Competiciones

Superliga, el terremoto que pretende sacudir el fútbol europeo

Cada vez que se acerca el periodo de conversaciones sobre el próximo ciclo de las competiciones europeas surgen de nuevo informaciones y anuncios sobre la Superliga, un proyecto multimillonario que presuntamente multiplicaría los ingresos de los clubes.

Javier Trullols

4 ene 2021 - 04:58

La Superliga, el terremoto que pretende sacudir el fútbol europeo

 

 

El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, aprovechó la comparecencia en la que anunció su dimisión para realizar un anuncio sorprendente. Hizo público que el FC Barcelona “aprobó ayer (27 de octubre) en la reunión de la junta los requerimientos para formar parte de una Superliga europea. La decisión de jugar la competición deberá ser ratificada por la próxima asamblea”.

 

Uno de los clubes más poderosos de Europa alimentaba las expectativas del proyecto de una Superliga europea de fútbol llamada a tomar el relevo de la Champions League, aunque podrían llegar a coexistir como sucede con la Euroliga de baloncesto y la Basketball Champions League. Un proyecto millonario con el que los grandes clubes aspiran a elevar sus ingresos por participar en competiciones europeas con al menos cien millones de euros fijos por temporada.

 

El proyecto es epicentro de una lucha de poder destinada a marcar el futuro del sector del fútbol europeo. La Uefa y las ligas buscan mantener su posición frente a los clubes más poderosos, quienes lo ponen en entredicho al considerarse los auténticos protagonistas del negocio pretendiendo traducir eso en mejores ingresos.

 

Los clubes más poderosos plantean un desafío sin precedentes a la Uefa.  Pretenden organizar su propia competición, con el sistema de las ligas profesionales norteamericanas como referencia, sin ascensos ni descensos. El proyecto, que dañaría a las ligas nacionales, se visualiza no obstante marcado por la pandemia del coronavirus y un mal contexto económico.

 

 

 

 

El organismo responsable del fútbol europeo ha respondido a las demandas de los equipos incluyendo un nuevo concepto en el reparto de ingresos: el ránking de coeficientes, por el que se tiene en cuenta el rendimiento de los clubes en la última década. Gracias a ello, algunos de los clubes se han asegurado un mínimo de cerca de 50 millones de euros por disputar la Champions.

 

En declaraciones a Palco23, el profesor Josep Maria Gay de Liébana explica que el fútbol debe replantearse su futuro, aunque no duda de la creatividad de sus organismos rectores. El deporte sin público, a puerta cerrada y en las circunstancias actuales está provocando que entre los responsables de las grandes firmas está perdiendo interés, advierte. Y asegura que “será difícil mover tanto dinero como antes de la pandemia”.

 

 

 

 

Actualmente, las competiciones de clubes de la Uefa generan 3.250 millones de euros. De esos 295 millones de euros se destinan a costes organizativos y se reservan otros 227,5 millones de euros para pagos de solidaridad. De los ingresos netos resultantes, 2.730 millones de euros, el 6,5% se reserva para el fútbol europeo y permanece en manos de la Uefa y el 93,5% restante, 2.550 millones de euros se distribuyen entre los clubes participantes. Del dinero destinado a los equipos, 2.040 millones de euros se reparten entre los clubes que compiten en la Champions League y la Supercopa, y los otros 510 millones de euros a los que participan en la Uefa Europa League.

 

A pesar de los constantes esfuerzos de la Uefa para incrementar el reparto de dinero a los clubes, estos quieren más. Impulsados por Liverpool, Manchester United, FC Barcelona y Real Madrid, aspiran a una competición propia en la que repartirse más dinero entre ellos, buscando monetizar la disputa de partidos entre los grandes de Europa. El proyecto contaría con el apoyo del banco de inversión JP Morgan, que según Sky Sports estaría dispuesto a poner sobre la mesa 6.000 millones de dólares (4.889 millones de euros) para poner en marcha el proyecto. La inyección monetaria sería reembolsable a través de los ingresos de transmisión futuros generados por el torneo, según un ejecutivo de fútbol expuso en palabras a ese mismo medio.

 

 

 

 

Aunque no todas las grandes instituciones están alineadas con esta idea. “No existirá una Superliga en los próximos diez años; no importa qué tornillo se llegue a apretar o aflojar”, aseguró el presidente ejecutivo del FC Bayern de Munich, Karl-Heinz Rummenigge, el pasado marzo a Frankfurter Allgemeine Zeitung.

