Competiciones
La Sánchez-Casal Academy emula a Nadal y Ferrero y será sede de un ATP Challenger
La academia fundada por Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal organizará el último de los tres torneos de tenis que compró la Real Federación Española de Tenis y que quedaba por asignar. El campeonato estará subvencionado y repartirá 75.000 euros en premios.
27 abr 2018 - 04:59
Nuevo ace de la Academia Sánchez-Casal (ASC) para impulsar al talento tenístico en el panorama nacional. El complejo ubicado en El Prat del Llobregat (Barcelona) se ha hecho con los derechos para organizar un torneo del circuito ATP Challenger, el último que quedaba por asignar en España. Según ha podido saber Palco23, la cita se celebrará del 1 al 7 de octubre, y repartirá 75.000 dólares en premios.
De este modo, la instalación fundada por la mejor pareja de doblistas de la historia del tenis español, Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, sigue la estela de la Rafa Nadal Academy y la Equelite Juan Carlos Ferrero. Ambas academias anunciaron que formarían parte del circuito ATP Challenger que ha impulsado la Real Federación Española de Tenis (Rfet), y al que ahora se ha sumado esta academia.
Los torneos contarán con el apoyo económico de la federación, pero también de los patrocinadores de las academias que se encargarán de organizar los eventos. En el caso de la Sánchez-Casal participarán Mapfre y Head, que también son sponsors de la Rfet, e Iberia, marcas a las que se les dará visibilidad durante el torneo. En el caso de Equelite, cuenta con el apoyo de Lavazza, que también patrocina a Wimbledon. “En estos torneos pierdes dinero si no tienes sponsors”, explica Iñaki Etxegia, director de márketing de la academia dirigida por Ferrero. Sánchez Vicario, por su parte, recalca que “intentamos apoyarnos en el patrocinio, aunque cada vez es más difícil”.
Emilio Sánchez Vicario: “La Rfet está apoyándose en la gente del tenis para llevar a cabo estos torneos”
El fundador asegura que han apostado por albergar este torneo porque “el tenis es nuestra pasión y en España necesita un empuje; los clubes y academias punteras debemos ser líderes y aportar nuestro granito de arena”. El directivo afirma que el presidente de la Rfet, Miguel Díaz, “está intentando llevar a cabo iniciativas apoyándose en la gente del tenis, y la ASC somos uno de sus pilares”.
La apuesta de la Sánchez-Casal por la promoción del tenis formativo y de las jóvenes promesas del circuito no es nueva, ya que es una de las academias más reconocidas del panorama internacional y cuenta con delegaciones en Florida y China. Además, organiza varios torneos de la ITF y campeonatos europeos a lo largo del año, por lo que cuenta con experiencia en este ámbito.
Esta decisión llega meses después de que la Federación de tenis comprara tres torneos ATP Challenger para crear el circuito #NextGen by Rfet en España. “Forma parte de nuestra apuesta por albergar campeonatos que ayuden a sumar puntos y dinero a los tenistas nacionales si necesidad de salir del país. La idea es que puedan escalar posiciones en el ránking sin invertir tantos recursos económicos y jugando en casa”, explica Miguel Díaz.
La Sánchez-Casal Academy albergará un ATP Challenger que repartirá 75.000 dólares en premios
Las tres citas que adquirió se suman a las ya programadas en el calendario el Casino Admiral Trophy, en Marbella, que se celebró en marzo y repartió 50.000 dólares en premios; el Open de Castilla y León, que tendrá lugar en julio en Segovia y premiará a los participantes con 100.000 dólares, y la Copa de Sevilla, que se celebrará del 1 al 8 de septiembre con un prize money de 50.000 dólares.
Respecto a las otras dos nuevas sedes, la Equelite y la Rafa Nadal Academy, repartirán 50.000 dólares cada una. Todos estos eventos, a excepción del de Marbella, son propiedad de la Rfet y en todos los casos están subvencionados. El organismo no ha anunciado cuánto presupuesto destina a estas citas deportivas, pero el importe total para fomentar el tenis juvenil y celebrar competiciones fue de un millón de euros hasta septiembre de 2017, según figura en las cuentas de la federación.
