones de espectadores en directo, mientras que en el primer año con Movistar la audiencia media cayó hasta 185.000 personas.

 

Pese al ligero repunte que se produjo en 2018, el año pasado, el primero sin Fernando Alonso, se registró el peor dato de audiencia, con una media de 150.000 espectadores por gran premio y un 1,7% de cuota de pantalla. El Gran Premio con mayor seguimiento fue el de Canadá, con 227.000 televidentes, muy lejos de los años de bonanza de la competición. Además de la salida del paddock del piloto asturiano, la Fórmula 1 perdió en 2019 el efecto de arrastre que ejercía MotoGP, cuando los derechos dejaron de estar en manos de Movistar y pasaron a Dazn.

 

La OTT británica se ha convertido en la gran invitada a todas las pujas por los derechos audiovisuales en el sector del deporte, aunque en algunas ocasiones su presencia sólo tiene el efecto de encarecer el precio de estos paquetes. Uno de los grandes objetivos de Dazn es convertirse en el gran hub televisivo del motor, ya que a MotoGP suma Superbikes, WRC, el Mundial de Resistencia y el Dakar, y que redondearía si adquiere la Fórmula 1 este año.

 

 

 

 

La última renovación se produjo en 2014 y Movistar fue el único operador dispuesto a pagar los 65 millones de euros que demandaba Liberty Media. Tras la llegada de Sainz a Ferrari, fuentes del sector tasaron los derechos audiovisuales en 100 millones de euros anuales en España, que podrían ascender aún más tras la confirmación de Alonso en un momento clave, justo el año en el que Movistar pugna por renovar el contrato con Liberty Media.

 

Lo que se desconoce es si Movistar o Dazn tendrán algún tipo de compensación por no poder emitir en exclusiva el Gran Premio de España después de que el Gobierno lo declarase como acontecimiento de excepcional interés público esta misma semana. De esta forma, la carrera podrá ofrecerse en abierto, devaluando su precio de mercado.

 

Este era un reconocimiento que el Circuit perseguía desde hace años, y que no ha llegado hasta que se ha producido un cambio al frente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Tras renovar únicamente por una temporada con Liberty Media, hasta 2020, el futuro de la prueba catalana aún está en el aire, pero con la presencia de Alonso y Sainz, y el aval institucional, se espera convencer a Liberty Media para asegurar su continuidad a largo plazo.

 

En la puja también ha entrado el circuito de Jerez, que aspira a quedarse la posible vacante que puede quedar libre si el Circuit no logra la renovación. En su contra juega la baja asistencia al trazado durante las últimas temporadas, que ha caído hasta 160.428 personas, de las que sólo 87.511 aficionados estuvieron presentes el domingo, la cifra más baja desde 1999.

 

El pico se alcanzó en 2007, con más de 354.700 espectadores en las gradas, con Alonso aún en McLaren. Así que tanto los principales grandes premios de España, como los teleoperadores, empresas patrocinadoras y Renault, esperan con ansias el debut de Alonso y, tras arrancar la temporada 2020 el pasado fin de semana, la segunda mitad del año se antoja clave en el devenir de la F-1 en España.