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La Fifa, un negocio de 5.650 millones con el Mundial como reclamo

El regulador mundial del fútbol prevé un frenazo de su negocio en el ciclo que finaliza con Rusia 2018, pero confía en cerrar con beneficios y volver a crecer, un 15%, rumbo a Qatar 2022.

M.Menchén

1 jun 2018 - 04:59

La Fifa, un negocio de 5.650 millones con el Mundial como reclamo

 

 

La Fifa no pasa por su mejor momento, pero el fútbol continúa siendo un espectáculo global y las marcas no quieren quedarse fuera. Sólo así se explica que el regulador mundial del fútbol haya podido contrarrestar la crisis de reputación de los últimos años y finalmente vaya a cerrar el actual ciclo con unos ingresos de 5.656 millones de dólares, un 1% menos. La guinda será el Mundial de Rusia 2018, con el que se generará el 85% de todos los ingresos que permiten financiar la promoción de este deporte en todos los rincones del planeta.

 

Uno de los motivos que explican el frenazo de su negocio durante una etapa en la que todas las grandes competiciones han crecido es la fuga de patrocinadores. Los escándalos de corrupción provocaron algunas salidas sonadas, como la de Visa, que se sumaba a las de Sony, Castrol, Continental, Marfring o Johnson & Johnson.

 

Estas cinco compañías fueron patrocinadoras únicamente del Mundial de Brasil, una categoría en la que respecto a 2014 ya sólo continúan McDonald’s y Budweiser. A estas dos se le han sumado las chinas Hisense, Mengniu y Vivo, que buscan posicionarse de cara a las aspiraciones de China por ser una futura sede mundialista. Además, el actual presidente, Gianni Infantino, ha logrado reemplazar a Emirates con Qatar Airways y sumar a Wanda Group al grupo de socios globales, en el que sí decidieron continuar Adidas, Coca-Cola, Gazprom, Visa y Hyundai-Kia.

 

 

 

 

Algunos de estos grandes contratos son a largo plazo y alcanzan hasta el Mundial de Qatar 2022, que culminará un ciclo que se inicia en 2019 y para el que se espera que los derechos de patrocinio se disparen un 30%. Aun así, el grueso del negocio continuará dependiendo de los derechos de televisión, que ya están vendidos en el 98% del mundo y que representarán el 53% de toda la facturación, con 3.480 millones de dólares. También se confía en una mejora de la licencia de productos, que generará 460 millones de dólares, un 26,7% más.

 

Por el contrario, la Fifa ya anticipa una caída del negocio por ticketing y hospitalidad, ya que en Qatar 2022 se utilizarán estadios más pequeños. En total, se espera facturar 500 millones de dólares, entre este torneo y los demás que organiza la entidad, como el Mundial de Clubes, la Copa Confederaciones o el Mundial Femenino. También se incluye una partida de otros ingresos por valor de 235 millones de dólares. En total, se espera un aumento del 15% del negocio de la Fifa entre 2019 y 2022, hasta 6.560 millones de dólares, que en un 70% ya están contratados.

 

Este no es el único cambio que se introducirá respecto a Rusia 2018, ya que los criterios seguidos por la Fifa en el pasado le han obligado a trastocar todo el calendario para que el evento de 2022 no se dispute en verano como siempre, sino que lo hará en invierno. Fue una decisión fuertemente criticada por las ligas europeas, pero también por los principales clubes del Viejo Continente, que a cambio lograron una sustancial mejora en sus compensaciones. En total, la contribución de la Fifa a los participantes subirá un 38%, hasta 657 millones.

Este año, las selecciones nacionales se repartirán 400 millones de dólares en premios, que en Qatar 2022 se irá a los 440 millones de dólares. El ganador recibirá 38 millones, por los 28 millones de dólares reservados para el subcampeón, los 24 millones del tercer clasificado y los 22 millones del cuarto. Sólo por participar, cualquier federación ya tiene un mínimo de 9,5 millones de dólares. Los clubes por su parte, se han asegurado una bolsa de 209 millones de dólares ya en Rusia 2018, un 199% más respecto a Brasil 2014.

 

 

 

 

Estas obligaciones representan casi un tercio del presupuesto de gasto de la Fifa para el Mundial, que en total ascenderá a 1.948 millones de dólares. Otras partidas relevantes son la producción audiovisual de los partidos, que está centralizada y exigirá 421 millones de dólares, y en el caso de Rusia 2018 se incluyen 627 millones de dólares para el comité organizador que en el caso de Qatar 2022 ya no figuran. De hecho, los costes de organización bajarán en 300 millones con el traslado de la sede al emirato, que la Fifa atribuye no tanto a la ausencia de aportaciones, sino a que se utilizarán menos estadios y habrá menos gastos en traslados.

 

En su informe financiero, la Fifa asegura que no tiene ningún tipo de duda en que el ciclo logrará cerrarse con más de 100 millones de dólares en beneficios, por encima del objetivo y pese a que los tres primeros años del ciclo 2015-2018 se acumularon unas pérdidas de 683 millones de dólares. Se trata del excedente más bajo de los últimos cuatro ciclos, pero que se espera mantener en el periodo 2019-2022 para aumentar las inversiones. “La Fifa reconoce la mayoría de sus ingresos en el cuarto año, mientras que el desarrollo del fútbol está igualmente repartido en todos los años del ciclo”, argumenta sobre los números rojos.

 

El dinero que se obtiene va dirigido esencialmente a la promoción de este deporte, cuyos programas absorberán 2.321 millones de los 6.460 millones de dólares de gasto para los próximos cuatro años. Esta cifra representa un 36% del total y sólo se ve superada por los 2.756 millones de dólares que se reservan para la organización de los torneos y otros eventos, clave también en la difusión del balompié y la estrategia para seducir a más jóvenes a que practiquen o consuman esta disciplina.

 

Por último, las federaciones recibirán 127 millones para su gestión, mientras que la Fifa se reservará 969 millones de dólares para su propia administración y otros 287 millones para las actividades de márketing y producción audiovisual. Es importante que, sea quien sea el que levante el trofeo, esa imagen de la vuelta al mundo.