Competiciones

La Euroliga diseña un ‘fair play’ a la medida para Madrid y Barça

Marc Menchén

9 jun 2015 - 05:00

El mundo del baloncesto también quiere implantar su propio reglamento de control económico, aunque todo hace prever que será mucho más laxo que el que impone la Uefa. De hecho, algunas excepciones introducidas por la Euroliga en su propuesta de fair play financiero favorecen especialmente a Real Madrid y FC Barcelona, cuyas secciones serían incapaces de evitar los números rojos para mantener sus actuales estructuras.

 

En un principio, la Euroliga dejará fuera del campeonato a aquellos clubes que tengan un presupuesto inferior a los cuatro millones de euros, una condición que apenas afecta a los miembros de la ACB que acostumbran a participar en la competición. Sin embargo, también se les podrá expulsar si registran un desfase presupuestario superior al 10% de sus ingresos durante las tres últimas temporadas.

 

Y aquí es donde se ha introducido el matiz para favorecer a Barça y Madrid. “En ambos casos, el registro [en la Euroliga] puede ser permitido si un plan de cumplimiento alternativo es aprobado por la empresa”. Es decir, que los dos principales clubes deportivos de España podrán alegar que las pérdidas de sus secciones de baloncesto están bajo control, son estructurales y se logran absorber por la actividad del equipo de fútbol.

 

Navarro Reyes Barça Madrid Euroliga
Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, enfrentados este año en la Euroliga.

 

Esta medida de gracia también favorecería al Valencia Basket, que en los últimos dos años ha recibido 21 millones de euros de su máximo accionista y a la vez dueño de Mercadona, Juan Roig. Ese dinero ha servido para compensar unas pérdidas de 16,6 millones de euros provocadas por el importante gasto de la entidad para mantener un equipo competitivo que le permitiera ganar la Eurocup sin que ello se tradujera en mayores ingresos.

 

El problema para estos equipos podría venir por los topes que impondrá el organismo presidido por Jordi Bertomeu al gasto salarial. En un principio no podrán sobrepasar el 65% del presupuesto, aunque en este caso no se habla de expulsión de la competición, sino de apertura de un procedimiento disciplinario. Está por ver si el mismo acarrearía sanciones económicas o la exigencia de corregir el exceso.

 

En la actualidad, cumplir con ese tope del 65% supone una quimera: el coste del equipo dirigido por Xavi Pascual representa el 480% de un presupuesto de 3,8 millones, mientras que los sueldos de los hombres de Pablo Laso consumen un 231% de todos los ingresos de la última temporada (8,67 millones). En el caso del Laboral Kutxa y Unicaja, las nóminas estarían suponiendo más del 70% de todo el gasto, según estimaciones de la industria, ya que ninguno de estos clubes hace públicas sus cuentas.

 

De querer mantener el nivel de gasto actual para poder optar a la máxima competición continental, Barça y Real Madrid deberían empezar a trabajar con presupuestos que ronden los 30 millones de euros, una cifra difícil de imaginar ya que alcanzar esos niveles exigiría reducir aún más el beneficio neto global de ambas entidades deportivas, cuando no acostumbran a ser muy elevados y son los que al final permiten acometer inversiones.

 

CSKA Moscow Euroleague
El CSKA Moscow es el club con un mayor presupuesto, de 40 millones de euros.

 

En cualquier caso, la gran laxitud de Bertomeu les permitirá seguir actuando de la misma forma si lo quieren. En una decisión que aleja realmente al fair play financiero de la Euroliga del que aplica la Uefa, el nuevo marco de control económico permitirá que hasta un 75% de los ingresos de los clubes procedan de su máximo accionista. Es decir, que Barça y Madrid podrían mantener su actual estructura de costes sólo con que se comprometan a transferir 20 millones a su sección de baloncesto cada año.

 

Las nuevas exigencias de la Euroliga entrarán en vigor la próxima temporada, en la que una comisión de control formada por ejecutivos de la competición y expertos independientes se encargarán de supervisar la correcta aplicación de las nuevas exigencias. En este sentido, el organismo ha agradecido la activa cooperación de los clubes a la hora de definir este programa y permitir la auditoría de sus cuentas.

 

La instauración del fair play financiero no sería posible si previamente no se hubiera trabajado en la homogenización de la presentación de los estados financieros y los criterios contables. En este sentido, la Euroliga recuerda que ya en 2012 se creó una comisión financiera “para establecer los principios de una mayor responsabilidad fiscal que se aplicarán a los clubes participantes”.