Los números de la Superliga: reparto de premios, limitación de gastos e igualdad impositiva

El proyecto de la Superliga va tomando forma. El objetivo de los doce clubes fundadores es repartir 3.500 millones de euros, además de los premios, e imponer normas que faciliten una mayor igualdad, según la documentación del proyecto a la que ha tenido acceso Financial Times.

La nueva competición aspira a generar más de 4.000 millones de euros por temporada gracias a los derechos de patrocinio y retransmisiones globales. Una cifra que es más del doble de los 1.950 millones de euros que actualmente la Uefa reparte entre los clubes participantes en la Champions League.

Los rectores de la Superliga han decidido cómo será la distribución del dinero en cada temporada. De acuerdo a la información que se ha filtrado, los clubes fundadores (los doce ya presentados y los tres pendientes de confirmación) compartirían el 32,5% de los ingresos, mientras que otro 32,5% se distribuiría entre los veinte equipos participantes (incluyendo a los cinco invitados cada temporada).

Los clubes de la Superliga se comprometen a un reparto de distribución de ingresos que no acentúe las diferencias entre ellos

Por otro lado, el 20% de los ingresos se asignaría en base al rendimiento deportivo en la competición. Y, finalmente, el 15% restante se repartiría en base al criterio del tamaño de la audiencia de televisión.

Con este modelo de distribución, se pretende asegurar que el ganador de la Superliga no reciba un premio económico que sea 1,5 veces mayor que el club que menos dinero gane.

Además, la Superliga se basaría en un estricto control del gasto, como sucede con el Fair Play Financiero de la Uefa, asegurando que los equipos cierren sus ejercicios en números negros. Los clubes se han comprometido a utilizar solo el 55% de sus ingresos en “gastos deportivos”, como salarios de jugadores, transferencias y honorarios de agentes, una cifra muy inferior al límite salarial de varios de los principales clubes, que se sitúa actualmente entre el 70 y el 80 por ciento de sus ingresos.

Los clubes fundadores habrían suscrito al mismo tiempo una cláusula para igualar los pagos de impuestos, de manera que “el impuesto sobre la renta aplicable a los sueldos se estandarice y calcule a una tasa del 45%”, para que los clubes de España no estén en desventaja competitiva.