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Levante y Catgas Energía buscan nuevos pabellones para cumplir con la Lnfs

La liga de fútbol sala estrenará un nuevo reglamento en 2018-2019, que establece un aforo mínimo de 2.000 personas y unos estándares de calidad que muchos clubes, como Peñíscola, Jaén o Tudela, también han tenido que solventar.

M.Menchén

19 abr 2018 - 05:00

Levante y Catgas Energía buscan nuevos pabellones para cumplir con la Lnfs

 

 

“Ahora es la fase de mejorar las infraestructuras y elevar el estándar de calidad de los pabellones”, señalaba recientemente a este diario Javier Lozano, presidente de la Lnfs. El fútbol sala lleva meses trabajando en mejorar la imagen de la competición nacional como un producto, y la obligatoriedad de modernizar los pabellones para 2018-2019 será la guinda. Muchos clubes han logrado el apoyo de la Administración para acometer inversiones que, en conjunto, superan los 16 millones de euros. Ahora bien, ¿qué implica este nuevo reglamento?

 

Aunque más modesto que el reglamento audiovisual impuesto por LaLiga a sus clubes, la asociación del futsal también ha redirigido buena parte de los esfuerzos a que la imagen por televisión sea de calidad. Su deseo es que todos los recintos tengan capacidad para un mínimo de 2.000 personas, con gradas en los dos fondos y laterales para que se vea público durante la emisión. En caso contrario, el reglamento insta a que esos espacios estén “perfectamente adecentados para las imágenes de reportajes de televisión o partidos de televisión”.

 

La cuestión del aforo es la que más ha obligado a los equipos a mover ficha rápidamente y buscar la financiación pública para no quedarse fuera de la competición profesional. La Lnfs dedicó todo el 2017 a inspeccionar las instalaciones y detectar las deficiencias, con cinco clubes que presentaban problemas ya en vía de resolución. A día de hoy, sólo preocupa el caso del Levante UD, que deberá buscar nuevo hogar a la espera de que se desencalle el proyecto integral de la entidad para construir una nueva ciudad deportiva en terrenos del Puerto de Valencia.

 

Desde la Lnfs aseguran que el equipo granota “no puede seguir en El Cabanyal”, mientras que la entidad presidida por Quico Catalán asume que “somos conocedores de esta situación y que llevamos tiempo trabajando en varias opciones. En todo caso tenemos claro que hemos de adaptarnos y cumplir los requisitos de la LNFS. Esperamos tener una solución lo antes posible”. Es decir, que deberá trasladarse de forma temporal hasta que no tenga nuevo pabellón, que se ha proyectado con un aforo de hasta 4.000 espectadores.

 

 

 

 

Este equipamiento ha sido contemplado por el Levante dentro del plan para invertir hasta once millones de euros en la construcción de sus propias instalaciones. El proyecto se ha ido retrasando por la compleja negociación con Puertos del Estado y el Ayuntamiento de Valencia, y prácticamente está confirmado que las grúas no podrán empezar a trabajar hasta enero de 2019. El terreno ocupa 85.000 metros cuadrados en la zona de Nazaret, y el punto de discusión con la Administración es el canon anual que debería abonar por el derecho de uso, y que finalmente podría estar en torno a los 180.000 euros.

 

Otro caso que en el sector califican de “especial gravedad” es el del FS Garcia Catgas Energia, que también deberá buscar un nuevo hogar por un periodo de dos años. Fuentes del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet señalan a este diario que “afrontaremos, a partir del próximo otoño, una serie de reformas en el Pabellón Nuevo de Santa Coloma con el objetivo de adaptarse a las normativas de LNFS”. Eso sí, como en otros casos más avanzados, “aprovecharemos la oportunidad, para efectuar reformas estructurales a la instalación y adecuarla a las necesidades deportivas de la ciudad”. Las obras, a falta de precisar el coste que tendrán, durarán dos temporadas.

 

Más al sur, en Jaén, también ha hecho falta un pacto entre varias partes para asegurar que el último campeón de la Copa de España no se ve expulsado de la élite por un problema de infraestructuras. En 2017, la Junta de Andalucía firmó un acuerdo con la Diputación y el Ayuntamiento de Jaén para invertir 12 millones de euros en la construcción del Olivo Arena.

 

El nuevo pabellón del Jaén Paraíso Interior tendrá una capacidad para 6.300 personas, frente a los 1.500 asientos del Pabellón Municipal De la Salobreja. Las obras debían arrancar a comienzos de 2018, pero el proyecto está a la espera de ver cómo le afecta la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en la que se declara nulo el nuevo plan general de ordenación urbana (Pgou) de la ciudad.

 

 

 

Menos costosas están siendo las adaptaciones exigidas al Peñíscola RehabMedic y al Aspil Vidal Ribera Navarra. “Los ayuntamientos sabían que había que hacer esto, porque el objetivo es dignificar al deportista y al espectador dentro de las limitaciones”, recuerdan desde la Lnfs, que también ha introducido mejoras obligatorias en la iluminación (1.200 lux obligatorios, y 1.700 lux para cuando se vea en televisión) y en configuración de los vestuarios, zonas VIP y salas de prensa.

 

Todos estos aspectos han sido asumidos por el Ayuntamiento de Peñíscola, que también ampliará el aforo de 876 a 2.000 personas sentadas. Es la segunda inversión del gobierno municipal en el pabellón, después de los más de 300.000 euros que destinó en 2014. Ahora, sin embargo, ha puesto en marcha una renovación más amplia del complejo, que tiene campo de fútbol, tres pistas de tenis y al que se le añadirán una sala multiusos y un gimnasio. El volumen de la inversión no se ha hecho público, si bien no superará el medio millón de euros y se espera que la Diputación de Castellón aporte más de 115.000 euros.

 

En Navarra, el Ayuntamiento de Tudela ha aprobado un plan de 1,09 millones de euros que ha bendecido ya la Lnfs; de este importe, unos 300.000 euros se financiarán a cargo del plan de inversiones locales (PIL). La asociación presidida por Javier Lozano ha aceptado hacer una excepción y que el aforo quede limitado a 950 espectadores, tanto por cuestiones logísticas (el espacio impide una ampliación mayor), como por niveles de ocupación real durante los partidos.

 

Sí se ha incluido dos nuevos aseos públicos, dos nuevos vestuarios de grandes dimensiones y otro para los árbitros, así como sala de prensa y sala que servirá de botiquín, antidopaje y enfermería. Además, para cumplir con la obligación de tener una sala VIP (capacidad para al menos quince personas) durante los partidos, se instalará una pared móvil en el gimnasio para adaptarse según la ocasión.

 

Las reconfiguraciones han sido necesarias para acabar de pulir los detalles que impedían una retransmisión con los nuevos estándares de calidad, clave para empezar a rentabilizar esta actividad en los próximos ciclos. La competición tiene claro que no va a abandonar la televisión en abierto, pero sí quiere que haya determinados partidos en canales como Eurosport, que demandan un producto más cuidado.

 

Eso se traducirá en que todos los pabellones deben asegurar que “todas las posiciones de las cámaras deberán permitir la visión ininterrumpida de todo el área de juego y zonas circundantes, incluyendo los banquillos de los equipos”. “Las cámaras principales se ubicarán a la altura de la línea del centro del campo”, se añade, y siempre en una posición elevada. Además, se complementarán con dos cámaras laterales y una adicional para repeticiones a cámara lenta. Y el deseo de que, como ha conseguido su hermano mayor de LaLiga, su negocio comercial pueda ir creciendo en cada ciclo.