La Euroliga denuncia presiones de la Fiba a clubes y árbitros para que entren en su torneo

Después de una primera fase en la que parecía que la Euroliga y Fiba negociaban seriamente llegar a un acuerdo para crear un nuevo torneo europeo de baloncesto, todo apunta a fractura total entre las partes. La federación internacional de este deporte hizo pública el viernes la denuncia presentada por el torneo controlado por los clubes ante la Comisión Europea (CE). En su escrito, siempre según la versión federativa, se les denuncia por violar la legislación europea de competencia.

"Después de rechazar la propuesta de la Fiba en noviembre de 2015, la Euroliga confirma con esta acción legal que no tiene intención de iniciar un diálogo constructivo [...] para resolver la actual situación de las competiciones de clubes en Europa", indicaron en un comunicado. En el mismo, aseguraban que valorarán estos días sobre cómo responder y seguirán trabajando en un proyecto que beneficie al baloncesto del Viejo Continente "en su conjunto".

La reacción de la compañía presidida por Jordi Bertomeu se produce después de que la federación internacional haya conseguido ir sumando a diferentes ligas a su nuevo proyecto de Basketball Champions League, entre ellas a las de Italia, Francia, Grecia, Turquía, Lituania o Israel. La organización trabaja en que el campeonato que rivalizaría con la Euroliga esté listo ya de cara a la temporada 2016-2017, y sólo en países como España aún no se ha tomado una decisión.

Sin embargo, y según se desprende del comunicado de este lunes de la Euroliga, muchas adhesiones se habrían producido tras "las amenazas y presiones inaceptables e ilegales que Fiba ​​y sus federaciones miembro están haciendo frente a los clubes, jugadores y árbitros para obligarlos a abandonar la Euroliga y la Eurocup y sólo participar en competiciones Fiba". En este sentido, apuntan que su intención es que su demanda permita que estos estamentos "puedan tomar libremente la decisión de participar en los concursos que consideren apropiados".

La denuncia se sustenta en fallos anteriores, "que demuestran que las federaciones deportivas no pueden usar sus poderes de regulación y sanción para obtener una ventaja en el mercado". En este sentido, aseguran que el organismo internacional "está violando la ley de la Unión Europea, ya que, en un flagrante conflicto de intereses, ​​ha establecido reglas sobre sus libros que proporcionan sanciones contra aquellos que están involucrados en las competiciones que no estén aprobadas por la Fiba".

La Euroliga asegura que no va a frenar su nuevo modelo de torneo, pese a que tenga que coexistir con el de nueva creación con el que las federaciones pretenden recuperar el control en Europa. A favor del nuevo torneo, según sus promotores, juega el hecho de contar con 32 equipos que siempre accederían por méritos deportivos y disputarán eliminatorias de ida y vuelta antes de acceder a la Final a Cuatro que decidirá el campeón.

Esta propuesta contrasta con la de la Euroliga, en la que los 16 equipos que disponen de licencia A (entre ellos Real Madrid, FC Barcelona y Baskonia) siempre tienen asegurada su presencia sean cuales sean sus resultados sobre la cancha en el torneo doméstico. A ellos, se les sumarían algunos más en función de su trayectoria deportiva.

Para tratar de convencer a los clubes más modestos, Bertomeu selló hace unos meses una alianza estratégica con IMG, por el que la multinacional de marketing deportivo se comprometía a generar 380 millones de euros en diez años para los participantes, a través de la comercialización de todos los activos publicitarios y derechos de televisión. Esta cifra está por encima de la propuesta de la Fiba, que aseguraban 30 millones de euros a repartir entre los clubes y un modelo de cogestión.