 

La llave, ¿en manos de las televisiones?


El proyecto de la Superliga aspira a que enfrentamientos constantes entre los grandes clubes de Europa multipliquen el interés de los aficionados y eleven el valor de los derechos de televisión. Aunque esa aspiración choca con la realidad de lo que sucede actualmente en la Champions League.

 

 

 

 

Los derechos del próximo ciclo de la Champions League, la Europa League, la Europa Conference League y la Uefa Youth League han sido comprados en España por Telefónica para el ciclo de 2021-2022 a 2023-2024 por 975 millones de euros, a razón de 325 millones de euros por cada temporada. La cifra representa una rebaja del 15% respecto al anterior contrato, que cubría las temporadas 2018-2019, 2019-2020 y 2020-2021.

 

En otros mercados clave, como el Reino Unido, la situación es similar. BT Sport se ha hecho con los derechos hasta 2023-2024 a cambio 400 millones de libras por temporada (441 millones de euros), incrementando en tan solo seis millones de libras el coste de los derechos en este cambio de ciclo. El acuerdo, que cubre todas las competiciones de clubes de la Uefa, incluye 77 nuevos partidos y resúmenes.

 

 

 

 

En el caso de Italia, Sky Italia tiene actualmente los derechos exclusivos tanto de la Champions League como de la Europa League por un valor de alrededor de 300 millones de euros anuales. De cara al ciclo de 2021-2022 a 2023-2024, según avanzó Calcio e Finanza, los derechos se repartirán entre Amazon, Sky y Mediaset, que pagarán 280 millones de euros por temporada.

 

Por el contrario, en Alemania la situación es la opuesta. Sky tiene los derechos de la Champions League hasta 2020-2021 por 190 millones de euros por temporada. El importe se elevará hasta los 320 millones de euros en el ciclo 2021-2022 a 2023-2024 gracias a las pujas de Amazon, Dazn y ZDF, según datos de Sportbusiness.  

 

El hecho de que los partidos se disputen entre semana le resta atractivo económico, así como el necesario reparto de los intereses económicos con las ligas nacionales. Y eso que el valor de los derechos de las competiciones europeas no había dejado de crecer hasta ahora. Hasta el punto de que tan solo el valor de los derechos audiovisuales de la Premier League está por encima de los de la Champions. Según el informe The European Club Footballing Landscape, compartido por la Uefa el pasado enero, con datos de la 2017-2018, la liga inglesa generó 2.863 millones de euros en derechos de televisión, por los 2.853,4 millones de los derechos de Champions y Supercopa (409 millones de los cuales corresponden a derechos comerciales y el resto a la televisión). LaLiga queda relegada a la tercera plaza, con 1.332 millones de euros.

 

En el contexto actual, Josep Maria Gay de Liébana pone en duda que “la televisión realmente vaya a poder seguir aguantando el dinero que aporta al fútbol”. Los consumidores han cambiado de hábitos con la pandemia, y el fútbol se enfrenta a competidores como Netflix o HBO. Las métricas de audiencia serán las que marquen el futuro.

 

Un proyecto, ¿en contra de los intereses de los aficionados?

 

Javier Tebas es uno de los opositores al proyecto. “El primer año será más atractivo, cuando no ganen alguno de los grandes irán enfadándose y cuando lleven cuatro o cinco años sin ganar nada, sus aficionados se enfadarán porque son clubes que han crecido en la victoria y sus aficionados están acostumbrados a ganar”, expone. “En cinco años - agrega -  habrán matado a todos los aficionados, no solo nacionales sino también a los internacionales porque solo gana uno”.

 

Josep Maria Gay de Liébana también cuestiona “el interés” que generaría la Superliga. “Si compiten los grandes y dura todo el año puede ser espectacular”, asegura. Pero qué pasaría si a la cuarta jornada tu equipo queda descolgado de la clasificación, se pregunta. Entiende que los clubes, ante la actual tesitura deban “cambiar estructuras” pero opina que debería ser “dentro del contexto de la Uefa”, con una reforma de las competiciones actuales para hacerlas más atractivas.

