Competiciones

La Superliga presenta un nuevo modelo con una liga abierta basada en el mérito deportivo

La liga europea de fútbol debería ser una competición abierta, con varias divisiones, compuesta por entre 60 y 80 equipos, y que permita una distribución sostenible de ingresos a lo largo de la pirámide del fútbol, según ha A22.

La Superliga presenta un nuevo modelo con una liga abierta basada en el mérito deportivo
La Superliga presenta un nuevo modelo con una liga abierta basada en el mérito deportivo
La Superliga considera que las competiciones nacionales son los cimientos del fútbol. La Superliga considera que los clubes participantes deberían seguir comprometidos con sus competiciones y torneos nacionales, tal y como hacen en la actualidad

Palco23

9 feb 2023 - 10:22

La Superliga muta. A22 Sports Management, compañía encargada del desarrollo comercial especializada en deportes, ha dado a conocer los primeros resultados preliminares de un diálogo en toda Europa sobre el futuro del fútbol de clubes y, como principal novedad, la competición apostará por un nuevo modelo abierto basado en el mérito deportivo. Desde octubre, Bernd Reichart, consejero delegado de A22, ha mantenido conversaciones con casi cincuenta clubes europeos y actores del fútbol.  

 

Primer de todo, la Superliga apostará por competiciones abiertas y basadas en el mérito deportivo. Según ha explicado la agencia, la liga europea de fútbol debería ser una competición abierta, con varias divisiones, compuesta por entre 60 y 80 equipos, y que permita una distribución sostenible de ingresos a lo largo de la pirámide del fútbol.

 

Según la competición, la participación de cada temporada debería basarse en el mérito deportivo, sin que existan miembros permanentes. El sistema de clasificación debería ser abierto, basado en el desempeño en competiciones nacionales, permitiendo de este modo a todos los clubes su acceso a la competición mientras se mantiene la dinámica competitiva a escala nacional.

 

 

 

 

En segundo lugar, la Superliga considera que las competiciones nacionales son los cimientos del fútbol. La Superliga considera que los clubes participantes deberían seguir comprometidos con sus competiciones y torneos nacionales, tal y como hacen en la actualidad. Al mismo tiempo, debe abordarse la necesidad crítica de reforzar y hacer más competitivos los torneos nacionales en todo el continente.   

 

En tercer lugar, la organización destaca que se debe mejorar la competitividad con recursos estables y sostenibles. A su parecer, mejorar la competitividad de los clubes europeos requiere un mayor reparto de recursos financieros para toda la pirámide y normas de sostenibilidad financiera que se apliquen de forma rigurosa. Según detalla en su tercer principio, los clubes necesitan mayor estabilidad y visibilidad de sus ingresos anuales para poder asumir compromisos a largo plazo, tanto con sus jugadores como con el desarrollo de infraestructuras. “Un mejor y más atractivo formato de competición europea generaría recursos adicionales, y no cabe duda de que la estabilidad financiera de los clubes se incrementaría notablemente si se les garantiza un mínimo de catorce partidos europeos por temporada”, afirma.

 

 

 

 

En cuarto lugar, remarca que la salud de los jugadores debe estar en el centro del fútbol. “La salud de los jugadores debería ser un factor esencial para determinar el número de partidos que deben jugarse cada año”, apunta. De esta manera, el número de jornadas de competición europea no debería aumentar con respecto al planificado en los calendarios actuales, y aquellas asociaciones de jugadores deberían tener mayor involucración velando por la salud de los jugadores, y el diálogo social debería ser promovido en la Unión Europea.

 

En quinto lugar, la agencia apuesta por competiciones gobernadas por los clubes con normas de sostenibilidad financiera transparentes y aplicadas de forma rigurosa. Según resalta, las competiciones europeas de clubes deberían estar gobernadas por los clubes, tal como ocurre a escala nacional, y no por terceros que se benefician del sistema sin asumir ningún riesgo.

 

En sexto lugar, la Superliga quiere ser la mejor competición de fútbol. “El objetivo debe ser desarrollar una competición europea de fútbol que se convierta en el acontecimiento deportivo más emocionante del mundo”, remarca.   

 

 

 

 

En séptimo lugar, el reto debe ser mejorar la experiencia de los aficionados, por lo que apostará por el diálogo con aficionados y grupos independientes de fans es esencial para intercambiar ideas que puedan mejorar la experiencia de los aficionados. También cree que deberían tomarse medidas adicionales para facilitar la asistencia de los aficionados a partidos fuera de casa y establecerse normas con el objetivo de regular la calidad de los estadios y demás infraestructuras del fútbol, mejorando así la experiencia del fútbol en directo.

 

En octavo lugar, la competición quiere desarrollar y financiar el fútbol femenino, ampliando la financiación proveniente de competiciones europeas femeninas de clubes. “Las inversiones en el fútbol femenino deberían destinarse tanto al nivel profesional como al desarrollo del fútbol base”, asegura la Superliga.

 

En noveno lugar, debe aumentarse significativamente la solidaridad, por lo que la contribución de un mínimo de 400 millones de euros anuales destinados a solidaridad, clubes que no participen en la competición y causas sociales debería ayudar a alcanzar este objetivo. “Debería garantizarse igualmente la transparencia en la gestión mediante la supervisión de autoridades independientes que informen de forma pública y periódica sobre el destino de los fondos y su impacto”, apunta.

 

 

 

En décimo lugar, todo se debe hacer con el respeto de los valores y normativa de la Unión Europea. “Ningún club europeo debería verse obligado a someterse a sistemas de resolución de conflictos ajenos a la Unión Europea y su Estado de Derecho”, asegura.

“Los clubes, que son los que asumen todos los riesgos empresariales, se ven frecuentemente obligados a quedarse al margen cuando se toman decisiones trascendentales para su futuro, mientras se desangran deportiva y financieramente”, ha recordado Reichard en un comunicado.

 

“Nuestro objetivo es presentar a Europa, tras la resolución del caso, un proyecto deportivo sostenible para las competiciones de clubes, abierto como mínimo a los 27 estados miembros de la Unión Europea: los problemas son evidentes y hay que actuar en beneficio de los aficionados, jugadores y clubes”, añade. “¿Cuatro divisiones en Europa? Claro la primera para ellos, como en la reforma de 2019. ¿Gobierno de los clubes? Claro, solo de los grandes”, se ha preguntado.

 

A lo largo de este año, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Tjue) se pronunciará sobre la legalidad y compatibilidad del monopolio de Uefa sobre el fútbol europeo con respecto al marco de principios, valores y libertades fundamentales que constituyen la base de la Unión Europea. Su decisión repercutirá en el fútbol y en todos los deportes europeos.