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La Barcelona World Race suspende su edición de 2019 por la incertidumbre política

El patronato, en el que están Ayuntamiento, Puerto, Cámara de Comercio y Fira de Barcelona, considera que no se da la estabilidad necesaria para asegurar los recursos para el patrocinio, que debían generar 10 millones de euros.

M.Menchén

29 mar 2018 - 08:00

La Barcelona World Race suspende su edición de 2019 por la incertidumbre política

 

 

La Barcelona World Race se queda en puerto. La organización de la regata ha decidido suspender la edición que debía arrancar el 12 de enero de 2019, ante la “incertidumbre política” que rodea al evento, según explican a Palco23 fuentes conocedoras de la decisión. Esta drástica medida ha sido adoptada por el patronato de la Fundació Navegació Oceànica Barcelona (Fnob), que teme que no puedan contar con el presupuesto necesario para organizar el evento deportivo. Su objetivo es que la cita se pueda recuperar en 2022-2023.

 

En este estamento están representados Ayuntamiento, Puerto, Cámara de Comercio y Fira de Barcelona, y nadie esconde que la relación entre el Gobierno y la Generalitat de Catalunya no es un buen marco con el que atraer a potenciales inversores. A ello se le ha sumado la decisión del Ministerio de Hacienda de hacer más restrictivas las desgravaciones fiscales para eventos considerados de especial interés público, como lo es esta competición náutica, en una edición donde se esperaba que toda la financiación procediera del sector privada.

 

Esta apuesta provocó que el presupuesto de la organización bajara drásticamente hasta unos diez millones de euros, frente a los 45 millones de euros que se manejaron en la cita de 2014: 20 millones de euros procedieron de los patrocinadores, 6 millones del remanente de la segunda edición, 4,3 millones de la aportación municipal a cambio de asumir la propiedad del inmueble del Muelle de Levante del Puerto de Barcelona donde tiene su sede, y generación de recursos propios.

 

 

 

 

En un comunicado, la organización confirma esta noticia y lamenta que las distintas prórrogas presupuestarias del Gobierno han hecho que “la necesaria constitución de la Comisión Interadministrativa que define los planes y programas que articulan el patrocinio de la regata, no se podrá celebrar hasta el próximo mes de abril de 2018. Estas circunstancias han dificultado de una manera extraordinaria las posibilidades de búsqueda de patrocinio”.

 

En 2014, los patrocinadores principales fueron Estrella Damm, Renault y Johnson&Johnson, mientras que en la división de patrocinadores oficiales se encontraban Ono, Danone, Gaes, Boehringer Ingelheim, Gramona e Invictus, el perfume de Paco Rabanne. De todos estos, pocos habrían mostrado su predisposición a mantener su apuesta por el evento. “Los patrocinadores potenciales han manifestado su desconfianza al no poder estar seguros de contar con el apoyo institucional que necesariamente debe garantizar un evento deportivo de estas dimensiones”, ha señalado Fnob en un comunicado.

 

El escenario comercial ha cambiado mucho, y en contra de la prueba náutica juega el hecho de que no existe una localización fija ni tiene un alto seguimiento mediático. Muestra de ello es que el gasto en 2010-2011 se situó en 145 millones de euros, en una etapa donde la crisis económica en España no había mostrado su peor cara.

 

 

 

 

Para solucionar este hándicap, la Fnob había apostado por que la Barcelona World Race pasará por Australia en 2019. La regata barcelonesa confiaba en que esta media iba a favorecer una mayor participación y alcanzar nuevos territorios de patrocinio, así como satisfacer las demandas de los equipos participantes. “Sin embargo, con el actual escenario no podemos exigir a los equipos que realicen determinadas inversiones sin estar seguros de que podremos celebrar el evento”, señalan fuentes del Fnob.

 

De hecho, en un comunicado posterior, los organizadores de la prueba apuntan que “el otro pilar del éxito del evento, la participación internacional, ha avanzado muy favorablemente”. Los cambios de formato introducidos, con la citada parada en Australia y la posibilidad de cambiar de co-skipper, había convencido ya a siete equipos; estos habían confirmado su participación y tenían el presupuesto necesario a diez meses del arranque. Además, aseguran, hay otros 11 equipos que se encuentran en el proceso final de captación de recursos.

 

Nadie descarta que esta medida sea reversible y pueda retomarse en los próximos meses si se produce un cambio en el actual escenario político. “La ventaja es que no hay tantas pruebas en el calendario y los equipos tardarán en poder llenar este vacío, pero no es sencillo”, admiten en la organización, que en el pasado ya tuvo que esforzarse para que el Ayuntamiento de Barcelona no le retirara el apoyo tras el ascenso de Ada Colau a la alcaldía

 

El actual gobierno municipal se mostró desde el principio reacio a apoyar la celebración de grandes eventos deportivos, si bien ha ido modulando su discurso con el paso de la legislatura. Entre otras cuestiones, por el impacto económico del evento, que Esade estimó en 60 millones de euros, y la celebración de numerosas actividades de divulgación entre estudiantes.