 

Por su parte, Alberto Colombo, secretario general adjunto de European Leagues, la asociación europea de ligas nacionales, considera que “la Superliga no es una amenaza real”, sino que se trata de “meras especulaciones”. “Es algo que no va a pasar” y “no tiene credibilidad”. Según el ejecutivo, el proyecto sale a la luz pública de manera recurrente, cada tres o cuatro años, cada vez que hay un cambio de ciclo con la intención de “presionar a la Uefa”.

 

 

 

 

En declaraciones a Palco23, Alberto Colombo considera que se trata de un proyecto que “perjudicaría a los grandes clubes” y que cuenta con la oposición de sus seguidores: “los primeros que no la quieren son los fans”, de manera que no tiene sentido trabajar en esa línea. “Los aficionados dan mucho valor a la competición doméstica”, sostiene, y a las rivalidades internas. Al tiempo que afirma que “tenemos un equilibrio muy bueno entre ligas nacionales y competiciones europeas”, con las “competiciones europeas siendo la guinda del pastel”.

 

European Leagues y la Uefa están alineadas en ese sentido, sin ver la posibilidad de una Superliga como “una amenaza”. Es más, en las próximas semanas las autoridades del fútbol europeo se van a reunir para tratar sobre el futuro de las competiciones europeas. En estos encuentros se pondrá sobre la mesa también una distribución más democrática de los ingresos, como defienden desde European Leagues, recordando la necesidad de la solidaridad con los equipos no participantes en aras de preservar el equilibrio competitivo en las ligas domésticas.

 

La posición de FC Barcelona y Real Madrid


“La Superliga europea de clubs garantizará sostenibilidad al club y que siga siendo de los socios. Nuestra singularidad hace que no tengamos que repartir dividendos y los beneficios se hayan destinado a inversiones deportivas y patrimoniales. El club tiene una solidez indiscutible”, aseguraba Josep Maria Bartomeu el día de su despedida.

 

Aunque esta posición no cuenta con el beneplácito de todo el barcelonismo. El precandidato a la presidencia y expresidente Joan Laporta ya se ha posicionado al respecto. “Se carga el negocio del fútbol. Es una opinión muy personal. No todo es el dinero, hay soluciones alternativas como un Super Mundial de clubes. Me inclino más por esta opción”, aseguraba en una entrevista para Cope y Radio Marca.

 

 

 

 

En cambio, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, también ha apostado por un nuevo proyecto. “Se necesitan nuevas fórmulas que lo hagan más competitivo, más emocionante y más fuerte. La reforma no puede esperar y debemos afrontarla cuanto antes”, explicaba ante la asamblea de socios compromisarios del pasado veinte de diciembre.

 

“Los grandes clubes europeos tenemos millones de aficionados y la responsabilidad de luchar por este cambio, que hay que afrontar sobre la base de la solidaridad. Las nuevas generaciones consumen más contenidos y nuestra obligación es adaptarnos para que el fútbol continúe siendo el más demandado. Por ello, debe mejorar la competitividad y calidad. Es un desafío y debemos prepararnos”, señalaba.

 

LaLiga y el CSD, en contra


El presidente de LaLiga, Javier Tebas, se ha mostrado en reiteradas ocasiones contrario al proyecto de la Superliga. “Desafortunado Josep Maria Bartomeu, anunciando en el último día la participación en una competición fantasma, que sería la ruina para el FC Barcelona, y ratifica su ignorancia en la industria del fútbol”, respondía a través de Twitter.

 

Bartomeu estaba dirigido por Florentino. Eso es lo que creo. Esta liga ha sido el sueño del presidente del Real Madrid… Ha trabajado para ello desde hace mucho tiempo, no es nada nuevo. Pero es un grave error, no entiende las graves consecuencias financieras que va a generar”, añadía poco después en declaraciones a The Associated Press, cuando aún Florentino Pérez no se había posicionado públicamente al respecto.

 

 

 

 

La Superliga es inviable. Quien diga que esto es viable, es que no conoce bien el negocio del fútbol, por muy buen empresario que puede ser, es porque no conoce el ámbito económico y jurídico de todo esto”, sostenía Javier Tebas en declaraciones a Goal.

