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La Euroliga negocia la renovación de Turkish Airlines como patrocinador principal

La competición europea de baloncesto prevé mantener el apoyo de la aerolínea y mantiene conversaciones para dar plaza fija a equipos de Londres, Berlín y París, donde también espera celebrar una Final Four durante las próximas temporadas.

Patricia López

12 dic 2019 - 04:57

 

 

La Euroliga trabaja para aumentar sus ingresos, y la renovación del patrocinio principal es una de las líneas en las que está trabajando para dar un salto cuantitativo y cualitativo. La competición europea de baloncesto está en negociaciones para renovar como principal patrocinador a Turkish Airlines, que acaba contrato en 2020. Desde la entidad admiten cierto optimismo sobre la negociación, en la que, si bien otras marcas se han interesado, la prioridad es renovar con la aerolínea turca que ha dado nombre a la competición desde 2010.

 

El torneo, que entre 2015-2016 y 2017-2018 dobló sus ingresos hasta 60 millones gracias al nuevo formato de competición, espera facturar más por la venta de los title rights de su principal competición. A su favor juega el haber incrementado hasta 18 el número de participantes, lo que ha provocado un alza de las audiencias y la notoriedad. En la última temporada, la asistencia a los pabellones se elevó un 15% y la venta de entradas creció un 3%.

 

“No sólo se negocia el fee, también es importante qué inversión destina la marca a desarrollar acciones con la Euroliga y a dar a conocer la competición a la que se ha asociado”, explica Jordi Bertomeu, presidente de la gestora, que ayer participó en un encuentro con medios de comunicación.

 

 

 

 

La liga también considera clave su aterrizaje en mercados interesantes tanto para el torneo como para sus patrocinadores, lo que le ha llevado a negociar la concesión de una plaza fija a equipos de las principales capitales de Europa: Londres, Berlín y París. El proyecto que está más avanzado es el del Alba Berlín, que es un firme candidato para tener presencia estable. Londres y París, por su parte, son dos plazas en las que el torneo aspira a crecer, si bien ha iniciado conversaciones con inversores para desarrollar el equipo en la capital británica.

 

“Pueden pasar dos años desde que se apruebe el plan hasta que empiecen a jugar”, afirma el directivo, que está en negociaciones con varios pabellones de Londres, incluido el O2 Arena. “Sabemos que será muy complicado porque es un complejo que alberga muchos eventos y grandes citas a lo largo del año; programar un mínimo de 17 partidos no será fácil”, admite.

 

En cuanto a la capital gala, es un proyecto menos desarrollado que el de Berlín y Londres, pero el primer paso es que la organización desea volver a llevar la Final Four allí tras los buenos resultados de la edición de 2010.

 

El plan de la Euroliga es adjudicar varias sedes de la Final Four de una vez, para que los organizadores puedan trabajar en el largo plazo y ellos decidir el calendario y las condiciones. “Es obvio que París está en nuestra lista de prioridades”, manifiesta el directivo. La expansión del torneo por nuevos mercados no acaba en la Final Four y, de hecho, se plantea la posibilidad de celebrar encuentros en otros territorios.

 

 

 

 

“Se pueden llevar partidos oficiales y amistosos a otros países y no sería de extrañar que lo hiciéramos en los próximos años, pero debe tener sentido estratégico en el largo plazo, porque el calendario lo tenemos bastante cargado”, afirma. No sería la primera vez que desarrollen esta acción, ya que hace años la Euroliga organizó partidos de pretemporada en Estados Unidos en colaboración con la NBA y en China a través de una joint venture en ese país.

 

Estas negociaciones que están en proceso se enmarcan en el plan de la Euroliga para incrementar el número de licencias fijas de once a 16, una propuesta aprobada por los clubes accionistas de la liga. Esta ampliación de participantes con plaza a largo plazo se culminará en las próximos dos o tres temporadas, según el calendario fijado por la organización.

 

Se priorizarán aquellos proyectos con visión a largo plazo, que sean competitivos y que ayuden a mejorar el negocio del torneo y de los equipos. El Alba Berlín encaja en esta ampliación, a la que podrían sumarse otros proyectos ambiciosos, como Valencia Basket, que ha proyectado un pabellón multiusos de 220 millones de euros con capacidad para 15.600 personas. Bertomeu desea “llegar a 2025 con este proyecto consolidado, y será entonces cuando tendremos que sentarnos a reflexionar de qué otra manera podemos crecer”, vaticina.