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La deuda bruta de LaLiga creció un 32,3%, hasta 3.440 millones, en la 2019-2020

La patronal española del fútbol publica un informe sobre la situación financiera de los clubes con los datos extraídos del registro mercantil o compartidos con la patronal, que muestra un notable aumento de la deuda.

Palco23

21 jun 2021 - 12:12

La deuda bruta de LaLiga creció un 32,3%, hasta 3.440 millones, en la 2019-2020

 

La deuda de LaLiga se disparó en la primera temporada del Covid-19. En la temporada 2019-2020 la deuda bruta de los clubes de Primera y Segunda División creció un 32,3%, hasta 3.440 millones de euros, lo que supuso un aumento de 849 millones de euros, según ha explicado José Guerra, director general de LaLiga, en la presentación del Informe económico financiero 2019-2020. El ratio de la deuda financiera bruta sobre el Ebitda fue de 3,3, frente al ratio de 2,3 de la temporada anterior.

 

Por otro lado, la deuda neta se ha visto incrementada más de un 77%, hasta 1.705 millones de euros. El aumento de la deuda neta, de casi 750 millones de euros es atribuido a dos razones, según LaLiga. Por un lado, 509 millones de euros corresponden a las inversiones tanto en infraestructuras como en jugadores, según ha detallado Guerra, mientras que los otros más de 200 millones de euros son atribuibles “a inversiones en activo circulante”, añade, un dinero utilizado para “sostener toda esa industria del fútbol en funcionamiento”.

 

“El endeudamiento es razonable”, según Guerra, que ha señalado que “el ratio de la deuda financiera neta sobre el Ebitda es de 1,63, lo que nos situaría en el séptimo lugar del Ibex 35, con mejores ratios que Endesa o Telefónica”. Además, ha defendido que “estamos en una posición de una capacidad muy fuerte de inversión para temporadas futuras”.

 

 

Para LaLiga, la deuda neta equivale a la deuda bruta y el impacto de los ajustes. La deuda bruta se obtiene sumando el pasivo no corriente y el pasivo corriente y restando el pasivo por impuestos diferidos. Los ajustes que minoran la deuda bruta se calcula como la suma de cuentas a cobrar a entidades deportivas deudoras, efectivo y activos líquidos y equivalentes e inversiones financieras. “Es la definición más amplia posible y, a la vez, más conservadora de endeudamiento, que incluye no sólo los saldos deudores netos de los clubes con entidades financieras, sino cualquier otro tipo de deuda de carácter comercial o fiscal de éstos, así como periodificaciones y provisiones a corto y largo plazo”, detalla LaLiga en documentación interna.

 

Otro dato importante para la solvencia y la robustez financiera de los clubes es la capitalización, la relación entre el patrimonio neto de los clubes y el total del pasivo”, afirma Guerra. “Ese ratio ha mejorado desde la temporada 2014-2015 desde un 17% hasta un 24%”, detalla, al tiempo que señala que lo más importante es “el crecimiento de LaLiga SmartBank, que ha pasado de un 3% a un 28%, con una capitalización superior a la de LaLiga Santander”.

 

Inversiones de LaLiga


“La pandemia estalló cuando el grueso de las inversiones estaban ya realizadas o comprometidas para la temporada 2019-2020”, expone LaLiga. “En la 2020-2021 se percibirá una drástica reducción de las mismas y una bajada del ratio entre aumento del capital empleado e ingresos totales, actualmente en niveles extraordinarios”, asegura la patronal.

 

Las inversiones en jugadores ascendieron un 18%, hasta 1.533,3 millones de euros, mientras que la inversión en infraestructuras creció un 11,7%, hasta 286,2 millones de euros, para una inversión total de 1.819,4 millones de euros. La pandemia llegó en marzo, con las inversiones en fichajes ya comprometidas en los mercados de verano e invierno.

 

Por otro lado, la desinversión en jugadores, fruto de los cambios en las plantillas de los clubes, creció un 12,5% hasta 1.130 millones de euros, detalla el informe de LaLiga. La inversión neta en jugadores, en la temporada 2019-2020, aumentó un 37%, hasta 402,8 millones de euros, mientras que la inversión neta en infraestructuras bajó casi un 56%, hasta 106 millones de euros.

 

 

Los clubes están invirtiendo en mejorar sus infraestructuras para asegurarse ingresos para temporadas futuras”, ha expuesto Guerra. Las inversiones netas en este concepto desde la temporada 2014-2015 ascienden a 1.243,8 millones de euros. A pesar de la crisis del coronavirus, “los clubes han seguido invirtiendo en infraestructuras en la temporada 2020-2021”, ha añadido.

 

En relación al aumento del capital empleado, “la línea es ascendente con un salto muy importante en la temporada 2019-2020 (hasta 3.395 millones de euros), ya que los clubes han decidido invertir no sólo en infraestructuras y jugadores sino también en su tejido productivo, en esa mejora de ser capaces de absorber que sus clientes iban a permitirles relajar su forma de cobro, y sin embargo que sus proveedores recibieran el dinero puntualmente o incluso rebajando el plazo de pago para que pudieran mantener su estructura, apoyando a que la infraestructura del fútbol profesional en España se mantuviese”, ha explicado. “Eso ha provocado que los activos productivos hayan saltado tanto: la inversión en el circulante, de unos 330 millones de euros”, ha señalado Guerra.

 

LaLiga cerró la temporada pasada superando por primera vez los 5.000 millones de euros en ingresos. El negocio del fútbol español creció un 3,6% respecto a la temporada 2018-2019, hasta 5.045 millones de euros, cerrando el ejercicio con unos beneficios de 77 millones. En cambio, la previsión de cierre de la temporada 2020-2021 es negativa, tras una caída de casi el 30% hasta 3.545 millones de euros, según Pwc. El ejercicio que concluye el próximo 30 de junio se cerrará con unas pérdidas de 733 millones de euros.