Competiciones

La Ryder Cup del ‘Brexit’ se convierte en la ‘mina de oro’ del golf para Europa

El torneo bianual, que se celebró este fin de semana en Le Golf National de París, enfrentó a los mejores jugadores de golf del mundo en una cita con más de 34 patrocinadores.

Guillermo G. Recio

1 oct 2018 - 04:59

La Ryder Cup cuenta con 34 patrocinadores, que se dividen en tres categorías, una de ellas de socios licenciatarios como Nike

 

 

El golf anota su mejor eagle. Este deporte ha sido una de las disciplinas que más ha sufrido en los últimos años a raíz de la recesión económica, y ahora son los torneos más mediáticos del planeta los que tiran para volver a llevar al golf a su mejor momento. Y este fin de semana, con la celebración de la Ryder Cup en Le Golf National de París y la victoria del equipo europeo, se ha demostrado algo mágico a lo que quieren asociarse 34 patrocinadores, que junto al ticketing, generan alrededor de 80 millones de euros.

 

Se trata de un número de socios que muy pocas competiciones pueden alcanzar, y, si se tiene en cuenta la importancia de los mismos, solo es comparable a unos Juegos Olímpicos o un Mundial de fútbol. Emirates, BMW, Aberdeen Standard Investments y Rolex copan una pirámide de sponsors que han logrado reunir las dos entidades encargadas de la organización, el Ryder Cup Europe y el PGA de América.

 

El director comercial del torneo en el Viejo Continente y del European Tour, Nathan Homer, explica a Palco23 que ambas instituciones “trabajan juntas para maximizar unas oportunidades comerciales globales que se complementan perfectamente con los programas de patrocinio en ambos lados del Atlántico”. El presupuesto del torneo es de 7,5 millones, mientras que los jugadores participan sólo por honor y reconocimiento.

 

 

 

 

“Aberdeen Standard Investments fue el primer socio global en 2014 y UPS ha sido el último patrocinador en unirse al programa como proveedor oficial”, señala sobre la segunda categoría de patrocinios de la que dispone el torneo. La importancia de este tipo de acuerdos reside en que, tal y como marcan los nuevos tiempos, no hay sponsors para cada territorio, sino que se ha optado por una estrategia global. Y ejemplo de ello son las marcas internacionales que destacan en el espectro publicitario del torneo, con Nestlé, Accor Hotels, JCDecayx, Hewlett Packard entre los proveedores, y Adidas, New Era y Lacoste entre los licenciatarios de esta edición.

 

Lo que sí cambia es el precio que se paga por esponsorizar un evento de este tipo. Mientras que en suelo europeo los acuerdos tienen un valor medio de dos millones de libras (2,2 millones de euros), en terreno estadounidense se cifra en cuatro millones de libras (4,5 millones de euros) el precio medio, según FT. Nielsen detalla que hay una base de hardfans de alrededor de 6,7 millones de personas, de las que 5,6 millones son estadounidenses y 1,1 millones son europeas.

 

Este torneo, que enfrenta a los mejores jugadores europeos contra los mejores estadounidenses, se celebra cada dos años en EEUU o en Europa. En 2018 se ha vuelto a apostar por una ciudad de fuera de Reino Unido, la cuna del golf, y han asistido unos 270.000 espectadores, de los que un 43% de ellos son franceses, que gastaron solo 170 euros en el pase del fin de semana.

 

Esta decisión es muy significativa para llevar al torneo más allá de los dos países más apasionados por este deporte. Según la consultora de mercados, el 20% de los británicos tiene algún interés en la Ryder Cup, mientras que el 15% de los estadounidenses también se muestra seducido por el torneo. España ocupa el tercer puesto en porcentaje de interés, con un 12% de atracción en el total de su población, seguido por Francia, Alemania e Italia, los tres con un 6% cada uno.

 

 

 

 

La cobertura de la Ryder Cup también es relevante, ya que se trata de uno de los torneos de golf con más expectación del mundo, como demuestra la asistencia física de más de 1.500 periodistas de 27 países diferentes. Una de las atracciones más importantes de esta edición ha sido el regreso de la leyenda Tiger Woods a sus 42 años después de varios años en baja forma, pero con el último Tour Championship bajo el brazo.

 

Además, en el caso de España, este año se ha contado con Sergio García y Jon Rahm, dos deportistas que “están ayudando a la promoción de este deporte en el país, es clave volver a tener dos jugadores en la Ryder Cup”, considera Javier Porras, fundador de la agencia de márketing Sponsory. En su opinión, se trata de un torneo “equiparable a con el Mundial de Fútbol o el Seis Naciones por el espíritu de equipo y la pertenencia al territorio”.

 

A ello hay que sumar “que la organización del torneo está innovando en las fórmulas de patrocinio, algo que ayuda a renovar al golf y no encasillarlo en un deporte tan clásico”. El directivo, que fue voluntario en la Ryder Cup que se disputó por primera vez fuera de Reino Unido en Valderrama en el 1997, añade que “lo más importante es que las marcas se fijan en la experiencia que hay detrás de este tipo de torneos”.

 

Se trata de algo clave para empujar económicamente al golf, que en los últimos años ha visto cómo han caído los patrocinadores. Lo único seguro es que, durante este fin de semana, la mayoría de británicos ha vuelto a sentirse parte de Europa con una victoria histórica. ¿Logrará el deporte revertir el todavía incierto Brexit?