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Los titanes del deporte se frotan las manos con el Mundial: 1.340 millones de euros en camisetas en juego

Nike, Adidas y Puma, los principales proveedores de equipamiento para las 32 selecciones que participan este año en la competición, prevén impulsar su crecimiento en 2018 aupados por la venta de artículos de la categoría de fútbol, igual que sucedió en 2014.

L. Molina

7 jun 2018 - 04:56

Los titanes del deporte se aferran al Mundial a la caza de un nuevo ‘boom’ de camisetas

 

 

Los gigantes del deporte se frotan las manos a las puertas del Mundial de fútbol. Nike, Adidas y Puma, los principales proveedores de equipamiento para las 32 selecciones que disputan la competición este año en Rusia, esperan volver a repetir el boom de ventas en esta categoría que cosecharon en 2014. Para ello, los grupos cuentan con un nuevo viento que juega a su favor: el romance entre la moda y el deporte.

 

Las camisetas que visten los equipos nacionales son el superventas de las empresas deportivas antes, durante y después del Mundial. Este año, se comercializarán 14,9 millones de camisetas en los 32 países participantes en la Copa del Mundo, frente a los 17,7 millones vendidos durante el Mundial de Brasil en 2014, según datos de la consultora PR Marketing recogidos por Bloomberg.

 

Tomando las cifras pronosticadas por PR Marketing, y teniendo en cuenta que las camisetas de cualquier equipo nacional tienen un precio medio de 90 euros, el Mundial de Rusia este año moverá un negocio de 1.341 millones de euros sólo en ventas de este producto.

 

Además de camisetas, otros productos como zapatillas, bufandas y todo tipo de accesorios revestidos del escudo nacional acompañan a los aficionados de cada país no sólo en el campo de juego, sino también en las casas, los bares y las retransmisiones en abierto desde lugares públicos. Todo ello convierte a la Copa del Mundo en un suculento negocio para el sector.

 

Hace cuatro años, el Mundial de Brasil ya sirvió de palanca para impulsar el crecimiento de los titanes del deporte. En el caso de Adidas, la compañía reportó en 2014 un alza del 20% en las ventas de la división de fútbol a tipos de cambio constantes, hasta superar los 2.100 millones de euros, un nuevo récord. El aumento superó las expectativas de la empresa, según recoge la memoria anual del grupo para el ejercicio.

 

 

 

 

Adidas vistió a nueve de las selecciones nacionales que participaron en la competición, una menos que su rival Nike: Alemania, España, Argentina, Rusia, México, Colombia y Japón. La compañía alemana destaca en varias ocasiones a lo largo del informe anual de 2014 que el fútbol y el running fueron las categorías que impulsaron el crecimiento en regiones como Europa Occidental.

 

El alza de las ventas de Adidas en esta región fue entonces del 8,9%, hasta 4.112 millones de euros. El ritmo de crecimiento estuvo muy por encima al del conjunto de la empresa, que elevó sus ingresos un 2,3% respecto al ejercicio 2013. Durante 2014, Adidas vendió, por ejemplo, tres millones de camisetas con el escudo de la selección alemana, campeona de aquella edición, según recoge el blog de la feria Ispo.

 

Nike, por su parte, también experimentó un boom en su negocio al calor de la Copa del Mundo. Según recoge la memoria anual de la empresa correspondiente al ejercicio 2014, el Mundial conllevó un incremento exponencial de los gastos administrativos, de creación y producto y, sobre todo, en iniciativas de márketing y patrocinio.

 

Las ventas a través del canal multimarca de los productos de fútbol de Nike se catapultaron un 17,6% en 2014 respecto al año anterior, hasta 2.270 millones de dólares (1.961,5 millones de euros, a tipos de cambio actuales). El aumento fue muy superior al registrado en 2013, que fue del 3,7%, hasta 1.930 millones de dólares (1.667,7 millones de euros).

 

El titán estadounidense vistió a diez selecciones, entre ellas las de Brasil, Inglaterra, Francia, Portugal, Holanda y Estados Unidos. Nike alude en todo momento al tirón del fútbol y del running como motores de crecimiento en las categorías de prendas de vestir y en regiones como Europa Occidental.

 

En línea con lo que experimentó Adidas, la cifra de negocio de Nike en Europa Occidental se disparó un 18,7% en 2014, hasta 4.979 millones de dólares (4.302,4 millones de euros). La región lideró el crecimiento de la empresa en todo el mundo, seguido del centro y este de Europa, donde el alza fue del 12,9%.

 

 

 

 

Puma, por su parte, fue el grupo en el que el efecto del Mundial de fútbol se notó menos. La compañía vistió a ocho selecciones, como la italiana, la chilena, la suiza o la de Uruguay. Todas ellas jugaron aproximadamente la mitad de todos los partidos disputados.

 

Las ventas de la empresa en 2014 se estancaron en 3.171,2 millones de euros. Pese a ello, y descontando el efecto divisa, la compañía se benefició de las ventas de productos vinculados al Mundial como las prendas de vestir y los accesorios, que crecieron un 6,8% y 7,9%, respectivamente.

 

Al contrario que en 2014, en la Copa del Mundo de este año Adidas se corona como la marca deportiva con un mayor número de selecciones patrocinadas, doce en total y entre ellas las favoritas para hacerse con el trofeo: Argentina, Bélgica, Colombia, Egipto, Alemania, Irán, Japón, México, Marruecos, Rusia, España y Suecia.

 

Su archienemigo Nike, en cambio, se quedaría esta vez con diez equipos nacionales: Australia, Brasil, Croacia, Inglaterra, Francia, Nigeria, Polonia, Portugal, Arabia Saudí y Corea del Sur.

Puma, por contra, es el mayor perdedor en la batalla por el boom de camisetas futboleras. La compañía alemana pasa de los ocho equipos patrocinados en 2014 a tan sólo tres selecciones para el Mundial de Brasil. La imposibilidad de Italia para clasificarse en la competición deja a la marca con Suiza, Senegal y Uruguay como únicos equipos.

 

New Balance, por su parte, proporcionará la indumentaria a las selecciones de Costa Rica y Panamá, mientras que Umbro se queda con los equipos nacionales de Perú y Serbia. Finalmente, Hummel patrocinará a la selección danesa y Uhlsport se queda con la de Túnez.

 


 

 

Junto a los macroeventos deportivos que suceden de forma periódica, el athleisure, el uso de moda deportiva en contextos de ocio alejados del gimnasio, ha sido el principal motor de crecimiento de la industria del deporte y de la moda en los últimos años. Las calles se han llenado de chándals, zapatillas de running y ropa inspirada en el atletismo. En el último año, además, las piezas clave de la indumentaria futbolera también se han colado en el radar de los diseñadores de moda.

 

En 2018, empresas de lujo como Versace y Burberry han introducido piezas icónicas del fútbol en sus colecciones, en un claro guiño al Mundial. Por esta tendencia también han apostado marcas independientes como Off-White, cuyo fundador, Virgil Abloh, fue fichado recientemente como nuevo director artístico de la línea masculina de Louis Vuitton.

 

En paralelo, otras firmas de streetwear con una base fiel de seguidores a escala global, como Palace Skateboards o Supreme, participada por The Carlyle Group, también se han sumado a la fiebre futbolera con camisetas propias. Urban Outfitters y marcas históricas en pleno revival como la italiana Umbro, también cuentan con modelos propios.

 

El auge de la ropa de fútbol en las calles, entre los consumidores que siguen las tendencias de pasarela, sumado a las compras de los acérrimos seguidores del deporte rey, prometen un ejercicio dorado para los titanes del sector.