Además, este año se ha destinado un presupuesto aproximado de 300.000 euros a becas para jugadores y jugadoras promesa. “Hace varios años esta partida era de 85.000 euros. Ahora hemos apostado por apoyar más a la base para trabajar en el futuro del tenis en el país”, recalca Díaz.
Esta apuesta de la federación también supone una oportunidad para las academias de tenis. “Aunque ya estamos posicionados, organizar un challenger, con lo que eso conlleva, puede ayudar a mejorar, y es un reto para el equipo”, subraya Sánchez Vicario. Además, asegura que este tipo de citas “motivan a los jugadores a los que enseñamos, que pueden ver de cerca el futuro del tenis mundial”.
Desde la JC Ferrero Equelite Sports Academy consideran que albergar un torneo de estas características les aporta “repercusión a nivel nacional e internacional, y ser conocido entre jugadores profesionales y semiprofesionales que no conocían el complejo”.
Iñaki Etxegia apunta a que este tipo de citas “ayuda a diferenciarnos” y “facilita a los tenistas nacionales poder jugar sin asumir grandes costes”. Además, como son torneos de la federación, el organismo se reserva una cantidad de wildcards que reparte entre las promesas españolas, ya que les ayuda a escalar posiciones en el ránking si ganan partidos.
¿Cómo es el salto a la élite del tenis?
Facilitar el acceso de los jugadores españoles al ránking ATP es el objetivo que persigue la Rfet con la compra de tres torneos ATP Challenger. De hecho, el camino de un jugador hasta el top 100 del ránking es largo y complejo, tanto en lo deportivo como en lo económico. “Los jugadores llegan tarde al circuito profesional, el gasto también se alarga porque tienen que pasar una criba durante cuatro o cinco años por el circuito amateur”, explica Toni Nadal.
Esa criba está compuesta por torneos de varias categorías en función de la edad y el nivel. En la base de la pirámide se encuentran los ITF Junior sub 16, sub 17 y sub 18. Los torneos de esta categoría se dividen por grados de nivel [Grand Slam, Junior Masters, A, 1, 2, 3, 4 y 5], y los mejores jugadores alternan este circuito con los Futures, que también están regulados por la ITF, y no conceden puntos ATP.
Este tipo de torneo es semiprofesional y se divide en tres categorías en función del reparto de puntos, premios y de si incluyen o no hospitality para los jugadores. A mayor premio, mayor nivel tiene el cuadro. Aquellos jugadores que consigan derrotar a los cabezas de serie entran en las preliminary de los ATP Challenger, que incluso pueden ser disputados por tenistas que están entre el número 500 y 100 del ránking. Obtener buenos resultados en los ATP Challenger permite mejorar en el ránking y poder disputar los ATP 250, ATP 500 y, de seguir escalando posiciones, los Masters 1000 y Grand Slams.
Con todo, a partir de 2019 el camino a la élite del tenis cambiará, tanto en ATP como en el circuito femenino, WTA, y será más exclusivo. La ITF creará un circuito intermedio entre la ATP y el ITF Junior que recibirá el nombre de Transition Tour. Estará formado por los mejores jugadores de edad junior y los Futures, y provocará la paulatina desaparición de los torneos que en la actualidad reparten menos puntos. Si bien este circuito no repartirá puntos ATP, sí que ofrecerán la posibilidad de poder jugar los Challenger, que sí da puntos para acceder al principal circuito profesional.
La idea es hacer más sostenible la carrera de los jugadores que buscan dar el salto a la élite, ya que los premios en metálico para los torneos estarán orientados a permitirles ganarse la vida como jugadores. Además, la estructura del circuito estará más localizada, reduciendo los costes asociados a los viajes. De ahí que la Rfet haya invertido en albergar tres ATP Challenger más.