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LaLiga salta a los despachos: los clubes se juegan su presupuesto con los 2.000 millones de la TV

Entre Primera y Segunda División, la patronal preveía un reparto de 2.110 millones de euros para esta temporada, un importe que podría caer debido al Covid-19. Una vez finalice LaLiga SmartBank, la patronal se sentará a negociar con sus socios audiovisuales.

Patricia López

20 jul 2020 - 05:00

Los ingresos televisivos representan un 43% del negocio ordinario de los clubes de LaLiga Santander y un 58% de los equipos de Segunda División

 

 

LaLiga Santander ha finalizado y, ahora, llega el momento de hacer balance del impacto que el Covid-19 ha generado en el negocio de la competición y de los clubes. No será hasta que finalice la Segunda División cuando el equipo liderado por Javier Tebas se sentará a negociar con sus socios audiovisuales algún tipo de compensación, que sólo estará justificada si los players demuestran que sus ingresos se han resentido por el aplazamiento del torneo y la celebración de partidos en formato comprimido. Ahora, el juego de LaLiga llega a los despachos para salvar un negocio audiovisual de 2.117 millones de euros.

 

Esa es la cantidad que se preveía facturar y repartir en 2019-2020 entre Primera y Segunda División, por los 1.686 millones que se repartieron entre los 42 equipos de LaLiga el año anterior. “No podemos medir el impacto hasta que finalice el torneo; será entonces cuando sabremos si los operadores han sufrido daños que deban compensarse”, explicó Javier Tebas, presidente de LaLiga, el mes pasado.

 

Durante el parón de la competición por el estado de alarma, la patronal definió tres escenarios y calculó la pérdida de ingresos audiovisuales para cada situación. Cancelar el torneo supondría dejar de ingresar 479,7 millones de euros por televisiones, mientras que jugar a puerta cerrada, como se ha hecho, implicaría dejar de facturar 95,9 millones de euros.

 

 

 

 

Una vez cerrada la negociación de LaLiga con los operadores audiovisuales, los clubes podrán conocer su asignación exacta, que en parte se establece por los resultados deportivos de esta temporada.

 

 

El primer reparto de los cerca de 2.000 millones se fija entre Primera y Segunda división, con el 90% para los clubes de la primera competición y el 10% para los segundos. En Primera, los veinte clubes se reparten a partes iguales el 50% de su asignación, mientras que el resto de los fondos se distribuyen en función de los resultados deportivos de las últimas cinco temporadas, ponderándose la última campaña en un 35%.

 

 

De esta última partida (unos 160 millones de euros) al campeón (es decir, el Real Madrid) se le asigna una cuantía del 17% del total, al subcampeón (el FC Barcelona), el 15%, el tercer clasificado, un 13%, y así sucesivamente. Los dos últimos clasificados reciben entre un 0,25% y un 0,75% del total.

 

Por el momento se desconoce si los operadores audiovisuales tendrán derecho a compensación. Las audiencias registradas durante el último mes juegan a favor de la patronal. El cierre de los estadios al público y el parón de la competición provocó que la audiencia de LaLiga Santander se disparara un 48% en el extranjero tras la reanudación, según datos de Nielsen Sport. Los datos oficiales muestran un incremento de más de un 12% de la audiencia española durante la primera jornada del reinicio, respecto a las jornadas antes del parón.

 

Del reparto audiovisual depende buena parte de la facturación de los clubes. En Primera División, los ingresos televisivos representan el 43,3% del negocio ordinario, que es aquel que no incluye las plusvalías por traspasos. En LaLiga SmartBank es el 58,1%, mientras que el resto procede de los resultados deportivos, los abonados, los socios, el patrocinio y comercial.

 

El grado de dependencia del reparto audiovisual va en función de la capacidad de cada club de vender abonos, entradas y patrocinios, entre otros activos. De hecho, hay una brecha clara entre los equipos más y menos dependientes del dinero de las televisiones. “El 85% de nuestros ingresos anuales vienen de la venta de derechos audiovisuales”, explica Martín Ortega, director general del CD Leganés.

 

 

 

 

Es un porcentaje parecido al de la SD Eibar y el Real Valladolid, que superan el 82%, por lo que se verían más condicionados y afectados por un posible recorte en el reparto audiovisual. La otra cara de la moneda son el Real Madrid y el Atlético de Madrid, cuyas cuentas de 2018-2019 reflejan que la televisión sólo suponía un 20,3% y un 24,7% de sus ingresos ordinarios, es decir,  sin contar la venta de jugadores.

 

El reparto televisivo es fundamental para los clubes, puesto que en base a esos ingresos se elabora el presupuesto de la próxima temporada y se fija el límite de gasto salarial. “Espero que se nos comunique pronto cómo queda el reparto y cuánto habrá que reducir los salarios”, afirma un ejecutivo de un club de Segunda División.

 

En Primera División también admiten esa incertidumbre. “Desde la patronal nos dicen que intentarán mitigar el impacto, si lo hay, pero también es cierto que hay mucho negocio audiovisual que viene de los bares, que se han visto afectados y algunos han cerrado”, reconoce el director general de otro equipo de LaLiga Santander.

 

 

Salvar la partida de ingresos que más ha aumentado en el último lustro


La televisión es el generador de ingresos que más ha crecido en las últimas cinco temporadas, junto a la venta de jugadores, que se ha doblado pasando de casi 300 millones de euros en 2014-2015 a 677 millones en 2018-2019. El audiovisual se ha multiplicado por dos en cinco temporadas, hasta 1.444 millones de euros.

 

Esta partida ha subido un 20,8% de media año tras año en las últimas cinco temporadas. A cierre de la última temporada, los ingresos audiovisuales representaron un 36,3% del total de los cobros de los clubes de LaLiga Santander, incluida la venta de futbolistas; hace cinco temporadas significaba el 30,7% del negocio.

Una vez cerrada la negociación de LaLiga con los operadores audiovisuales, los clubes podrán conocer su asignación exacta, que en parte se establece por los resultados deportivos de esta temporada.

 

El primer reparto de los cerca de 2.000 millones se fija entre Primera y Segunda división, con el 90% para los clubes de la primera competición y el 10% para los segundos. En Primera, los veinte clubes se reparten a partes iguales el 50% de su asignación, mientras que el resto de los fondos se distribuyen en función de los resultados deportivos de las últimas cinco temporadas, ponderándose la última campaña en un 35%.

 

De esta última partida (unos 160 millones de euros) al campeón (es decir, el Real Madrid) se le asigna una cuantía del 17% del total, al subcampeón (el FC Barcelona), el 15%, el tercer clasificado, un 13%, y así sucesivamente. Los dos últimos clasificados reciben entre un 0,25% y un 0,75% del total.