 

También hay otras voces discordantes en el seno de LaLiga. Como la de Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, para quien: “No es necesaria ni conveniente para la afición y para el futuro del fútbol que haya una Superliga europea. Consideramos que el principio fundamental por el que en Europa te ganas el derecho a jugar en Europa es en función de lo que hayas hecho en LaLiga. Parece que es un principio a mantener, y el mejor respeto que podríamos hacer a las aficiones es que se mantenga la importancia de las competiciones ligueras tal y como están diseñadas en este momento”.

 

El presidente de CA Osasuna, Luis Sabalza, en la asamblea general ordinaria del treinta de diciembre, opina que: "La Superliga Europea no es un proyecto ambicioso, sino un proyecto egoísta de clubes que no se conforman con multiplicar por diez el presupuesto de Osasuna. El fútbol es el deporte del pueblo, no el de un club de ricos".

 

“A falta de que haya un proyecto deportivo sobre la mesa, que creo que no lo hay, pienso que dañaría al fútbol español y al europeo; es algo que hay que tomarse con muchísima cautela, que cualquier paso que se dé que favorezca a todos”, añadía Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD) en declaraciones a Marca.

 

¿Una amenaza para el futuro de LaLiga?


El máximo responsable de la patronal del fútbol español iba un paso más allá. “Es algo que desestabiliza muchísimo al sector audiovisual y de patrocinadores. Genera una incertidumbre que no es buena y creo que hay que dar la visión de LaLiga”, argumentó Javier Tebas en la Cadena Cope, en alusión a las palabras de Florentino Pérez.

 

“No he visto a nadie que venga a LaLiga, lo cuente y diga lo que están haciendo. Hay que salir a hablar porque se está desestabilizando el sector audiovisual. En 2021 es el concurso de los derechos audiovisuales nacionales y esto no ayuda para poder sacar el valor que creemos tener”, destacó Javier Tebas.

 

“Hay que salir a decir claramente que no hay Superliga, ni va a haber, que no es un proyecto de 20 equipos, es de cuatro o de dos y que van a estar en contra las ligas europeas, la Uefa y la Fifa”, aseguró Javier Tebas.

 

En estos momentos, Telefónica es el operador que ostenta los derechos de televisión de LaLiga hasta la temporada 2021-2022. Fruto de un acuerdo por el que paga 3.421 millones de euros por el ciclo audiovisual de tres años que arrancó en la 2019-2020. Y Javier Tebas es consciente de que ya no solo el nacimiento de una competición como la Superliga, sino que se hable sobre ella, pueden afectar al negocio interno.

 

Desde España también se mira de reojo la situación de la Premier League, liga de referencia, cuyo ciclo de derechos vence también en 2022. Una competición que en la última comercialización vio como los operadores no estaban dispuestos a pagar más por sus derechos. La Premier cerró la venta de los cinco primeros lotes (160 partidos por temporada) por 4.464 millones de libras (4.950 millones de euros al cambio actual), por los 5.136 millones de libras (5.696 millones de euros) del ciclo anterior.  

 

 

La respuesta de la Uefa: reforma de la Champions


La Uefa ya está trabajando en nuevos cambios en el formato de la Champions League. Sobre la mesa está la propuesta de incrementar el número de clubes participantes en la Champions, según avanzó The Telegraph. La Fase de Grupos pasaría a contar con seis grupos de seis clubes cada uno (dos más que hasta ahora), garantizando así que cada equipo disputaría un mínimo de diez partidos y vería así mejorados sus ingresos por participar en el torneo, tanto por derechos de televisión como por ticketing.

 

“Estamos hablando de no jugar el fin de semana porque queremos mantener el valor de las ligas nacionales. Pero estamos valorando un sistema ligeramente diferente, más interesante que incluye absolutamente todo. La Champions League será tan especial como lo es ahora”, expuso el presidente de la Uefa, Aleksander Ceferin, en una entrevista para el portal esloveno 24ur.

 

 

 

 

Desde la temporada 2009-2010, el organismo rector del fútbol europeo casi ha triplicado el dinero que reparte entre los clubes. En diez años ha pasado de 946 millones de euros a los más de 2.550 millones de la 2019-2020 buscando responder a las constantes demandas de los clubes y a su voluntad de ser partícipes de una mayor parte del volumen de ingresos generados por las competiciones europeas, fruto del acuerdo con la Asociación Europea de Clubes (ECA, en sus siglas en inglés) y gracias a la sustancial mejora de los ingresos generados por estas.