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La Euroliga crea una división de innovación para encontrar nuevas palancas de negocio

La asociación de clubes aprueba destinar recursos a crear un departamento formado por tres profesionales, con el apoyo de expertos externos en innovación. En el foco, impulsar proyectos tecnológicos para mejorar la experiencia del fan.

P. López

23 dic 2019 - 04:59

La Euroliga creará una división de innovación para acelerar su negocio digital

 

 

La Euroliga continúa reforzado su estructura para mejorar el negocio de la competición y los clubes que forman parte de ella. Y, en ese camino, la estratégica tecnológica juega un papel protagonista. Tanto es así que la junta de propietarios ha aprobado destinar recursos económicos a la creación de un departamento de innovación, que se pondrá en marcha en los próximos meses.

 

Si bien es un área que ya venía trabajando, es ahora cuando recibirá un mayor impulso al contar con una división específica. La estructura del área está por definir, pero la idea es que en 2020 se cree un grupo de trabajo independiente formada por un máximo de tres personas, que se apoyará en expertos externos. Hasta ahora, estaba bajo el paraguas de la dirección de márketing y comunicación, liderada por Álex Ferrer.

 

Esta decisión llega después de haber organizado junto a la Universidad La Salle-URL dos ediciones del EB Tech Challenge, un reto tecnológico para start-ups. Los proyectos ganadores tienen la oportunidad de desarrollarse en colaboración con la Euroliga, con el objetivo de encontrar soluciones para mejorar su negocio y el rendimiento deportivo de los jugadores. “El objetivo es crear un equipo de personas que identifiquen las tecnologías que innovan el modo en que conectamos con los aficionados; son nuestros clientes y los que determinan el negocio que tenemos”, explica Ferrer a Palco23.

 

 

 

 

Esta decisión está en línea con la estrategia de la Euroliga de generar conocimiento entre los clubes para mejorar sus ingresos. De ahí nació Bocs (Business Operations & Club Services), que nació como una unidad de consultoría de ticketing, y en el último año se amplió a otros aspectos relacionados con la comercialización, como el patrocinio, la oferta de restauración y de entretenimiento en el pabellón o el área digital.

 

El nuevo departamento será una evolución del proyecto digital de la Euroliga, que desde hace dos años organiza el Tech Challence para encontrar proyectos tecnológicos que aporten soluciones de interés para la asociación y los clubes. De los 200 participantes que se inscribieron, la entidad presidida por Jordi Bertomeu ha firmado acuerdos con dos proyectos con los que ha desarrollado test enfocados a la realidad virtual y a la transmisión de datos a través del sonido.

 

Dos años después de la puesta en marcha de esta iniciativa, la entidad le ha dado un giro y ha creado el Fan XP Innovation Challenge, al que se han sumado la consultora tecnológica N3XT Sports y 4YFN, un congreso para start ups en el marco del Mobile World Congress (WBC). “Antes los proyectos tecnológicos eran más amplios, y ahora pretendemos centrarnos en la experiencia del aficionado aplicada a las diferentes plataformas y puntos de contacto con el fan, desde el área digital y el pabellón, pasando por las retransmisiones”, explica Ferrer.

 

 

 

 

De los proyectos que se presentaron, la Euroliga está desarrollando una tecnología que permite suprimir el delay de las retransmisiones, “para que todos los aficionados vivan la misma experiencia desde donde sea que vean el partido”, explica el directivo. Ferrer reconoce que los clubes tienen otras necesidades que desde la Euroliga no desarrollan con tanta atención, pero defiende que “intentamos encontrar un punto de encuentro”, y la experiencia del fan se ha convertido en esa intersección.

 

El reto está en brindar una experiencia que satisfaga a una base de aficionados heterogénea, pero que a groso modo la Euroliga divide en dos grupos: el fan ocasional y el fiel, que suele ser más exigente y maduro. “Al final, la experiencia no puede ser una, tienen que ser muchas dependiendo del perfil del fan y de la plataforma con la que conectas con él, ya esté en el pabellón, en casa o viendo un partido en el metro”, señala.

 

En este sentido, el seguidor experto reclama un producto más basado en los datos y la estadística, mientras que el ocasional pide más espectáculo y socializar viendo el partido. De ahí que en los últimos años la asociación haya mejorado la segmentación de sus aficionados para saber cómo hacerle llegar el producto de un modo efecto. Ferrer defiende que, más allá de las diferencias en el perfil, hay una fórmula que funciona: “el punto en común que une a todos es que los fans esperan ser parte del producto, tener voz y ser un valor dentro del producto”.

 

El torneo, que entre 2015-2016 y 2017-2018 dobló sus ingresos hasta 60 millones gracias al nuevo formato de competición, también espera facturar más a través del patrocinio. De hecho, está en plenas negociaciones para renovar a Turkih Airlines, espónsor principal del torneo hasta 2020.