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La 'Coupe de France': el torneo patriótico del que Nicolas Chauvin estaría orgulloso

Jabier Izquierdo

20 mar 2017 - 04:57

Nicolas Chauvin, si viviera, podría entregar el trofeo de campeón del torneo. O darle nombre. El espíritu de Francia, dicen, lo enarboló este soldado de Napoleón, herido en mil batallas, dueño de un profundo sentimiento patriótico. El militar hoy estaría orgulloso de la Coupe de France, la competición de la federación de fútbol gala (FFF), la única de las grandes que se enorgullece tanto de sus patrocinadores que los expone hasta en el frontal de las camisetas de los clubs.

 

El todopoderoso PSG se retira la publicidad emiratí de Fly Emirates cuando toca partido de la Coupe. Para la disputa de este torneo, la Federación le dispensa al club de la capital unas camisetas de mismo diseño y color que las habituales, con unas ligeras modificaciones: en el frontal y la espalda aparecen el logotipo de Crédit Agricole o de PMU, uno u otro en cada espacio según lo que depare el sorteo previo, y en las mangas promocionan a Carrefour y Volkswagen.

 

Coupe de France PSG 650
El PSG, vigente campeón, en un partido del torneo de esta temporada.

 

Al rival, ya sea una modesta plantilla de la lejana pero francesa Isla Martinica o el Olympique de Marsella, le ocurre lo mismo con su equipación. Esto desemboca en una curiosa batalla perenne entre la empresa crediticia y la de apuestas deportivas sobre quién de los dos gana el partido. Más importante es la final, donde ambas compañías desean ver estampado su logotipo en la foto del campeón en la prensa del día después.

 

El de la Coupe es un caso extraordinario en el fútbol actual, en el que los clubs mandan sobre todas las cosas. En Francia, aunque quejas de los más grandes han habido, la influencia de los socios de la FFF no se discute. Históricamente, siempre ha sido así. Desde 1975, ya con dos marcas disputando el partido de un modo particular, mirando únicamente por su camiseta. Ni España, ni Inglaterra, ni Italia, ni Alemania, ni Holanda, ni Portugal... Ninguno de los países con gran tradición en el fútbol cuentan actualmente con una medida así en el reglamento de su torneo del K.O.

 

Salvo la alemana Volkswagen, que entró en la casa de los bleus en 2013 tras la salida de Citröen, el resto de los apoyos del fútbol francés son nacionales. A los ya mencionados Crédit Agricole, PMU y Carrefour, hay que añadir a la eléctrica EDF, a la cadena de hoteles Accor y a la compañía agroalimentaria Pasquier.

 

Coupe de France 100 años 650
La Federación está realizando diferentes activaciones por el centenario de la 'Coupe'.

 

La apuesta germana, a razón de 4 millones de euros por año hasta 2018, le sitúa en un segundo escalafón de la cartera de socios de la FFF, junto a Carrefour. Este medio ha intentando hablar con la Federación en repetidas ocasiones sobre este asunto, pero el organismo ha declinado realizar cualquier tipo de declaración.

 

Curiosamente, la camiseta de la selección francesa es extranjera. La firma estadounidense Nike rompió en 2011 una alianza histórica de su rival Adidas, que databa de la década de los 70. Entonces le pagó 320 millones de euros a la FFF, por un contrato de siete años: 45,5 millones al año que, a partir de este año, serán 50 millones.

 

Nike y FFF prolongaron diez años más el acuerdo el pasado diciembre, con un nuevo contrato que convierte a la camiseta azul de Francia en una de las mejor pagadas del mundo, si de selecciones se habla. Si bien al montante se le ha de descontar el 10% del dinero que se debe cobrar en forma de material y equipaciones para el fútbol amateur y de formación del país, uno de los aspectos que mejor se cuidan en el país vecino.

 

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Dos niños de Le Poiré-sur-Vie se fotografían junto al trofeo, en la exposición que se realizó en la pequeña localidad.

 

En la Coupe de France, por ejemplo, la activación de los patrocinios no se inicia cuando entran en escena los equipos de Primera División. Para ejemplo, un botón: la visita hace dos meses de una delegación de PMU al Club Vendée Poiré-sur-Vie, entidad modesta que, tras muchos años en la CFA1, la cuarta división del fútbol francés, ahora juega un peldaño por encima, en el Championnat National.

 

En Le Poiré-sur-Vie les dieron la bienvenida prácticamente los 8.000 habitantes de los que consta su censo, que celebraban la histórica clasificación de su equipo para dieciseisavos de final del torneo, donde le esperaría el Estrasburgo de la Ligue-2. Allí, en el bar del pueblo, frente a una máquina de PMU, se colocó el trofeo de campeón para gozo de los presentes, que se fotografiaron con ella, y se hizo entrega al club de las equipaciones para el esperado partido, un regalo de la competición. Además, como guiño a los cien años que cumple el torneo en este 2017, la empresa realizó una última activación en este pueblo, con un desafío, en el descanso del partido, consistente en introducir o dejar lo más cerca posible de la portería un balón que chutaron a una distancia de cien metros. El ganador se llevó dos entradas VIP para la final del campeonato.

 

“Para nosotros es importante que, a través de la Copa de Francia, podamos llegar a toda nuestra red de puntos de venta. Este torneo tiene esos valores de proximidad, alegría y épica que compartimos y que nos interesan”, explica Romain Poinet, jefe de patrocinio de PMU.

 

Sin embargo, no es todo de color de rosa en el fútbol de la Francia de Edith Piaf. La FFF ha perdido socios en los últimos años, como es el caso de la empresa de moda y equipamiento deportivo Sport2000 o la telefónica SFR, ambas nacionales, como le gusta al Gobierno, que insta a a sus federaciones a que se asocien con empresas made in France. Porque, para apoyar el deporte y sus competiciones, los franceses parecen decir, ¿qué mejor que jugar con los de casa?