Los Ángeles completará su oferta deportiva con una franquicia de la NFL

Las franquicias de los deportes americanos van allí donde esté su negocio. Por este motivo, tres equipos de la National Football League (NFL) han solicitado a la patronal mudarse a Los Ángeles para la temporada que viene. Se trata de los Oakland Raiders y los San Diego Chargers, que están en el mismo estado de California, y de los St. Louis Rams, del estado de Misuri.

Con estas solicitudes, que necesitan el voto favorable de tres cuartos de las franquicias de la NFL, la ciudad de Los Ángeles completará su oferta deportiva al contar con un equipo de fútbol americano. Actualmente tiene dos equipos de la NBA, los Lakers y los Clippers; un conjunto de béisbol de la MLB, los Dodgers; uno de hockey de la NHL, los Kings; y uno de fútbol de la MLS, los Galaxy.

Uno de los motivos por los que estas tres franquicias quieren trasladarse es la construcción de un nuevo estadio. Mientras los Rams quieren levantar un estadio de 1.890 millones de dólares en la zona de Inglewood, los Raiders y los Chargers esperan construir un estadio conjunto por 1.750 millones de dólares en el área de Carson.

De esta forma, si se aceptan las tres propuestas, Los Ángeles tendrá dos estadios nuevos, que junto al ambicioso plan de negocio que contempla la inversión de 4.100 millones de dólares (3.720 millones de euros), serán un gran impulso a la candidatura para los Juegos Olímpicos de 2024.

La importancia de las instalaciones no acaba aquí, ya que, además de que la metrópoli representa un mercado mayor para estos equipos, también ha influido la necesidad de renovar sus terrenos de juego. Es el caso de los Oakland Raiders y los San Diego Chargers, que juegan actualmente en los dos estadios más antiguos de la NFL.

La segunda de estas dos franquicias ha asegurado en un comunicado que "hemos intentado durante más de 14 años, a través de nueve propuestas distintas y siete alcaldes diferentes, crear un estadio con experiencia de clase mundial para los aficionados de San Diego. A pesar de estos esfuerzos, aún no hay certeza y una solución factible para el problema del estadio. Estamos tristes por haber llegado a este punto".

Por otro lado, el propietario de los Rams, Stan Kroenke, ha recibido la oposición de la ciudad de Saint Louis, con la que ha presentado una propuesta de estadio de 1.100 millones de dólares en la orilla del río Misisipi, incluyendo 400 millones de dólares de dinero público. Por este motivo, al saberse la petición de traslado, los promotores de la instalación han comentado que confían en que la NFL de luz verde a esta nueva construcción para que no se lleven al equipo de la ciudad.

¿Quiénes son los dueños de estas franquicias?

Kroenke es el propietario de Kroenke Sports Enterprises, que posee los Denver Nuggets de la NBA, los Colorado Avalanche de la NHL, los Colorado Rapids de la MLS y los St. Louis Rams de la NFL. Además, el empresario es también el mayor accionista del club de fútbol inglés Arsenal FC. En 2015, Forbes estimó que su fortuna tiene un valor de 7.700 millones de dólares.

Los Chargers están controlados por una familia de origen griego. Alex Spanos, empresario inmobiliario que tiene 92 años, es el dueño mayoritario de la franquicia de San Diego, donde trabaja su hijo Dean Spanos como presidente y consejero delegado desde 1984.

Por su parte, el propietario de los Oakland Raiders, Mark Davis, recibió el 47% de la franquicia en 2011 como herencia de su padre, Al Davis, por lo que actualmente ocupa el cargo de director general. Cabe destacar que su progenitor ya movió a los Raiders a Los Ángeles en 1981 y regresó a Oakland en 1995.

De confirmarse este traslado, la ciudad de Oakland recibiría un duro golpe, ya que los actuales campeones de la NBA, los Golden State Warriors, se trasladarán a San Francisco. El plan de reubicación del equipo está previsto para el año 2017, cuando la franquicia fijará su sede al otro lado de la bahía con el proyecto Mission Bay, donde se desembolsarán 1.000 millones de dólares (960 millones de euros) en un pabellón con capacidad para 18.000 espectadores y con el que prevén unos ingresos de 2.000 millones de dólares (1.879 millones de euros).